Firmas
Hay que mirar a África, el continente del futuro
- Tiene un enorme potencial económico del que ya se aprovecha China
Eduardo Olier
En lo económico, la actualidad informativa sigue centrada en el problema chino y en los presupuestos de 2016 que acaba de aprobar el Parlamento con los votos favorables del PP y de UPN. El resto de partidos del arco político los han rechazado con enmiendas a la totalidad.
El PSOE, que ya se ve dirigiendo el próximo Gobierno en 2016, ha declarado que en cuanto lleguen a La Moncloa los retirarán; al igual que harán con la nueva legislación laboral, e incluso con la modificación que ellos mismos promovieron de la Constitución exigiendo el equilibrio en las cuentas públicas. Todo por culpa de la troika y del PP. En los debates no se ha visto ninguna propuesta alternativa por parte de la oposición; sólo reproches y reclamaciones concretas de los partidos nacionalistas que siempre quedan insatisfechos.
El Gobierno catalán, por su parte, va calentando motores hacia las elecciones autonómicas, y como novedad lanza lo del banco público catalán que, se supone, se capitalizará con las aportaciones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y otras transferencias desde el Estado; mientras tanto, los farmacéuticos catalanes siguen sin cobrar lo que les debe la Generalitat.
Afluencia masiva de emigrantes
Termina el período estival y, sin embargo, el mundo sigue su curso. Y los riesgos y las oportunidades también. De los riesgos, resalta la afluencia masiva de emigrantes que afloran del este y del sur hacia una Europa que no sabe qué hacer con tan dramático problema. Un problema que irá a más y sobre el que nadie parece tener ninguna solución: ni los gobiernos, ni los parlamentarios europeos, algunos de los cuales, como los europarlamentarios de Podemos, se agarran a los ficticios problemas que pueden tener para la salud las redes wifi, que hay que erradicar de las escuelas por extremadamente dañinas. Una propuesta que resultaría más adecuada para llevarla el 28 de diciembre.
En cambio, el continente olvidado sigue avanzando, tímidamente, pero con grandes logros. Algo que debería ser uno de los objetivos prioritarios de Europa y, en concreto, de España. África, tan cerca y tan lejos a la vez para nosotros, tiene un enorme potencial económico -del que ya se aprovechan China y otros países- a la vez que debe ser la solución de muchos de los problemas que tiene Europa con la emigración ilegal; que no debería solucionarse aquí sino allí, es decir, en suelo africano. África es el continente del futuro, y la mayoría sigue sin verlo, apostando por Asia que empieza a mostrar sus debilidades.
El continente africano, por el contrario, suma ya 1.100 millones de habitantes, con una clase media en evolución en muchos lugares, con crecimientos medios del 5% desde el 2000, con un PIB del orden de los 2,5 billones de dólares y con una evolución demográfica que, según las estimaciones actuales, llevará a que en 2050 una de cada cuatro personas en el mundo será africana. Pero, sorprendentemente, nada es homogéneo en ese continente, que puede dividirse, quizás, en cinco partes.
Así, el África del Este, con Kenia, Tanzania, Etiopía y Uganda mantiene un constante crecimiento económico que este año se acercará al 7%. El África del Oeste, a pesar de sus problemas sanitarios, como el ébola o el terrorismo de Boko Haram, tiene algunos países con economías que van consolidándose de manera muy importante (Nigeria o Costa de Marfil), con crecimientos anuales cercanos al 5%. En el sur está el África Austral, donde no sólo cuenta Sudáfrica, sino también Angola y Mozambique. El África Central, con sus numerosos problemas de inestabilidad política y de seguridad, atrae inversiones internacionales que le permiten perspectivas interesantes en el futuro; de hecho, este año se prevé un crecimiento económico superior al 6% en esa zona. Y, finalmente, el África del Norte, con los países productores de petróleo, donde Marruecos presenta la cara amable por su estabilidad política y económica.
Motores económicos futuros
Si se hablara de motores económicos futuros y de las oportunidades de inversión en África, habría que referirse a un selecto grupo de países: Nigeria, Kenia, Mozambique, Sudáfrica, Costa de Marfil, Marruecos, Ghana, Tanzania y Etiopía. Todos ellos con sectores muy atractivos para la inversión, comenzando por el sector financiero, para terminar con las infraestructuras, logística y transporte, energía y, como no, agricultura.
Una realidad que, aparte de China que tiene más de 30.000 millones de dólares en activos en varios países africanos, ha conducido a Estados Unidos, Francia y Reino Unido a tomarse África en serio y convertirse en los mayores inversores en el continente; unas inversiones superiores a los 200.000 millones de dólares. A lo que habría que añadir el hecho de que África es hoy la región de mayor crecimiento en inversión extranjera directa, con crecimientos del 65% en 2014 respecto de 2013, totalizando cerca de 90.000 millones de dólares; liderando tales inversiones países como: Egipto (18.000 millones de dólares), Angola (16.000), Nigeria (11.000), Mozambique (9.000) y Marruecos (5.000); con decenas de proyectos de inversión, que se distribuyen por el continente de la mano de empresas mayoritariamente anglo-americanas y francesas. Una realidad de la que poco se habla en nuestro país y a la que casi nadie presta la suficiente atención. Cuando nos queramos dar cuenta volveremos a constatar que todo fue una ocasión perdida.
Eduardo Olier, presidente del Instituto Chosieul España