Olvídate de los cajones tradicionales para guardar cubiertos: esta nueva tendencia te permite optimizar al máximo el espacio de tu cocina

Si hablamos del verdadero corazón de la casa, en vez de pensar en el salón, deberíamos poner el foco en la cocina. Sin lugar a dudas, se trata de una de las áreas en las que más tiempo pasamos, ya sea cocinando o comiendo. Ahora bien, cuando hablamos de cocinas pequeñas, el primer reto que se nos presenta es poder aprovechar al máximo cada centímetro, para hacerlas lo más funcionales y prácticas posible.

Es más que obvio que cada hueco o espacio es un mundo de posibilidades, no obstante, más a menudo de lo que nos gustaría, las opciones tradicionales se quedan cortas en términos de optimización.

La nueva tendencia que arrasa en las cocinas

Por suerte, poco a poco se han ido adaptando los modelos tradicionales hacia un mundo lleno de posibilidades, donde también hay alternativas para las cocinas más pequeñas. Una de las opciones que más popularidad está ganando y por la que apuestan algunas de las tiendas más grandes del sector, tiene que ver con el cajón de los cubiertos.

No hay duda que es una de las partes esenciales de cualquier cocina y que, por supuesto, no puede faltar en ninguna. Hacerlos desaparecer no es una opción viable, pero lo que sí se puede hacer con ellos es colocarlos en un espacio en el que ocupen lo menos posible. De este razonamiento surgen algunos diseños más modernos en los que se instalan dobles cajones para optimizar todo el espacio disponible, no solo la base.

Este método no solo ayuda a organizar mejor los utensilios que tienen que estar más a mano, sino que también aporta una estética mucho más limpia y minimalista a la cocina, al desaparecer visualmente este cajón.

Otra de las ventajas es que se trata de un modelo totalmente personalizable y adaptable a prácticamente cualquier tipo de cocina, sin importar su diseño, tamaño o características. Ahora bien, como casi todo, también presenta desafíos. Para algunos, mantener el cajón de los cubiertos separados es la mejor opción, pues creen que se evita así mejor la acumulación de polvo u otras sustancias de la cocina.