Evasión

El majestuoso monumento de Madrid que cierra sus puertas a partir de enero y no podrá ser visitado más

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María León

Lugar de poder e intrigas, así ha sido siempre considerado el Castillo Nuevo de los Mendoza, ubicado en la pequeña localidad de Manzanares El Real. Este lugar, símbolo de Madrid gracias a su historia y su valor, recibió la visita de 407.000 visitantes durante los últimos cinco años, no obstante, este dato no se repetirá. Desde el 5 de enero, el monumento imperial del siglo XV ha vuelto a las manos de la Casa Ducal del Infantado, tras vencer el contrato de arrendamiento que mantenía la Comunidad de Madrid desde hace 60 años.

Pese a que el deseo de la duquesa era mantenerlo abierto al público por su reclamo turístico, no será posible, pues al vencer el contrato de gestión y uso público, el castillo deberá cerrar sus puertas. Según fuentes de EFE, el cierre viene motivado por la imposibilidad de conceder a los propietarios los permisos para su apertura a los visitantes.

| Fuente: Manzanares El Real

En mayo del año pasado, la Casa Ducal del Infantado trasladó su intención de recuperar el castillo. Ya desde entonces, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Manzanares trasladaron a la familia que la calificación como rústico del terreno era uno de los motivos por los que se impedía la concesión de los permisos necesarios. Algo que, según valora el abogado de la familia, Miguel Temboury, podría revertirse si existiese voluntad política, por lo que reclama que se consiga una solución urgente al problema que permita que el castillo siga siendo un lugar de disfrute.

Por el momento, la situación es la siguiente, el castillo permanece cerrado al público desde el día 5 de enero, como confirman en la página oficial de Manzanares El Real, aunque desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte se sigue trabajando en la continuidad del servicio público que se estaba ofreciendo, según fuentes de EFE.

Una de las fortalezas medievales mejor conservadas

Ubicado sobre el cerro que domina la sierra, en el año 1475, Diego Hurtado de Mendoza y Figueroa, primer duque del Infantado y segundo marqués de Santillana, fue quien mandó construir la fortaleza. No obstante, no sería hasta 1490, ya a manos de su hijo cuando se terminó el proyecto.

Durante sus siglos de historia, el Castillo Nuevo de los Mendoza pasó de ser una fortaleza, a ser uno de los palacios ducales más importantes de la Baja Edad Media. Destaca por sus grandes salones y por sus muros decorados con las tradicionales bolas isabelinas. Además, uno de los grandes reclamos del Castillo es la colección de arte que alberga en su interior, entre ella la colección de tapices flamencos del siglo XVII.

| Fuente: Manzanares El Real