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¿Comprar ahora en el inmobiliario?
Ahora que el mercado inmobiliario parece que empieza a recuperarse muchas personas vuelven a interesarse en adquirir una vivienda. Hemos asistido a años de una auténtica parálisis en el sector y, en muchas ocasiones, las decisiones de compra han sido aplazadas debido al momento de incertidumbre.
El precio de la vivienda ya ha caído más de un 40 por ciento desde 2007, con lo cual en la actualidad es posible encontrar una vivienda a un precio atractivo. Esto, unido a la reapertura del crédito por parte de los bancos, ha propiciado que cada vez más personas consideren la opción de vender su casa y adquirir otra. Este tipo de operaciones, las denominadas "reposiciones", representan aproximadamente el 50 por ciento de las compraventas que se realizan. Se trata, por tanto, de transacciones fundamentales para la recuperación del mercado inmobiliario español.
Una vez tomada la decisión de compra, la duda es qué hacer antes, comprar la nueva vivienda o vender la actual. En los años previos a la crisis era habitual comprar primero y, posteriormente, poner a la venta la vivienda. De hecho, todas las entidades financieras ofrecían productos bancarios que propiciaban este tipo de operaciones. Sin embargo, con el estallido de la burbuja, muchas de las familias que adquirieron un nuevo préstamo terminaron por no poder vender su anterior vivienda, asumiendo dos hipotecas que no podían pagar.
Uno de los riesgos actuales de comprar antes de vender es que el mercado está saturado de oferta. Si se dispone de una fecha límite para la venta puede suponer tener que rebajar mucho el precio y, según el cálculo inicial, el presupuesto obtenido puede quedarse corto para hacer frente el pago de la vivienda deseada.
En algunos casos, ni siquiera abaratando el precio de salida se consigue vender con rapidez. En ese supuesto es importante reflexionar sobre la situación de estrés que supondrá que se acerquen los pagos de la nueva vivienda sin tener compradores para la actual.
Ante estos peligros y con el panorama económico y laboral actual del país, hoy en día los expertos recomendamos vender y luego comprar: antes de invertir en una nueva vivienda, hay que tener muy clara tanto la situación económica personal como el presupuesto. En este sentido, entre las muchas ventajas que nos ofrece esta operación, podemos destacar la tranquilidad económica de saber de qué capital disponemos y cuánto podemos gastar. En consecuencia, gracias a haber conseguido liquidez, en el caso de que fuera necesario, resulta más fácil acceder a un préstamo hipotecario.
Además, no tener prisa por vender el inmueble para hacer frente al pago de la nueva casa permite poder esperar hasta tener una buena oferta en lugar de obligar a bajar el precio.
Por otro lado, reinvertir el dinero de una venta en la compra de una vivienda supone ahorrarse la tributación de las plusvalías, siempre y cuando se trate de vivienda habitual y la compra se realice durante los dos años siguientes a la fecha de venta.
En cuanto a la compra, contar con liquidez es una muy buena posición de salida. Disponer de dinero para la entrada y estar libre de hipotecas nos brinda la posibilidad de poder negociar el precio de la vivienda nueva.
Si finalmente por necesidad se opta por comprar antes de vender, los expertos aconsejamos tener en cuenta algunos factores para minimizar los riesgos. Por ejemplo, una de nuestras recomendaciones es entregar una paga y señal mínima en el momento de la reserva y pactar unas cláusulas lo menos restrictivas posibles en cuanto a los plazos de compra tras la paga y señal. Si la situación lo permite, es preferible intentar negociar un contrato de alquiler con opción a compra que permita, mientras se efectúa la venta, vivir de alquiler en la vivienda y evitar así una nueva hipoteca.
Por último, recomendamos analizar detenidamente las tendencias de subida y bajada de precios tanto de la vivienda habitual como de la que se está considerando adquirir, es decir, puede que hayamos elegido comprar una propiedad en un área con precios al alza mientras nuestra vivienda actual se encuentra en una zona a la baja.
Nos encontramos frente al comienzo de un nuevo ciclo del mercado inmobiliario y, aprendiendo de los errores del pasado, los futuros propietarios pueden salir reforzados en su toma de decisiones.