Evasión

El nuevo Renacimiento del Louvre tras las goteras: la Gioconda se independiza en una sala propia y adiós a la pirámide

    Macron, en la presentación de las reformas delante de la Gioconda

    Evasión

    El Louvre es un símbolo de Francia. Con manchas de goteras, con problemas de humedades y servicios obsoletos, ha llegado el momento de su remodelación. Lo ha anunciado el presidente Emmanuel Macron delante de la Gioconda, el icono artístico de Leonardo da Vinci.

    Casi diez millones de visitantes recorren al año las salas del Louvre. Son diez millones de los cien que recibe el país (también al año) que encabeza en ranking de los destinos turísticos más demandados del mundo. Desde que se inauguró la entrada de la gran pirámide de cristal, en 1988, la pinacoteca parisina recibía cuatro millones de turistas, menos de la mitad de los que recibe ahora.

    Por eso, al Louvre le ha llegado su momento. Estas obras de reforma y mejoras, anunciadas este martes 28 por Macron, llevan como lema el plan del Nuevo Renacimiento. La factura es descomunal. Por un lado, se trazará una nueva entrada principal en el patio cuadrado alternativa a la estructura piramidal, cuyo coste se baraja entre 700 y 800 millones. Y por otro, se acometerán las obras de mejoras, que podrían alcanzar los 400 millones. Una reforma que se emprenderá con el enorme desafío de no cerrar el museo al público.

    ¿Quién pagará estas facturas? Macron ha avanzado que la financiación saldrá del mecenazgo, de Louvre con sede en Abu Dabi y de la taquilla con el anuncio el estudio de un aumento del precio de las entradas para visitantes no europeos a partir de 2026. A día de hoy la entrada para ver la Gioconda cuesta 22 euros.