El truco viral para hacer mantequilla en casa que cada vez más gente copia: queda perfecta
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Víctor Ruiz
Las modas afectan directamente en lo que comemos y, por supuesto, en nuestra manera de preparar los alimentos. Hay épocas en las que algunos empiezan a hacer su propio pan casero, otras que añaden un nuevo electrodoméstico como es la querida airfryer y, en esta ocasión, otras desmienten lo que muchos consideraban un gran sobre esfuerzo. Y es que preparar mantequilla casera, condimentándola con nuestras especias favoritas, no es tan complicado como nos imaginábamos.
Puede que en España a la hora de cocinar se emplee sin lugar a dudas el aceite en vez de la mantequilla para engrasar las sartenes, pero ¿quién puede decir que no a una buena tostada con mantequilla? El debate de si debe llevar sal o azúcar lo dejamos para otro día.
Esta técnica se ha popularizado de Irlanda, donde hay talleres que imparten clases para aprender a hacer la mantequilla en casa y en muy poco tiempo. De esta manera podrás controlar la cantidad exacta de sal o especiarla al gusto y para ello solo necesitarás elegir una nata para montar de calidad, esta determinará el resultado del producto, y unas varillas eléctricas, aunque se hace mucho más rápido con un robot de cocina.
Además, una vez hecha la mantequilla esta se puede usar tanto para acompañar los desayunos, para hacer postres o incluso salsas.
Con la nata en el vaso de la batidora, es recomendable usar una extra grasa, empezaremos a montarla. Una vez que esté montada se seguirá batiendo durante aproximadamente unos 10 minutos. En ese momento verás que se separan por completo el suero de la leche y la mantequilla.
Una vez separados comienza el trabajo para refinar la mantequilla. La ponemos sobre un colador y empezamos a amasarla para terminar de eliminar los restos de la leche, lo mejor es usar unas paletas de maderas para darle forma y terminar de integrarla por completo.
Coloca la mantequilla en un bol con agua fría. Amasa con una espátula o tus manos para eliminar el exceso de suero. Cambia el agua varias veces hasta que quede clara.
Llega el momento de corregir el sabor y personalizarla al gusto. Añade una pizca de sal o si lo deseas puedes incorporar hierbas aromáticas, ajo picado, miel o especias para darle un toque único.
Por último, dale forma a la mantequilla con tus manos o un molde, y guárdala en un recipiente hermético en el frigorífico. Pon algo pesado para que haga de presión y se quede con una textura más compacta. Esta mantequilla te durará fresca de 1 a 2 semanas, pero seguramente se acabe antes.