La receta de tarta de queso es más antigua de lo que crees: esta es su versión romana con de hace más de 2.000 años
- Fue denominado como pan libum y se ofrecía a los dioses en las festividades
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Víctor Ruiz
El origen de muchos postres, aunque en sus inicios puedan parecer completamente distintos, parten de tradiciones y culturas de civilizaciones como la romana. La tarta de queso no es una excepción y, si bien ahora hay una gran variedad de opciones para este postre, este tiene una historia de hace más de 2.000 años de historia.
La receta se denominada "libum" fue escrita en torno al año 160 a.C. en el libro denominado como "De Agri Cultura", manual redactado por Catón el Viejo. En este se documentan varias prácticas agrícolas y culinarias propias de la antigua Roma.
Contaba con tan solo 4 ingredientes muy básicos y accesibles por la mayoría: harina, queso fresco, huevos y hojas de laurel.
Se trituraban todos los ingredientes (menos el laurel) hasta conseguir una pasta homogénea manejable, algo similar a una especie de pan. Luego solo había que hornearlo sobre las hojas de laurel.
Esta era muy popular en todas las casas y durante las festividades más importantes se ofrecía el altar familiar a los dioses para proteger el hogar, por lo que adoptó el sobrenombre de "pan de dioses".
La cultura romana, y sobre todo su religión, se basaba en prácticas como sacrificios y rituales que buscan establecer un vínculo entre los hombres y los dioses. Si ellos hacían algo en compensación presentaban sus ofrendas a la deidad correspondiente: la diosa de las puertas y las bisagras, el de las monedas de cobre...
Receta del pan libum
- 350 g de harina
- 300 g de queso fresco
- 1 huevo grande
- 2 hojas de laurel frescas
Lo primero es calentar el horno a 220º arriba y abajo. Después es el momento de desmenuzar el queso, si se quiere se puede usar una batidora para que quede más cremoso. Es el momento de pasar la harina con un tamiz para que se incorpore bien antes de añadir el huevo para conseguir una masa perfecta.
Deja reposar la masa durante una media hora y dale formas de bolas no muy grandes para que se hagan bien. Esparce por la bandeja del horno unas hojas de laurel y pon las bolitas de masa para hornear 30 minutos.
Una vez frías servir y disfrutar (los romanos más pudientes lo hacían con un poco de miel). La receta no ha tardado en viralizarse gracias al vídeo de @eatshistory: