Evasión
Bodegas Vizar celebra 25 años de pasión vinícola con una joya enológica que rinde culto al terruño
- Situada en la Milla de Oro del Duero, es un referente nacional gracias a su equilibrio entre tradición, compromiso con la naturaleza y carácter propio
Luis Cepeda
Fundada en el año 2000, Bodegas Vizar fue la primera de las dos únicas bodegas del Duero certificadas con la Denominación de Origen Protegida Vino de Pago por la Unión Europea. Sus raíces se remontan al siglo XIV, pero su presente combina artesanía y tecnología, un propósito que se expresa en tintos monovarietales o en coupages que exaltan la identidad del territorio y su singular microclima.
Para celebrar su 25 aniversario, la bodega presenta un vino conmemorativo que lleva el nombre del propio pago: Dehesa Peñalba, ensamblaje de cuatro añadas (2022, 2021, 2020 y 2019) de sus cuatro variedades que rinden homenaje a un cuarto de siglo de pasión vitivinícola.
Procedentes de un terroir arcillo-calcáreo con limos, arenas y cantos rodados, cada añada aporta su carácter: profundidad, elegancia, estructura y frescura. El coupage, afinado durante 25 meses en barrica francesa de 225 litros, ha fermentado inicialmente en acero inoxidable y completado su maloláctica en barrica. El ensamblaje final incluye 43% Merlot, 39% Syrah, 16% Tempranillo y 2% Cabernet Sauvignon.
Detrás de la creación están los enólogos Emmanuel Ivars y Georges Pauli. Su formación en microbiología, química y viticultura, junto a su visión compartida de los singulares factores agrícolas y climatológicos que caracterizan al territorio, les permite tomar decisiones clave: de la gestión del viñedo y la vendimia hasta la crianza, su proceso vitivinicultor y coupages oportunos. Además, practican una viticultura sostenible y ecológica, lo que reafirma el compromiso de la bodega con sus suelos.
Bajo la dirección de Isabel Turrado desde hace nueve años, Vizar ha profundizado en su filosofía de calidad e innovación. Sus tres Vinos de Pago –Prestigio, Syrah y Selección Especial– serán acompañados desde ahora por esta edición limitada: solo 2.510 botellas numeradas y 115 magnus, lo que convierte a esta crianza conmemorativa en una joya para coleccionistas y amantes del vino de alta gama.
El diseño de la etiqueta y su estuche celebra el origen y los valores de la bodega: respeto por un territorio, pasión por la excelencia y grandes perspectivas.