Beatriz Cortázar habla con Amparo Larrañaga: "Me siento incapaz de ver las películas de mi padre"
- "Yo no quería tocar las cenizas (de Carlos Larrañaga) con la mano y fue mi hermano Luis quien me dijo que no sabía volcarlas. Cogió la urna, la volcó y justo le vino el viento de frente y se quedó con toda la ropa impregnada de cenizas"
- Empieza el año estrenando la nueva obra de Jordi Galcerán, 'FitzRoy' en el Maravillas: lleva más teatro en las venas que glóbulos blancos. Es hija de Carlos Larrañaga y de María Luisa Merlo, y por tanto, si echamos para atrás, haríamos una lista interminable de monstruos y monstruas de la escena
Beatriz Cortázar
Quedamos en el teatro Maravillas, que para Amparo Larrañaga es lo mismo que quedar en el salón de su casa. Está contenta porque empieza el 2025 estrenando la obra de Jordi Galcerán, FitzRoy, con la dirección de Sergi Belbel y junto a las actrices Ruth Diaz, Anna Carreño y Cecilia Solaguren. Cuatro mujeres dispuestas a subir el monte más alto de la Patagonia. Y es que la obra va de hasta dónde eres capaz por alcanzar tus metas. Amparo lo tiene muy claro. De esas metas y de su vida y obra hablamos en una soleada mañana madrileña y con esa sensación de confort que siempre evoca.
Cuatro mujeres que se embarcan en conseguir una proeza hasta la fecha imposible como es llegar a la cima del monte FitzRoy. ¿Y usted, hasta cuanto es capaz por alcanzar sus metas?
Sinceramente, jamás sería capaz de hacer lo que se proponen estas mujeres. No entiendo ese reto del deporte de alto riesgo asumiendo la posibilidad de que te puedes matar en el camino. Te aseguro que no va conmigo. No me produce ninguna pasión. Yo mataría por los míos, pero entiendo que cada cual tiene su pasión.
¿Sabe dónde están sus límites?
Ahora con los años lo tengo más claro, aunque hay veces que una misma se sorprende de hasta dónde puedes llegar. Eso lo sentí cuando estuve acompañando a mi padre (Carlos Larrañaga) hasta el final de su vida. Era algo que no podía ni imaginar, pero estuve hasta el último suspiro de mi padre, y no quiero imaginar qué hubiera sido de mí de no haberlo vivido de esa manera.
Su suerte es que pudo despedirse y acompañarle en el tramo final.
Es verdad, pero después fueron horribles los días siguientes. No podía quitarme de la cabeza esas últimas respiraciones y a la vez sentía que había sido un alivio tenerlo tan cerca. Por eso te aseguro que la vida te sorprende muchas veces con cosas que crees eres incapaz.
Ha estado pegada a las cenizas de su padre mucho tiempo. ¿Hoy puede decir que lo ha superado?
Al principio no podía separarme. Mira que soy una mujer sensata y muy racional pero en ese momento no podía hacerme a la idea ni resignarme. Bueno, hoy sigo siendo incapaz de ver sus películas o actuaciones de los últimos años. Veo sólo los trabajos que hacía de joven. La verdad es que he tenido sus cenizas en casa doce años y hace uno que las hemos esparcido. También quería esperar a que mi hermana Paula creciera para hacerlo y, lo que es la vida, luego ella no pudo estar. Te aseguro que la vida tiene momentos que son de lo más absurdos como lo que nos ocurrió el día que echamos sus cenizas en El Pardo. A mi padre le encantaba ir al Tiro de Pichón y buscamos un lugar cercano. Yo no quería tocar las cenizas con la mano y fue mi hermano Luis quien me dijo que no sabía volcarlas. Cogió la urna, la volcó y justo le vino el viento de frente y se quedó con toda la ropa impregnada de cenizas. La verdad es que fue una situación que de haber ocurrido nada más su fallecimiento habría sido tremenda pero menos mal que habían pasado los años. Reconozco que no quería soltar sus cenizas, no me preguntes por qué, y cuando me decían que me quedara con un puñadito y soltara el resto no lo entendía. ¿Qué es un poco, un trozo de su cuerpo? No, no. Dicho esto aún me cuesta entender que mi padre no esté aquí.
La verdad es que es un calco de Carlos Larrañaga.
Últimamente también me dicen que me parezco a mi madre pero yo no encuentro esa similitud.
¿Y en personalidad?
Mi padre era más sinvergüenza que yo (risas). Todos los hermanos tenemos su humor, incluso Pedro que podría sorprenderte. Es un humor de soltar todo a lo bestia que hemos heredado de mi tía Amparo Rivelles y de mi abuela María Fernanda Ladrón de Guevara.
Su madre, María Luisa Merlo, es, sin embargo, la dulzura hecha carne.
Es dulce, encantadora, feliz, siempre alegre… el otro día, a sus 83 años, nos hizo la dirección de orquesta de un concierto en La 2 que me moría de risa mientras usaba un palillo de cocina a modo de batuta. Es muy generosa en todo.
¿Los Larrañaga se juntan por Navidad?
Realmente, no. Años atrás sí lo hacíamos, pero ahora los niños han crecido, cada uno tiene su familia política, hay quien no celebra… Mi madre, por ejemplo, me dijo que iba a tener una noche espiritual pero yo sé que lo que quería era ver su Pasapalabra y acostarse a las 9 sin que nadie le moleste que eso le encanta.
¿Cómo se encuentra su hermano Caco?
