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¿Hay respuesta al desafío independentista?


    J. R. Pin Arboledas

    El mismo día del acuerdo entre las fuerzas independentistas catalanas, el 9 de enero, Rajoy enviaba un mail que literalmente decía: "El Gobierno de España quiere recordar que todos estamos sometidos al imperio de la Ley, y más aún aquellos a los que se les encomienda la representación de las instituciones" y remachaba que "el pasado 2 de diciembre el Tribunal Constitucional ya acordó, por unanimidad, declarar nula por inconstitucional la Resolución I/XI del Parlamento de Cataluña".

    Lo repitió en televisión el domingo de la investidura de Puigdemont. Era la respuesta al desafío independentista; escueta y clara ¿suficiente? Sólo si en las nuevas Cortes hay un amplio acuerdo en contra del secesionismo será posible que el Gobierno, ahora en funciones, pueda tomar las decisiones adecuadas.

    Para ello hay dos caminos: el primero, acelerar la formación del Ejecutivo; el segundo, que las Cortes den un mandato al Gobierno en funciones para que reaccione de manera adecuada si el Parlamento catalán actúa anticonstitucionalmente. PP y Ciudadanos apoyarían este mandato. ¿El PSOE? Una parte sí, pero, como siempre le pasa, otra se mostrará timorata, acomplejada ante el nacionalismo. Podemos tendrá que mojarse, pero parece que no lo hará ¿cuál sería esa mayoría? Más del 55%. Suficiente, pero escasa.

    En la 2ª República su Gobierno de izquierdas, en peor situación que el actual, mantuvo la legalidad en plena Guerra Civil. Por eso, ante esa amenaza a la unidad de España, incluso sería aceptable un Gobierno PSOE-Ciudadanos, o viceversa, con apoyo parlamentario del PP. Gobierno cuya condición básica debiera ser evitar la secesión catalana y llegar a un acuerdo en los grandes temas nacionales (política económica, territorial, educación, reforma laboral, política exterior, etc.). A grandes males, grandes remedios. Cada uno con su responsabilidad debe sacrificarse por el bien general y no enrocarse en sus propios intereses.