Evasión
Cala San Miguel Ibiza Resort, la otra cara de la isla
- En la isla pitiusa también es posible el relax, la desconexión y alojarte en un lugar donde disfrutar de la Ibiza más auténtica
María Orriols
Bajo el lema Into the North el resort Cala San Miguel es una isla de tranquilidad dentro de Ibiza. Abierto a la cala que lleva su nombre, rodeado de un bosque de pinos y con una vista espectacular a la cala de Sa Ferradura, una península unida por un brazo de arena a la propia Ibiza, Cala San Miguel es el destino ideal para todos aquellos que huyen de la fiesta, que van en busca de la Ibiza más auténtica y que quieren disfrutar del sol, el mar y de una experiencia que nada tiene que ver con lo que sucede al sur de la isla.
Con una arquitectura donde predominan los listones de madera, los elementos payeses en la decoración y con cuatro piscinas con vistas al mar es el refugio ideal para todos aquellos que van en busca del relax y experiencias en disfrutar de esa "otra Ibiza" que cada vez tiene una mayor demanda. Precisamente, esta temporada se ha inaugurado The Club Experience cuyos integrantes cuentan con una habitación de más de 30 metros cuadrados con amenities de Natura Bissé y un pack de bienvenida.
El día puede empezar con una sesión de yoga frente al mar que termina con un baño de sonido del que sales con toda la energía cargada y dispuesto a disfrutar de una jornada única que puede continuar con un desayuno a la carta en Na Joneta. Los más activos pueden arrancar con una clase de high inentsity o cross training cuya recompensa es un baño en las transparentes aguas de la cala o seguir ejercitando el cuerpo en el gimnasio dotado de todos los aparatos necesarios para hacer una rutina completa. Cala San Miguel Ibiza Resort también cuenta con el spa Marés Wellness con una amplia carta de tratamientos faciales y corporales con los que reconectar cuerpo y mente gracias a la utilización de productos naturales.
Después de disfrutar de una de las cuatro piscinas de las que dispone el hotel, se impone el aperitivo y posterior comida en Da'Mar, con unas vistas espectaculares de la cala y una comida italiana que va mucho más allá de los clásicos snacks de piscina: así, por ejemplo no hay que perderse la pizza ibicenca con sobrasada, miel y queso de Mahón; el carpaccio de ternera y rematar con un canoli siciliano o el clásico tiramisú.
Por la tarde puede ser un buen momento para tumbarse en el recién inaugurado Beach Club donde se imponen los cócteles de autor y cómodas tumbonas frente a una exclusiva piscina, aunque tampoco hay que descartar comer ahí donde priman los productos de kilómetro cero y la gastronomía típica ibicenca destacando los arroces marineros y pescados a la brasa.
Con el objetivo de descubrir la Ibiza más auténtica, el hotel cuenta con la figura de un activity manager, la persona encargada de hacer realidad todos tus deseos para que amortices al máximo tu tiempo libre. Paddle surf, taller de hierbas ibicencas, explorar la Cueva Can Marça, hacer una ruta de senderismo hasta la Torre Des Molar o a la Bahía de Benirrás y descansar contemplando el islote Cap Bernat.
Una de las actividades que más éxito tienen es el cine al aire libre, que se proyecta junto a la piscina principal y del que se disfruta en tumbonas y con palomitas en mano.
Por la noche, antes de cenar impera subir a Atrio, donde cada atardecer se disfruta con música en directo y una coctelería de autor digna de recordar. Ahí mismo, también se puede disfrutar de una cena toda concebida en torno a las brasas.