Bien pero perjudicado desde que tuvo su cáncer. Aunque está cuidado es verdad que es el que peor salud tiene de todos.
Interpreta una obra sólo con mujeres. ¿El hombre está fuera de contexto ya?
Realmente somos mujeres porque se trata de conseguir un reto que hasta la fecha no han conseguido alcanzar una expedición sólo de mujeres que es subir a esa montaña.
No negará que ahora es el momento de las mujeres y añadiría de la diversidad como se ve en todos los repartos. ¿Cree que es una tendencia, una cuota o que realmente la diversidad ya es una realidad?
Te aseguro que a la generación de mi hijo le horroriza la perfección que se veía en los desfiles de Victoria's Secret. Hoy gusta la diversidad, las diferencias. Ya lo escribió Boris Vian en su libro Lobo hombre cuando contaba una historia en donde los feos estaban siempre encerrados hasta el día que los soltaron y las mujeres se volvieron locas. La perfección es cansina, aburrida y agotadora. Donde esté la diversidad que se quite todo por eso no creo que sea sólo una moda aunque evidentemente habrá quien lo haga por cuota. Pero te aseguro que las nuevas generaciones sí son así y no veas que lecciones te dan.
¿Y usted cómo lleva lo del paso del tiempo? Por el contrario tenemos el ejemplo de la actriz Demi Moore que a sus 62 años es increíble cómo luce y demuestra con su esfuerzo que la presión sigue existiendo.
La presión claro que existe y con los años te haces invisible. Por suerte en el teatro no lo he sentido porque los papeles no están tan marcados por le edad o no se fijan tanto. Hace un año, en Laponia, interpretaba a la madre de un niño de 8 años y nadie me juzgaba. Pero eso en televisión no ocurre. Ahí no existes. Al iluminador le da igual tus arrugas porque consideran que eres vieja mientras que a la jovencita le cuidan que el flequillo no le haga sombra. Sigue pasando.
Su zona de confort es el teatro.
Por supuesto. No tengo que aguantar gilipolleces ni nada por el estilo. Además trabajo en familia y eso es un plus de alegría que no te quiero ni contar. Si trabajara en otras compañías confieso que no sería igual ni parecido.
La suerte es que todos los hermanos se llevan fenomenal.
Absolutamente. Tenemos una confianza ciega entre nosotros y sabemos perfectamente lo que cada uno tiene que hacer sin meternos en el terreno de otro. He visto familias romperse por un negocio o un piso y eso entre nosotros es impensable.
¿Cuál es su rol en la familia?
Aunque mi madre está muy bien la verdad es que la matriarca soy yo. Pedro es quien lleva los negocios con una honestidad impecable y confieso que ni Luis ni yo sabríamos hacerlo. Lo mío es la inteligencia emocional pero la labor de Pedro es la más dura.
¿En el amor sigue igual de bien?
Llevo 28 años con el padre de mi hijo pequeño y todo bien. En las relaciones hay que darse libertad, entender que hay buenos y malos momentos y pensar si compensa. Lo más difícil no es enamorarse lo difícil es ver qué pasa un año después cuando ya te has despertado y los olores son reales y las hormonas no disfrazan nada. La convivencia, el día a día, dormir juntos… eso es lo real. Dentro de nuestra enorme libertad y tropiezos entiendo que además somos amigos, socios y compañeros de vida y así quieres seguir. Si un día sientes que no pues tampoco sería un trauma porque sería un final desde la madurez absoluta. Nadie sabe lo que te puede ocurrir en la vida pero te aseguro que aunque llegara ese momento seguiríamos siendo los mejores amigos del mundo.
En eso tiene el ejemplo de sus padres que se adoraban a pesar de terminar su unión.
Sólo te digo que si mi padre no hubiera muerto la siguiente función que iba a realizar era junto a mi madre. Se adoraban.
Es de las actrices que no le gusta hablar de política.
Me parece que son todos unos sinvergüenzas y encima copan todos los programas porque son unos exhibicionistas y ególatras. Mienten con toda su cara y les da igual. Por eso cuando estoy dando una entrevista me niego a hablar de ellos porque encima los detesto y es que son todos iguales. Un asco.
¿Entiendo que ya no vota?
Sí, voto, pero ya lo hago sin ilusión y pensando en lo menos malo que pueda encontrar.
El 2025 llega con nueva obra. ¿Y qué más?
Esta obra es mi planazo y por lo demás que me quede como estoy. Que mi madre siga con salud, que mis hijos estén bien, que continúen mis diversiones, mi trabajo… No sé si quiero morir con las botas puestas. Hoy me encuentro con fuerzas y ganas pero piensa que empecé con 15 años y me he perdido muchas cosas. Este trabajo te absorbe todo, son seis días a la semana después de la pandemia sin parar. Sólo para operarme del corazón.
¿Cómo se encuentra?
Mejor que nunca. Es verdad que una operación de corazón es muy impactante porque te lo paran. Había un riesgo de mortalidad pequeña pero también sabía que en este tipo de intervención te puedes quedar en el quirófano porque te paran el corazón durante 50 minutos. Tenía mucha seguridad en el equipo médico pero me costó mucho ver las caras de mi familia cuando me llevaron en camilla por el pasillo a los quirófanos. Luego no me enteré de nada. La noche anterior sí les pedí que se fueran y me dejaran sola porque necesitaba dejar de hacerme la fuerte y caerme con todo el equipo. Me pasó y luego ya me entretuve viendo cosas online de lo que iba a necesitar tras la operación.