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El auténtico masaje con final feliz: el que no tiene fin


    Isabel Santomé

    Lo que sintió el equipo de La La Land el pasado domingo en la gala de los Oscar cuando descubrieron que en realidad no habían ganado el premio a Mejor Película debió ser algo similar a algo que todo hijo de vecina ha vivido alguna vez: el final de un masaje. La piel está erizada, las manos del masajista irradian electricidad a los poros de la piel, la música relajante le transporta a otro lugar, la luz tenue le relaja, los movimientos circulares y envolventes gracias a los aceites esenciales le adormecen... Y de repente el Oscar va para Moonligth. La bombilla sobre su cabeza se enciende, una toalla cubre su cuerpo y el masajista dice eso de "te dejo vistiéndote, te veo en unos minutos fuera". ¿A dónde ha ido la felicidad que sentía hace solo unos segundos?

    Pues ahora imagínese que en realidad la estatuilla sí es para usted y que puede decidir hasta cuándo tenerla entre sus manos. Eso es precisamente la idea de la última propuesta del spa más grande de Andalucía. El hotel Royal Hideaway Sancti Petri presenta este mes de marzo el masaje infinito. Se trata de una cata 'endless' de hasta seis tipos de masaje que el propio cliente decide cuándo termina. Sin trampa ni cartón. Horas y horas (o minutos y minutos) de movimientos relajantes, descontracturantes o fisioterapéuticos repartidos por la zona del cuerpo que usted decida. Un masaje de piedras volcánicas, uno hindú de cabeza o incluso reflexología podal son algunos de los servicios infinitos que se pueden disfrutar.

    Para ello no es necesario ser cliente del hotel, pues el spa está abierto a personas no alojadas en el establecimiento. Lo único que hay que hacer, explica Toñi Leal, Wellness Personal Assistant del hotel Royal Hideaway Sancti Petri, es mantener una breve reunión con los especialistas para que puedan diseñar una experiencia su medida, para acomodar los masajes tanto a las necesidades como a los gustos del cliente. "Se decide cuáles y cuántos masajes habrá y el proceso de uno a otro es progresivo para que no cause impacto. Se ofrecen todos los masajes disponibles en el hotel, salvo el tailandés", asegura.

    Pero lo que no se pacta es el tiempo de duración. "Ahí está la emoción: tú empiezas y no acaba hasta que así lo decides", indica la wellness personal assistant. Lo fundamental es no mostrarse tímido ni temer estar pidiendo 'de más'. Desde el spa estiman que mínimo dos horas será lo más habitual.

    De todas maneras, la reserva estará sometida a disponibilidad, ya que requerirá el bloqueo del personal por un largo período. Y es que, ¿qué pasa si el cliente anterior decide no terminar en horas? "Haremos un estimado según las reservas que existan al principio. Al ser temporada baja aún tendremos margen de maniobra para saber cuál será la tendencia cuando llegue el verano. Según ello, estimaremos cuánto tiempo conviene bloquear las cabinas y al personal destinado a ello", aclaran de Royal Hideaway Sancti Petri. Para evitar sorpresas, recomiendan reservar con un día de antelación. Eso sí, podrá disfrutarlo cualquier día de la semana.

    Pero poner fin a las contracturas, a las futuras tensiones musculares, mejorar la circulación de la sangre o reducir la ansiedad en un masaje sin fin tiene un precio que también puede ser infinito. Su precio será de 50 euros por 25 minutos. Desde ahí, se cobrará 1 euro por minuto extra. ¿Cuánto podría llegar a costar dejarlo tan relajado como un bebé?