Dinero para España
Emilio Botín en Nueva York comentaba el momento fantástico que vive la economía española, aludía a una entrada de dinero hacia la bolsa, la deuda e inversión directa. Destacaba que todo el mundo miraba a España como un lugar para llevar a cabo inversiones. Sus declaraciones levantaron cierto runrún y fueron destacadas por medios de comunicación generalistas y especializados en economía. Posteriormente y como confirmación a las palabras del banquero cántabro, se informaba que Bill Gates compraba una participación del 6% de la constructora FCC, una empresa que vive momentos complicados con ERE y reorganización debido a la gran dependencia del mercado español, la enorme deuda acumulada y la caída del beneficio.
La pregunta que nos puede surgir es si realmente es cierto que España esté atrayendo inversión del extranjero, la respuesta es sí. En este diario recientemente se daba la noticia de que el Fondo Fidelity Iberia había desbancado, a nivel de patrimonio gestionado, a Bestinver Bolsa. Las entradas de dinero para el fondo de la gestora americana ponen de manifiesto que España figura entre las apuestas de los inversores extranjeros. Si hablamos de la deuda pública la afirmación es también válida, son ya varios los bancos extranjero que recomiendan cambiar la deuda pública alemana por española. La prima o diferencial entre ambas a diez años actualmente se sitúa en 240 p.b., un aliciente para la inversión en nuestras obligaciones frente al Bund alemán. Pero es que además parece muy posible que a finales de año este mismo diferencial se sitúe al borde de los 200 p.b. e incluso por debajo, con lo que aumenta el atractivo de nuestros títulos por el posible recorrido al alza del precio.
En cuanto a las inversiones directas centraré mi mirada en los inmuebles, así según el Ministerio de Fomento los compradores extranjeros de inmuebles, en el primer trimestre, están incrementando su ritmo de adquisición hasta el 5%, suponiendo ya un 15,5% de las transacciones realizadas. Debería tenerse presente que el repunte es el más alto, no desde el inicio de la crisis, sino de la serie histórica de la que dispone el Ministerio. Podríamos también hacer referencia a inversiones industriales. En este sentido y dentro de los múltiples ejemplos, quizá las inversiones en las plantas automovilísticas que hemos ido conociendo a lo largo de los últimos años sean un claro ejemplo de que ciertamente el dinero está llegando a España y está llegando a todos los niveles posibles de inversión.
Entonces, ¿qué ha cambiado?
Después de constatar la realidad, la siguiente pregunta es qué ha ocurrido para que hasta hace poco fuéramos denostados en todos los foros económicos y ahora seamos un foco de atención. La respuesta es que hoy por hoy el euro es incuestionable y nadie cuestiona ya la salida de España. Nuevamente las palabras de Draghi en el verano de 2012, donde dejó claro su compromiso con el euro fueron definitivas. Pero además de esta posición del banco central se encuentran las dolorosas reformas impuestas por Europa, especialmente, la caída de los salarios y la inacabada reforma laboral han conseguido que la balanza comercial presente superávit, algo hasta hace poco imposible. Este superávit sería mayor si aislamos la cifra de las importaciones de hidrocarburos, algo de lo que España es totalmente dependiente. No voy a entrar en valorar la importancia de una balanza comercial con superávit pues en estos momentos todos los medios de comunicación han divulgado la bondad, yo además añadiría la necesidad, de esta situación.
Hoy por hoy las reformas impuestas desde Bruselas al hilo del Memorándum de Entendimiento por la ayuda a nuestras cajas de ahorro han conseguido que se nos vea como la Alemania del Sur; la mezcla de unos costes laborales bajos con una orientación hacia la demanda exterior parecen haber logrado el milagro. España ha dejado con poca munición a los que pedían nuestra salida del euro.
Pero el peligro reside en la autocomplacencia. Cierto que la gente esta hastiada y cansada de las reformas, las cuales no han podido conseguir que el desempleo de nuestro país se sitúe por debajo del 25%, amen de una caída de costes laborales tal y como el Servicio de Estudios del Banco de España ha publicado y aún cuando Montoro diga que los salarios han moderado su ritmo de crecimiento. Este país sigue presentando un problema de déficit público primario considerable, la reforma laboral no está finalizada, no se acaba de adelgazar los gastos de una mastodóntica e ineficiente administración pública que abriría la puerta a una más que necesaria bajada de los impuestos directos, IRPF y Sociedades, bajada que podría apuntalar la demanda interna y acelerar la recuperación económica. Por supuesto, el dinero que está llegando de fuera debe permitir que nuestras maltrechas empresas, consigan crédito, consigan poder descontar los efectos de pagos de su cliente y sobre todo que las facturas de los organismos públicos se paguen en los plazos legales. Son muchos todavía los frentes que esta economía tiene que afrontar, pasará aún tiempo para que los ciudadanos empecemos a sentir la mejoría del clima económico, para ver un paro por debajo del 20%, para recuperar el poder adquisitivo perdido, pero no debe olvidarse que las reformas son necesarias, especialmente el adelgazamiento de la administración pública y la bajada de impuestos.
Miguel A. Bernal Alonso, profesor y coordinador del departamento de investigación del IEB.