Stephen Bogart: el ajuste de cuentas con el pasado de sus padres, Humphrey Bogart y Lauren Bacall

Humphrey Bogart y Lauren Bacall conformaron una de las parejas más icónicas de Hollywood. Sin embargo, detrás de la fachada de glamour y éxito, su vida familiar fue compleja y, en ocasiones, oscura, tal como lo revela el documental Bogart: Life Comes in Flashes, producido por Stephen Bogart, su hijo mayor. Este filme, que explora la vida de sus célebres progenitores, arroja luz sobre las sombras de una infancia marcada por la ausencia emocional y la tragedia.

La distancia de un padre ausente

Stephen Bogart tenía ocho años cuando su padre falleció en 1957, y su hermana Leslie apenas cuatro. A sus 75 años, Stephen confiesa que nunca llegó a conocer realmente a su famoso progenitor: "Iba a trabajar, rodaba todo el día, y al llegar a casa solo quería cenar con mi madre. Decía: 'Hola, niños, ¿cómo estáis?', y después nos enviaban a dormir". Según él, los niños siempre ocupaban un lugar secundario frente a las fiestas, el alcohol y el tabaco.

El documental no busca demonizar, pero tampoco maquillar los aspectos más difíciles de su infancia. Stephen recuerda un episodio particularmente traumático: cuando apenas tenía dos años, sus padres viajaron juntos al rodaje de La reina de África. Durante su ausencia, su niñera sufrió un derrame cerebral y falleció frente a él. En el filme, Stephen reflexiona sobre la decisión de su madre, quien, al enterarse del incidente, prefirió quedarse en África en lugar de regresar a cuidarlo: "Ahora no la culpo, pero en su momento me marcó profundamente".

La sombra de Bogart

La figura de Humphrey Bogart siempre estuvo presente, incluso tras su muerte. Stephen describe cómo su madre mantuvo vivo el recuerdo del actor de Casablanca, lo cual fue una carga emocional para ambos hijos. Bacall, profundamente afectada tras quedar viuda, decidió mudarse a Londres y más tarde a Nueva York, arrastrando a sus pequeños en busca de una carrera teatral. En sus propias palabras: "Siempre había fotos de Bogie por toda la casa. Incluso su segundo esposo, Jason Robards, se parecía a mi padre".

El peso del apellido Bogart, tanto una bendición como una maldición, llevó a Stephen a escribir Bogart: en busca de mi padre en 1995. En este libro, intentó comprender al hombre detrás de la estrella, aunque admite que jamás logró recordar su voz fuera de las películas.

Bacall y su resiliencia

Lauren Bacall, quien falleció en 2014, siempre fue una figura más cercana para Stephen. A diferencia de la temprana muerte de su padre, la de su madre ocurrió cuando él tenía 65 años. "No fue trágico, simplemente inevitable. Ella vivió plenamente y logró lo que quería", explica en el documental.

Bacall, a pesar de sus fallos como madre, se mantuvo como un pilar en la vida de sus hijos. Stephen reconoce que ella también luchó contra las sombras de su matrimonio con Bogart y el impacto de su pérdida.

Preservar el legado

Aunque Stephen describe su infancia como distante, ha dedicado gran parte de su vida a gestionar el legado de sus padres. Desde festivales conmemorativos hasta el lanzamiento de la marca de licores Bogart Spirits, se ha encargado de mantener vivo el nombre de su padre. Por otro lado, su hermana Leslie optó por una vida más discreta, ejerciendo como instructora de yoga y enfermera.

Un ajuste de cuentas

Bogart: Life Comes in Flashes no es solo una biografía, sino también un ajuste de cuentas personal. Stephen Bogart, desde su retiro en Florida, reflexiona sobre los altibajos de ser hijo de dos estrellas de Hollywood. El documental permite a los espectadores descubrir al Bogart humano, más allá del ícono, y a Bacall como una mujer resiliente que navegó las complejidades de su vida personal y profesional.

El resultado es una mirada honesta y conmovedora que combina el esplendor del cine clásico con las cicatrices que deja la fama en el ámbito familiar. Así, Stephen Bogart honra a sus padres mientras confronta las heridas del pasado.