No tires las pilas viejas gastadas: límpialas bien con un paño seco y dales una nueva vida

Acumular las pilas gastadas en cajones, casi como si estuvieran olvidadas, es un clásico. Muchos son los que no encuentran un momento para llevarlas a un punto de reciclaje o directamente se les olvida. Sin embargo, hay otras maneras de darles una nueva vida sin que presenten un riesgo para el medio ambiente.

Estas pequeñas baterías están formadas por materiales tan valiosos como el zinc, el manganeso y el níquel, por lo que nunca se deberán desechar a una papelera común. Evitar tirarlas previene la contaminación tanto del suelo como del agua y promueve la conciencia ambiental desde casa.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que si la pila está dañada o tiene fugas no debería usarse para manualidades o decoraciones. Solo se puede emplear este método en aquellas que están en buen estado físico.

Estas son ideas creativas, pero que deben hacerse con mucho cuidado. En el caso de portalápices de estilo más bien solo o portarretratos que no tengan mucha personalidad:

Lo primero es limpiar las pilas muy bien con un paño seco para detectar alguna posible fuga o corrosión. Si tienen etiquetas se pueden despegar o lijar (con muchísimo cuidado) para un acabado más uniforme.

Si se quiere un toque más distinguido se puede usar pintura en spray metálico o acrílica. Deja secar bien antes de seguir.

Después corta el tubo de cartón y pega las pilas verticalmente alrededor de este hasta cubrir toda la superficie. Será como un muro cilíndrico metálico.

Por último pega la base de cartón o madera inferior del tubo. Así tendrás un portalápices original, aunque se puede adaptar a otros formatos dependiendo del tamaño de la pila o de lo que se quiera decorar.

Lo que se tiene que tener en cuenta es que nunca hay que manipular una pila en mal estado, abrirla, recargarla si no son recargables ni tirarla a la basura normal.