Evasión

De isla en isla por los refugios más selectos de Filipinas: la elegancia eco-consciente y la libertad que necesitas

  • Más de 7.000 islas se despliegan como un gran tablero de juego
  • Analizamos las villas y resorts más exclusivos de este paradisíaco archipiélago

Patricia Velasco

Prepárese para una partida que es una obra maestra de estrategia y belleza. Más de 7.000 islas se despliegan como un gran tablero de juego donde el reto es acabar cayendo en la casilla perfecta. Será más fácil lograr este desafío si mueve sus fichas entre alguno de estos tres alojamientos, las villas y resorts más exclusivos de este paradisíaco archipiélago. ¡Que empiece el juego!

En este salvaje mosaico de azules y verdes que es Filipinas, decidir dónde desconectar puede ser complicado. Para guiarle en esta exquisita partida, aquí tiene una selección que le invita a avanzar por la privacidad más absoluta, la elegancia eco-consciente y la libertad más auténtica. Tire como tire los dados, caerá en un refugio donde distinción y belleza se alían para hacerle feliz, ya sea entre formaciones kársticas que custodian lagunas secretas o en playas increíbles donde tortugas y mantarrayas coquetean entre los corales.

Amanpulo, Isla Pamalican

Comience su partida con un movimiento maestro hacia la quintaesencia del sosiego insular. Amanpulo no es solo un resort; es un concepto, una isla privada que redefine el aislamiento y la discreción. Ubicado en Palawan, en la remota Pamalican, cuya traducción, isla de la Paz, ya da una pista sobre qué se va encontrar si cae en esta diminuta casilla a la que sólo se llega en vuelo chárter privado. Este traslado ya denota la exclusiva de la experiencia y contemplar desde el aire cómo va a aterrizar en medio de un arrecife de coral de siete kilómetros terminará por confirmarlo.

La arquitectura de Amanpulo está inspirada en las bahay kubo filipinas, casas de campo tradicionales con tejados a dos aguas y espacios abiertos que invitan a la conexión con el entorno. La mejor opción para ganar es mover su ficha a una de las villas privadas en las que la privacidad sube de nivel y tanto el chef, como el mayordomo asignado parecerán anticiparse a sus deseos. Podrá elegir entre flotar en las prístinas aguas de la playa a golpe de snorkel o refrescarse en la quietud de su propia piscina rodeada de palmeras.

Para que sus vacaciones cumplan con la máxima de desconexión total, visite el spa de Amanpulo. Cuantos más días esté, más masajes, tratamientos y sesiones wellness probará como si de una cata gourmet de bienestar se tratara. Pero, sin duda, no debería volver sin reservar una de las sesiones privadas de yoga o meditación que se realizan en el Jardín de la Sanación, una plataforma de madera en lo alto de una cima donde acariciar la paz.

De todos modos, no se limite a catar bienestar y deje que su paladar deguste joyas culinarias paseándose por los cuatro restaurantes de Amanpulo donde saborear lo mejor de la cocina filipina, la mediterránea y la japonesa. Ésta última alcanza la categoría de sublime cuando se fusiona con toques españoles de la mano del tokiota Kengo Tomita, chef executivo formado bajo la batuta del propio Arzak.

Aunque si busca ese extra de privacidad, no deje de regalarse una de las cenas privadas que, con una cuidada escenografía, preparan en el rincón de la isla que se le antoje. Entre antorchas y el arrullo marino de las olas de fondo, deleitará a su estómago con una barbacoa filipina, a base de marisco o del afamado lechón.

El Nido Resorts - Isla Pangulasian

Sin alejarse de Palawan, puede dar el siguiente salto insular hasta Pangulasian, enclavada en el corazón del célebre archipiélago de El Nido, en la bahía de Bacuit, cerca de imponentes formaciones kársticas y lagunas de un azul turquesa transparente que parece irreal. Es, sin duda, uno de los lugares más bellos de Filipinas donde le espera El Nido Resorts Pangulasian Island, un resort único que es la prueba de que sofisticación y sostenibilidad pueden coexistir en perfecta armonía.

Sus villas, diseñadas con una estética contemporánea y construidas con un profundo respeto por el medio ambiente, ofrecen una experiencia de inmersión total en la naturaleza. Aquí, la elegancia no sólo se ve, se siente en cada detalle ecológico, desde su planta desalinizadora hasta el uso de materiales naturales reciclados, pasando por la prohibición del uso de motos acuáticas y de otras prácticas que generen impacto como llevarse conchas, tocar los corales o interactuar con los animales.

Asegúrese la victoria de esta partida eligiendo pernoctar en una de las exclusivas villas Kalaw. Será así como logre despertar en el extremo oeste de la isla, en una cala aislada donde ningún otro huésped le robará ni un sólo centímetro de su edén.

Nay Palad Hideaway

El gran final de la partida le lleva a Siargao, la capital del surf de Filipinas, donde Nay Palad Hideaway redefine el concepto de sofisticación descalza. Aquí aseguran una experiencia local de libertad y espontaneidad con un toque extra de aventura, pero lejos de formalidades, ya que horarios y normas se desvanecen entre el ritmo pausado que marca el binomio selva y mar.

Tras el paso del tifón Odette en 2021, este alojamiento fue completamente reconstruido siguiendo las directrices del renombrado arquitecto Daniel Pouzet y colaborando con artesanos filipinos en cuyas manos los materiales locales se convierten en obras de arte. Así se creó el nuevo Nay Palad Hideaway que sigue siendo fiel al sueño de su creador Bobby Dekeyser, ex futbolista profesional del Bayern de Múnich, empeñado en ofrecer una propuesta aún más refinada y contemporánea, pero sin perder el punto desenfadado, responsable, sostenible y hospitalario que lo caracteriza.

Aquí no sólo caminará descalzo, también lo hará sin cartera porque ofrecen un concepto de Todo Incluido elevado a la personalización extrema. Los chefs crean menús a medida según sus preferencias culinarias. Las actividades se organizan de forma fluida y espontánea: clases de surf con instructores privados en la legendaria playa Cloud 9, excursiones en bangka, la embarcación tradicional filipina, a rincones tan idílicos como Sugba Lagoon, tour de island hopping, kayak entre manglares o un recorrido con chófer en un jeepney por las piscinas naturales de Magpupungko.