Evasión

Este restaurante con estrella Michelin se encuentra en el interior de una bodega y es uno de los mejores para comer en septiembre, según National Geographic

Fuente: Taller Arzuaga

María León

Por lo general, un tesoro nunca está a simple vista, se suele esconder para proteger su encanto y magia. De igual manera, hay quienes afirman que llegar al paraíso no resulta fácil y para otros, el verdadero lujo no está en tener, sino en compartir un bocado delicioso con la gente que quieres.

Podría decirse que todo ello converge en un punto en concreto del mapa, ubicado justo en la carretera N-122. Así lo reconoce la revista National Geographic en una de sus últimas publicaciones y marcan las coordenadas de este restaurante vallisoletano, Taller Arzuaga, como uno de los mejores para comer en septiembre. La bodega Arzuaga nos da la bienvenida, pero es en su interior donde la gastronomía, la moda y el mundo del vino se dan la mano.

De la moda al buen comer y beber

En plena milla de oro de la Ribera del Duero, enmarcada entre viñedos, se encuentra una de las bodegas más prestigiosas del país. Un proyecto que nació hace más de tres décadas de la mano su fundador Florentino Arzuaga y que ahora está en manos de sus hijos, Nacho y Amaya Arzuaga.

La que fue entonces diseñadora de moda no dudó en dejarlo todo a un lado para unirse al negocio familiar y ahora las más de 35.000 visitas anuales que reciben las barricas son solo una parte de su éxito. Al igual que ella esta bodega ha sabido reinventarse y proporcionar una experiencia 360, de forma que un hotel con spa y un magnífico restaurante completan el círculo.

| Fuente: Taller Arzuaga

Alma sostenible y una cocina vanguardista

Como era de esperar, los detalles no falta y este restaurante es capaz de sorprender sin la necesidad de estar sentado en la mesa. Su pasillo-túnel interactivo deja entrever sutiles notas de lo que será la experiencia y da paso a su comedor vanguardista con vistas al interior de la bodega. Allí, Amaya Arzuaga ejerce de maître siempre que puede y de la mano de Sara Ferreres, la chef al mando de los fogones. Aquí el broche de oro no lo pone el postre, sino una buena copa de vino. Esta experiencia gastronómica la completa Irene González, quien orquesta la sala y la sumillería del Taller Arzuaga.

La propuesta culinaria de Arzuaga es un paseo por los sabores más tradicionales de Castilla y de su finca. Proponen una carta y dos menús degustación (Reserva 120€ y Gran Reserva 165€), donde destacan con sutiles guiños a la caza y los verdaderos protagonistas son las verduras y productos de su propio huerto ecológico. Recientemente, la cocina de Ferreres ha sido galardonada con una estrella verde Michelin, un distintivo que avala el compromiso ambiental y ético del restaurante.