Por qué recomendamos ver la miniserie 'Esto no es Hollywood' en Disney+
Lucas del Barco
¿Cómo contar una tragedia sin caer en el morbo? ¿Cómo reconstruir un suceso que paralizó a un país y expuso las miserias de la sociedad sin trivializar el dolor de las víctimas? Estas preguntas están en el corazón de Esto no es Hollywood, la nueva serie de Disney+ que recrea el caso de Sarah Scazzi, la joven de 15 años cuya desaparición y asesinato en el verano de 2010 desató uno de los mayores espectáculos mediáticos en la historia de Italia. Más de una década después, esta producción ofrece una mirada profunda y cautivadora a un caso que sigue siendo emblemático por lo que reveló sobre los medios, la sociedad y la naturaleza humana.
Dirigida por Pippo Mezzapesa, Esto no es Hollywood destaca por su enfoque sensible y respetuoso. En lugar de sensacionalizar los hechos, la serie se adentra en las dinámicas familiares y sociales que llevaron a la tragedia, y en cómo los medios de comunicación explotaron el caso hasta límites insospechados. El dolor de una madre que busca respuestas, el desconcierto de un pueblo invadido por periodistas y el impacto de las cámaras en cada rincón de Avetrana son elementos que se plasman con una precisión inquietante.
Uno de los momentos más desgarradores, fielmente reconstruido en la serie, es cuando la madre de Sarah se entera en directo de que el cadáver de su hija ha sido encontrado. Este episodio refleja el tratamiento irresponsable de los medios y sirve como punto de partida para una reflexión más amplia sobre los límites de la ética periodística.
El mayor logro de Esto no es Hollywood radica en su enfoque narrativo. La serie está dividida en cuatro episodios, cada uno dedicado al punto de vista de un protagonista clave: Sarah, su prima Sabrina Misseri, su tío Michele, y su tía Cosima Serrano. Este recurso narrativo permite explorar la complejidad de los personajes y las tensiones que llevaron a la tragedia.
Por ejemplo, el episodio de Sarah está impregnado de vitalidad y movimiento, con una cinematografía que refleja su energía y sueños juveniles. Por el contrario, el episodio centrado en Sabrina está bañado de luces brillantes y destellos que simbolizan su búsqueda desesperada de atención mediática. La perspectiva de Michele, el tío inicialmente presentado como el único culpable, adopta un tono oscuro y melancólico, mientras que la historia de Cosima revela el vacío y la desolación de una vida marcada por el encierro y el silencio.
Un retrato de la sociedad bajo presión
Más allá del drama familiar, Esto no es Hollywood realiza un análisis incisivo de cómo una pequeña comunidad como Avetrana quedó atrapada en el ojo de la tormenta mediática. La serie no condena al pueblo, pero muestra cómo sus habitantes fueron transformados por el escrutinio constante de periodistas y cámaras. Este enfoque añade profundidad al relato y plantea preguntas importantes sobre la responsabilidad de los medios y el papel del espectador en este tipo de casos.
El director Pippo Mezzapesa logra un delicado equilibrio entre la fidelidad a los hechos y el respeto por las víctimas. Consciente de las heridas abiertas que el caso dejó en Avetrana, la serie se filmó en localidades cercanas para evitar incomodar a la familia de Sarah y a la comunidad. Sin embargo, Esto no es Hollywood no evade los detalles incómodos ni dulcifica los acontecimientos, dejando claro que la verdad es el único homenaje posible para las víctimas.
Más que una serie de true crime, Esto no es Hollywood es un testimonio conmovedor sobre el impacto del dolor, el poder de los medios y la fragilidad de las comunidades bajo presión. Su enfoque narrativo, visualmente rico y éticamente comprometido, la convierte en una obra imprescindible para quienes buscan algo más que entretenimiento.
A través de sus episodios, la serie invita a reflexionar sobre los límites del espectáculo mediático y el costo humano de convertir la tragedia en una mercancía. Si buscas una producción que te conmueva, te haga cuestionar y te mantenga al borde del asiento, Esto no es Hollywood es una apuesta segura.