Firmas
Una receta liberal para salvar la eurozona
- Las últimas medidas de Draghi no han tenido la repercusión esperada
Lucio A. Muñoz
El presidente del BCE, Mario Draghi, recomendó recientemente a los principales líderes europeos que acometieran cuanto antes políticas encaminadas a cubrir los riesgos económicos que acechan a la zona euro. Al respecto, los consejos de Draghi básicamente se resumen en cuatro estrategias perfectamente definidas:
1. Desarrollar reformas estructurales en aquellos países que todavía no se han emprendido y, en el caso de España, profundizar en las reformas ya iniciadas para consolidarlas definitivamente.
2. Bajar impuestos que redunden en la creación de empleo y riqueza.
3. Potenciar la inversión pública, enfocando la misma en la generación de crecimiento económico y bienestar social. Es decir, todo lo contrario de las políticas que determinadas CCAA, tales como Castilla-La Mancha, están poniendo en práctica, y consistentes en desarrollar ?planes de empleo subvencionados? que solo servirán para aumentar el gasto público improductivo y, por ende, la deuda y el déficit.
4. Avanzar en las políticas conducentes a integrar la zona euro.
El guardaespaldas de los Estados
En realidad, Draghi está avisando de que en algún momento el BCE dejará de actuar como guardaespaldas de los Estados, y para entonces determinados países de la zona euro deberán haber reducido tanto su deuda como su déficit. Y también realizar las reformas estructurales que les permitan crecer económicamente para poder sobrevivir por sí mismos.
Mientras el BCE siga con su actual política intervencionista, los tipos podrían continuar en negativo, y contradictoriamente, la deuda de algunos países mantenerse en niveles insostenibles.
Pero no hay que olvidar que el BCE no podrá mantener esta política permanentemente, y que en el corto-medio plazo dejará de adquirir bonos soberanos.
Cuando esta política toque a su fin, a los países de la eurozona no les quedará más remedio que financiarse a los tipos de interés que marque el mercado. Como consecuencia, los tipos podrían normalizarse y también aumentar los intereses de la deuda.
La magia del BCE
Además, hay que apuntar que la denominada "magia del BCE" está desapareciendo progresivamente. Tanto que las últimas actuaciones de Draghi no han tenido la repercusión esperada, ya que el euro se ha apreciado, consiguiendo el efecto contrario al que se pretendía.
Posiblemente, la política intervencionista de Dragui no constituya la alternativa más acertada. Aunque, independientemente de ello, la mayor parte de las medidas, en forma de aviso, que el presidente del BCE ha recomendado tomar a algunos países de la zona euro son absolutamente fiables y certeras. Debido a que las mismas configuran una tradicional receta económica de cierto perfil liberal que podría ayudar a la zona euro a abandonar poco a poco el 'Estatismo' imperante.
Reorientar el capitalismo
Porque la vieja y cada vez más enferma Europa debe recuperar los principios, en este caso de tipo económico, que hicieron grande a este continente y, en general, a cualquier sociedad occidental. Por tanto, no está de más recordar a los líderes europeos que el liberalismo es la única doctrina económica que permite avanzar a las naciones.
No obstante y ciertamente, sería recomendable de igual modo que realizásemos un "examen de conciencia" y, en función del mismo y partiendo de las consecuencias de la crisis económico financiera que hemos padecido, pudiéramos reorientar el capitalismo al largo plazo.
Para ello, es fundamental que los nuevos emprendedores huyan, en la medida de lo posible, de la especulación y vuelvan a confiar en la cultura del esfuerzo empresarial, basada en la gestión e inversión sostenible y cuyo ulterior objetivo es generar valor a largo plazo.