España en el Consejo de Seguridad de la ONU
- España tendrá un papel clave en las decisiones sobre seguridad global
Eduardo Olier
Poca repercusión ha tenido el hecho de que España esté como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta diciembre de 2016. Quizás se pueda pensar que es algo fácil de lograr o que, en realidad, es una posición que no sirve para nada. Sin embargo, en este caso, España ha competido con otros dos importantes países para llegar allí, y la tarea no ha sido nada fácil.
Serán, por tanto, dos años en los que España, representada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, tendrá un papel clave en los asuntos geopolíticos más relevantes a nivel mundial.
Repercutirá en la empresas
Una ocasión inmejorable para participar en las decisiones de temas que afectan a la seguridad global y, de paso, tener una influencia determinante en la posición de nuestro país en la escena internacional. Un aspecto que, sin ninguna duda, tendrá una importante repercusión empresarial, ya que en el mundo global la influencia geopolítica tiene siempre efectos económicos.
Para tratar de estos temas, el Instituto Choiseul organizó el pasado martes nueve de abril una acto en la Fundación Telefónica con la presencia del actual ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, en la que también participaron altos funcionarios de su departamento, así como un panel de altos ejecutivos de empresas tan relevantes como FCC, Indra, CLH e ITP. Una nutrida audiencia de más de cien personalidades de la esfera económica española, con algunos embajadores de varios países extranjeros en España, debatieron al término de las presentaciones sobre las oportunidades que este hecho puede tener en el contexto económico español.
Aunque el suceso de Marruecos acaparó la atención primera de los medios allí presentes, el ministro del ramo hizo una completa exposición de las oportunidades que abre la participación española en el Consejo de Seguridad. La diplomacia corporativa es hoy uno de los pilares esenciales para el desarrollo de negocios y apertura de nuevos mercados.
El mundo global es un entorno de influencias, donde la posición económica y la generación de riqueza tiene que mucho ver con las vías que abre la acción diplomática. Una circunstancia que el actual Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación viene desarrollando con probada eficiencia.
La imagen que España tiene a nivel internacional se compadece poco con la imagen que los propios españoles tienen de su país. Los hay incluso que hablan de "resetear" España, para empezar de nuevo desde no se sabe bien qué punto. Los hay también que abogan por echar para atrás todo el plan de desarrollo e inversiones del AVE en un país que acoge a 65 millones de turistas y que tiene en este capítulo uno de los pilares de su economía. Una idea asombrosa que se une a otra que habla de la innovación sin que se explique de qué innovación se habla, ni de qué sectores, ni de cómo ni cuando hacerlo, como si fuera automático crear un Silicon Valley californiano sin tener la estructura educativa, emprendedora, financiera o empresarial que lo podría sustentar. Son las visiones políticas de última hora que pretenden, como es habitual, comenzar siempre de nuevo sin atender a los esfuerzos que otros ya hicieron.
España en el mundo
Sin embargo, España está en el mundo con una posición hoy admirable. Todos los países que deciden algo en la esfera mundial así lo reconocen; y en este sentido, la pertenencia al Consejo de Seguridad es una prueba más que tangible. Aquí, a España le han sido asignadas varias importantes presidencias: la de no proliferación de armas de destrucción masiva; la que tiene que ver con los asuntos de la República Popular y Democrática de Corea; y la que afecta a las sanciones de la República Islámica de Irán. Esta última, sin desmerecer a las dos anteriores, pone a España en el centro de uno de los asuntos más relevantes de la esfera mundial. Hoy, los cambios que se comienzan a producir en el contexto internacional respecto de Irán afectarán a todo el conjunto geopolítico de Oriente Medio y abrirán nuevos escenarios políticos y, por supuesto económicos, en aquella zona tan sensible.
Por otra parte, la presidencia del Comité 1540 relativo a la no proliferación de armas de destrucción masiva, nucleares, químicas y biológicas, demuestra la confianza que la comunidad internacional tiene en nuestro país, como ente fiable, responsable, y con la suficiente capacidad para afrontar uno de los asuntos más espinosos que afectan a la seguridad global del planeta. Esta presidencia dará a España la oportunidad de coordinar las visiones que se dan entre los diferentes Estados, a la vez que le permitirá realizar un juego determinante como árbitro entre los intereses de la industria y la propia sociedad civil, lo cual dará paso a la elaboración de un plan estratégico dirigido a fortalecer las barreras a la proliferación nuclear a nivel mundial.
Es sorprendente lo poco que los partidos políticos hoy en liza electoral hablan de la realidad internacional, de sus problemas y del papel que España tiene en el juego de los intereses globales. España tiene un relevante papel en Europa y también, como es bien conocido, en Latinoamérica, y por supuesto en otras zonas como son Oriente Medio y Asia. Es de esperar que los dirigentes políticos actuales diriman sus contiendas electorales con una visión más global: los españoles nos jugamos nuestro futuro más allá de nuestras fronteras, y es necesario que se ponga la atención debida a estos problemas globales que hoy parecen no estar en el foco de los intereses políticos del momento.