El truco que ningún italiano utiliza al cocinar pasta y tú sí: este mito está arruinando el resultado

Si hablamos de recetas que estén consideradas como 'zona de confort', sin duda alguna, la primera de la lista tendría que ser la pasta. Fácil de cocinar, en pocos minutos, una infinidad de posibilidades y, por supuesto, deliciosa. Conozco a poca gente que no le guste la pasta, y me atrevería a decir que no deben de ser gente de fiar. Ahora bien, aunque sí que es cierto que preparar pasta es un proceso que no tiene mayor complicación, hay que tener en cuenta unos cuantos aspectos.

Seguro que en más de una ocasión has escuchado la siguiente frase: "Ponle un chorrito de aceite al agua de la cocción para que la pasta no se pegue". Y déjame decirte que, si lo pones en práctica, estás cometiendo un error.

El error imperdonable a la hora de cocinar pasta

Si le preguntaras a un italiano por esta técnica, lo más probable es que se llevara las manos a la cabeza. Lejos de hacer lo que promete, echar aceite al agua es un error, ya que empeora el resultado final de nuestro plato de pasta.

Cuando agregas aceite, este se queda flotando en la superficie, ya que no se mezcla con el agua. O lo que es lo mismo, en ningún momento se llega a integrar ni la pasta tiene contacto con él mientras se está cocinando, por lo que es imposible que el aceite consiga que no se pegue.

Ahora bien, el problema llega en el momento de colar la pasta, ya que es muy posible que esta quede ligeramente envuelta por el aceite y se cree una capa resbaladiza que impida que la salsa se adhiera bien. Y ninguno queremos eso.

Trucos que sí funcionan y recomiendan los italianos

• Agua en abundancia: Para conseguir que la pasta no se pegue solo es necesario una buena cantidad de agua en una olla. Esta debe tener el espacio suficiente para que la pasta se mueva.
• Los dos primeros minutos son clave: Este momento es clave para evitar que la pasta se pegue, por lo que lo ideal sería remover con una cuchara de madera durante este periodo.
• Cámbialo por sal: En vez de utilizar aceite, es mejor agregar sal cuando hierva el agua.
• No añadas agua fría al final: Salvo en ensaladas, no es recomendable hacerlo ya que, además de cortar la cocción, también elimina el almidón que el responsable de que la salsa se una bien a la pasta.