Evasión

Parece el Caribe, pero es la única playa española que figura entre las 50 mejores del mundo: aguas cristalinas rodeadas de dunas y naturaleza


María León

Con el verano ya a la vuelta de la esquina, es normal que vayan floreciendo algunos planes, como disfrutar de una buena cerveza al sol, o simplemente fantasear con la llegada de las ansiadas vacaciones. Hay quienes aprovechan estos días para escaparse a otro país y explorar nuevas ciudades y culturas. Mientras tanto, hay otros que apuestan por el turismo nacional, pues si de algo podemos presumir en España, es de nuestra gran lista de destinos, una gastronomía excelente y playas paradisíacas.

Precisamente playas espectaculares nos sobran en España y además es posible disfrutar de una gran variedad. Desde las larguísimas playas de Cádiz y Huelva, de los guijarros de la Costa Tropical, del encanto del Levante, de las numerosas calitas que recorren la Costa Brava o del agua refrescante del Mar Cantábrico. Ahora bien, si hablamos de la única que se ha colado en el ranking de las mejores playas del mundo, tenemos que fijar el foco en el noroeste de España, concretamente en las Islas Cíes.

Una de las playas más infravaloradas

En un listado nominado por las exóticas playas de Asia, por las conocidísimas del Caribe o las alejadas de Oceanía, tenemos el privilegio de encontrar una playa española. Poco conocida y en ocasiones, incluso infravalorada, la playa de Rodas es un auténtico paraíso natural en el Océano Atlántico.

Situada al frente de una colina verde de cipreses, la Playa de Rodas se encuentra en la posición 18º del ranking de las Mejores playas del Mundo. Y la verdad, no es de extrañar que se la haya tenido en cuenta, ya que su arena blanca y suave, contrasta a la perfección con sus aguas cristalinas y tranquilas.

Es más, al estar prácticamente desierta, se la conoce como un enclave virgen que podría estar situado perfectamente en el Caribe. Ahora bien, la única diferencia que podemos encontrar allí es la temperatura del agua, bastante menos cálida, aunque ideal para un baño refrescante y revitalizante.

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Solo se puede llegar en barco

Nadie dijo que llegar al paraíso fuera una cuestión sencilla. Para poder disfrutar de las dunas, de la naturaleza virgen de la zona y de sus aguas casi cristalinas hay que tomar un barco, pues es la única forma de llegar hasta las Islas Cíes. Lo mejor es hacerlo desde Vigo, Baiona o Cangas.

Precisamente, este acceso limitado es la garantía de que se trata de un lugar poco masificado y se puede disfrutar del lugar con tranquilidad. Es más, durante los meses de verano, temporada alta, el aforo es limitado por motivos medioambientales.

Además, es obligatorio solicitar un permiso a través de la web oficial. Precisamente, este sistema permite conservar a la perfección el ecosistema y conseguir que siga siendo un enclave donde todavía el turismo no ha dejado su huella particular.

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