Crisis migratoria: por una solución europea
- La UE en su conjunto debe acordar una solución común
José Vicente González
La Unión Europea se halla en uno de los momentos más delicados desde su fundación. A la fuerte recesión sufrida y de la que todavía no se ha salido plenamente, se le une una crisis político-institucional derivada en buena parte de la anterior y que se traduce en una disminución de la confianza en el proyecto europeo por parte de la población. Una disminución que se ha visto acrecentada por la falta de una respuesta común a la llegada de refugiados y que ha abierto una brecha entre los Estados miembros, esta vez entre el Este y el Oeste.
La crisis de refugiados procedentes de países vecinos de la Unión Europea en conflicto, principalmente Siria, se recrudeció en los meses estivales, con la llegada masiva de personas en busca de asilo a las costas griegas e italianas. Solo en la última semana de agosto llegaron más de 23.000 personas a Grecia y Alemania recibió 104.460 solicitudes de asilo en dicho mes.
Desde el mundo empresarial somos conscientes de la dramática situación, individual y colectiva, que se esconde detrás de estas cifras. Un drama ante el que la mayoría de los países, la ciudadanía, y también las empresas, están reaccionando expresando claras muestras de solidaridad, como no podría ser de otra manera en una comunidad de valores compartidos, como es la Unión Europea.
Sin embargo, más allá de la urgencia con la que es preciso actuar para gestionar en el corto plazo la afluencia masiva de personas en busca de asilo, es imprescindible tener en cuenta que se trata de un problema europeo complejo, cuya novedad no reside en el fenómeno en sí mismo, es decir, los flujos migratorios, sino en la intensidad de los mismos. En el marco de Businesseurope, la Confederación Europea de Empresas, de la que CEOE es miembro, junto a nuestras homólogas de 39 países europeos, hemos reflexionado y compartido opiniones que se han reflejado en un posicionamiento empresarial en relación con la crisis de refugiados.
Un posicionamiento que se basa en cuatro puntos fundamentales:
En primer lugar, el aspecto humanitario, porque la comunidad empresarial europea está decidida a ser parte de la solución, apostando y defendiendo los valores europeos, entre los que destaca uno en particular: la solidaridad. Aunque tratando de buscar siempre soluciones prácticas y coordinadas.
En segundo lugar, la necesaria solución europea a un problema europeo. Es esencial que los 28 Estados miembros de la Unión Europea acuerden una solución común lo antes posible, que refleje el espíritu de unidad que ha de guiar toda actuación en este ámbito.
En tercer lugar, la cuestión económica que, a pesar del fuerte impacto emocional de las imágenes y testimonios que estamos viendo estos días, no debemos olvidar. En este sentido, hemos de recordar que las empresas solo pueden emplear a personas residentes legalmente en sus respectivos territorios.
Por tanto, mientras no se acelere la definición del estatuto jurídico de las personas en busca de asilo, las empresas poco pueden hacer por su integración laboral, que es la mejor vía para la inserción social.
En paralelo, es absolutamente necesario trabajar hacia una verdadera política europea de asilo e inmigración que, además, contribuya a paliar uno de los desafíos comunes a todos los países europeos, como es el envejecimiento poblacional.
En cuarto lugar, pero no por ello menos importante, la necesidad de diferenciar entre, básicamente, tres tipos de situaciones, para las que se requieren respuestas diferenciadas, pero siempre coordinadas a escala europea: los solicitantes de asilo procedentes de países en conflicto, los inmigrantes legales con un perfil de formación alto y los inmigrantes ilegales. En definitiva, las organizaciones empresariales, así como las empresas, españolas y europeas, expresamos nuestra solidaridad incondicional ante un fenómeno grave que está poniendo a prueba a la Unión Europea y estamos a disposición de los gobiernos y de la sociedad, en su conjunto, para encontrar soluciones que sean coordinadas, eficientes, duraderas y redunden en el beneficio de todos.