Evasión

Ni Albarracín, ni Buitrago: el pueblo medieval amurallado más bonito de España es un completo desconocido

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Víctor Ruiz

La fama de los pueblos de España es bien merecida y prueba de ello es su popularidad, ya que cada años atrae a más turistas tanto nacionales como internacionales. Si bien hay una larga lista de villas con encanto de las que elegir tu próximo destino, hay lugares que destacan por su rico legado cultural con el que se mantiene viva la esencia del propio pueblo.

Estamos hablando de una de las joyas del País Vasco: Hondarribia, también conocida como Fuenterrabía. Este desconocido pueblo, situado en la provincia de Gipuzkoa y muy cerca de la frontera con Francia, ofrece una experiencia que mezcla la tradición marinera y la arquitectura medieval.

El casco antiguo de la villa, abrazado por una muralla medieval, es uno de los lugares que mejor se ha conservado su pasado de toda Gipuzkoa. Al cruzar la Puerta de Santa María, se accede a un laberinto de calles adoquinadas flanqueadas por casas señoriales con balcones de madera decorados con flores. En el corazón del casco histórico se encuentra la Plaza de Armas, presidida por el Castillo de Carlos V, una fortaleza medieval que actualmente funciona como parador nacional. Otro de los puntos que visitar en la plaza sería su Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, un majestuoso templo que se levanta en estilo gótico tardío, reflejo de la importancia que ha tenido esta ciudad en la historia.

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Después de perderse por el entramado de callejuelas y plazas, uno de los rincones más especiales para explorar es el barrio de La Marina, zona que atestigua su pasado pesquero con unas fachadas llenas de color, flores y balcones con mucho encanto. Además, por esta zona se encuentra una de las mejores zonas de restauración, ya sea tomar uno de sus famosos pintxos vascos o disfrutar de alguno de sus platos tradicionales en los restaurantes locales. La cocina local es sin duda fruto de la herencia marítima propia a las zonas cercanas al Cantábrico.

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Además de su riqueza arquitectónica y gastronómica, Hondarribia cuenta con un entorno natural privilegiado. Su playa es un lugar ideal para relajarse, pasear o hacer deportes de agua, mientras que el cercano monte Jaizkibel ofrece espectaculares rutas de senderismo con vistas panorámicas del mar y la costa francesa. Otro punto de interés es el cabo Higuer, el extremo más oriental del mar Cantábrico, desde donde se pueden contemplar atardeceres inolvidables y explorar pequeñas calas escondidas entre los acantilados.

Hondarribia también es conocida por sus festividades, entre las que destaca el Alarde, una celebración que se realiza cada 8 de septiembre en honor a la victoria de la ciudad sobre el asedio francés de 1638. Los habitantes desfilan con trajes tradicionales en una manifestación de orgullo y arraigo histórico.

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