Evasión

Inmensas fotografías de Cristina García Rodero en Barcelona: las mil y una emociones de una boca abierta

Fotos: Cristina García Rodero. Con la boca abierta. Galería Seltz. Barcelona

Ana Gómez Viñas

El Eixample barcelonés acoge la nueva galería de arte contemporáneo Seltz by Ritter Ferrer con la exposición monográfica de la gran maestra de la imagen Cristina García Rodero, Premio Nacional de Fotografía 1996. Un espacio que reúne fotografías tomadas a lo largo de décadas, que nos muestran un tapiz de emociones de la humanidad a través del gesto compartido más natural: abrir la boca. Sus trabajos ocupan los 400 metros de la galería, que se puede visitar en la calle Balmes, 54 (Barcelona). Hasta el 21 de junio.

Sorpresa, admiración y euforia

Se trata de una colección de 77 imágenes de su serie Con la boca abierta. Ese insondable gesto de abrir la boca que Rodero captura en toda su dimensión y con todos sus matices. Desde el primer grito de la vida en el parto hasta una sonrisa de sorpresa, de admiración, de éxtasis y de indignación.

A través de su lente, Cristina García Rodero documenta lo cotidiano, lo emocional, lo sentimental, lo que nos conecta. La de Seltz se trata de la primera exposición monográfica dedicada en Barcelona a la genial fotógrafa de Puertollano (Ciudad Real, 1949), primera mujer española de la agencia Magnum (Premio Princesa de Asturias).

Cristina García Rodero

Seltz se abre en la Ciudad Condal como un espacio de arte contemporáneo plural y diverso, como un espejo del mundo. Detrás de este proyecto figura el crítico de arte y comisario de exposiciones José Luis Pérez Pont, alma mater de este lugar junto a Lorena Pizarro Durán, profesional del mercado del arte contemporáneo. Pérez Pont es exdirector del Centro del Carme Cultura Contemporánea (CCCC) de València.

García Rodero es autora de La España Oculta, un recorrido por la España de hace 40 años, por nuestra cultura y nuestras tradiciones. Considerada como un referente para los fotógrafos españoles, García Rodero capturó con su objetivo la tensión de los personajes y sus vivencias en aquellas fiestas populares españolas del último cuarto de siglo. Son escenas de La España oculta, pero también de una España negra, como un cementerio y una niña vestida de blanco. La retrospectiva nos muestra un país de contrastes, de momentos festivos, de ambiente rural con aires goyescos. También hay presencia de escenas taurinas, paganas, religiosas y funerarias. "Intenté fotografiar el alma misteriosa, verdadera y mágica de la España popular, con su pasión, amor, humor, ternura, rabia, dolor, con su verdad", aseguró la autora para la agencia internacional Magnum.