Ni es de Gaudí ni es la Casa Batlló: este es el edificio modernista más bonito del mundo
- Es uno de los enclaves menos conocidos de la provincia de Barcelona y es una auténtica maravilla arquitectónica.
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Gloria Martínez
Cuando hablamos de modernismo, rápidamente se nos viene a la cabeza Gaudí, máximo exponente de este estilo en Cataluña y cuyos edificios decoran las calles de Barcelona para gusto y disfrute de todos aquellos que tienen la suerte de visitarlos. Aunque las construcciones más famosas de la provincia sean la Sagrada Familia o grandes modernistas como Casa Batlló, hay otros menos conocidos que son una auténtica maravilla.
La Ciudad Condal no es el único enclave de la provincia que cuenta con estas impresionantes obras de arte hechas edificio. Repartidos por todo el territorio barcelonés hay un sinfín de construcciones modernistas que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida. De hecho, el que para muchas personas es el más bonito de todos, se encuentra en Terrassa y deja sin palabras a todo el que lo descubre.
Se trata de la Masía Freixa, un precioso edificio eclipsado por la fama del modernismo de Gaudí y que no tiene nada que envidiar a las obras del famoso arquitecto español. Esta sinuosa estructura tiene una gran historia a sus espaldas y su ubicación en un parque público lo convierte en el destino perfecto para todos aquellos que quieren disfrutar de su belleza en un entorno natural sin igual.
Su origen se remonta al siglo XX cuando el arquitecto Lluís Muncunill i Parellada recibió el encargo de Josep Freixa de reconstruir una antigua fábrica de textiles de la ciudad para convertirla en una espectacular residencia familiar. La obra tuvo lugar entre 1905 y 1910 y cuenta con inspiración e influencias de Gaudí y el estilo modernista con perfiles redondeados, arcos parabólicos y un impresionante color blanco.
Años después, en 1959, el ayuntamiento de Terrassa adquirió el terreno a los herederos para convertirlo en el epicentro de este parque ajardinado conocido como el Parc Sant Jordi. Es posible recorrer el interior del edificio en una visita guiada que se realiza a diario y que permite al viajero descubrir las maravillas del que para muchos es el edificio modernista más bonito del mundo.