Firmas
BBVA y Santander aprueban
Pilar García de la Granja
Tanto el Wall Street Journal como Reuters se habían hecho eco de "posibles dificultades" de las entidades financieras españolas en EEUU. Pero no se ha cumplido. BBVA y el Santander llevan meses haciendo un esfuerzo ímprobo para adaptarse a todos los requisitos de los test de estrés de la Reserva Federal (Fed).
El viernes conocíamos los resultados preliminares y ambas entidades han pasado la primera fase ya que superan la ratio de capital mínimo de un 5% en el escenario más adverso. La treintena de bancos más grandes por capitalización se enfrenta a exámenes anuales, en los que tiene que demostrar una liquidez mínima en caso de recesión severa, que la Fed define como un 10% de desempleo en EEUU, una caída del PIB del 4,5% y que los precios de la vivienda desciendan en torno al 25%.
Un escenario similar al vivido tras la crisis de las hipotecas subprime que se llevó por delante a Lehman Brothers y que obligó a la Reserva Federal a inyectar miles de millones de dólares en la economía y en la banca, al tiempo que se producía la quiebra de más de 200 entidades pequeñas. Pero lo más importante de los test de estrés es el visto bueno que la Fed da a las entidades que los aprueban para que estos bancos puedan dar dividendos.
Los inversores, a la hora de tomar sus decisiones de inversión, se fijan en las políticas de crecimiento y en los dividendos por acción. Por ello es tan importante tener el visto bueno de la Fed. Mañana conoceremos los resultados completos de los test, y todo indica que ambas entidades lo pasarán.
Desde que se iniciara la crisis, las españolas han hecho un esfuerzo extraordinario. En el caso del Santander, el nombramiento de Scott Powell (ex JP Morgan) viene a consolidar la voluntad de la entidad que preside Ana Patricia Botín de crecimiento en el país con el objetivo de incrementar su presencia en la costa Este. Por su parte, el BBVA Compass tiene presencia en el sur del país.