Evasión

Nochevieja en el paraíso de Fuerteventura: despide el año en las aguas turquesa de Corralejo

  • La isla más serena y salvaje del archipiélago canario le invita a celebrar una Nochevieja muy diferente, sin bullicio y sin frío
  • Déjese abrazar por el silencio de sus noches estrelladas que le lleve a recibir el 2025
Lagunas formadas por la marea en la playa Risco del Paso, Sotavento.

Patricia Velasco

Tan pronto aterrice en esta vasta llanura de ocres, negros y marrones, sus ojos se irán acostumbrando a ese magnetismo, casi místico, que provoca la aridez infinita de este horizonte desértico. A la vez, sus pulsaciones descenderán hasta mimetizarse con la cadencia lenta que fluye y que se desliza juguetona entre coladas de lava milenarias, rebaños de cabras y gigantes dunas doradas.

A los pocos minutos, Fuerteventura ya habrá llevado a cabo su embrujo en usted, obsequiándole con ese ansiado sosiego tras un año de duro trabajo. Prepárese para descansar los últimos días de 2024 en este privilegiado entorno donde el viento susurra historias antiguas y regala caricias saladas; el entorno perfecto para conectar con la naturaleza y con sus propósitos para el nuevo año.

Hay muchos rincones donde buscar inspiración para diseñar esos propósitos a cumplir en 2025. Antes de sumergirse en sus célebres playas, pruebe también a buscarlos entre algunas de las localidades más bonitas de la isla, desde las calles empedradas de Betancuria, a la arquitectura tradicional de La Oliva, pasando por el pueblo pesquero de Ajuy al ambiente bohemio de Lajares.

Piedra y lava

Fuerteventura es una isla de origen volcánico, por eso su piel está arañada por paisajes de una belleza áspera y majestuosa. En ese horizonte cuajado de rocas, pero limpio de bosques, emerge mística y enigmática, a apenas 400 metros sobre el nivel del mar, la montaña de Tindaya. Fue considerada sagrada por los antiguos aborígenes de la isla, quienes dejaron en sus laderas podomorfos, grabados que representan pies humanos y que tendrían un origen ritual o ceremonial.

Puesta de sol sobre el interior de la isla.

Visitar Tindaya es adentrarse en la historia de Fuerteventura y sentir la energía de un lugar cargado de simbolismo con una alta importancia arqueológica. Hoy, su entorno protegido es un lugar perfecto para el senderismo y, por supuesto, para reflexionar sobre cómo ha ido su 2024 y definir sus propósitos de 2025. El Malpaís de la Arena, cerca de Lajares, es otra ruta perfecta para explorar durante estos últimos días del año.

Aquí, podrá caminar entre antiguos cráteres y campos de lava solidificada, que parecen sacados de otro planeta. Si después de pasar por allí, sigue necesitando rincones más remotos y desconocidos donde continuar su balance de año, apunte el Valle de los Enamorados, también llamado Barranco Encantado, cerca de Lajares, al norte de la isla. A lo largo de millones de años, el viento y el agua han moldeado este paisaje, creando piedras redondeadas y colinas suaves que ofrecen una postal tras otra. Vaya bien preparado con agua, protección solar y comida para perderse por este laberinto de formaciones rocosas de color claro que contrasta con el intenso azul del que suele presumir Fuerteventura. Si le gusta la fotografía, disfrutará también creando encuadres únicos entre estas esculturas naturales.

Otro secreto, esta vez escondido en el corazón de la isla, cerca de Betancuria, es el Barranco de las Peñitas, un auténtico oasis que se alza como uno de los lugares más hermosos, pero desconocidos, de este destino. Este barranco de imponentes paredes rocosas destaca, además de por sus caprichosas formas, por pequeñas pozas y por su colección de palmeras canarias, tarajales y arbustos que ponen el toque de verde al habitual repertorio de marrones y negros que tapiza Fuerteventura. Lo ideal es visitarlo al amanecer o al atardecer, cuando el sol aún no castiga, pero sí se refleja en las rocas creando una paleta mágica de ocres y dorados.

Una de las rutas que podría hacer empieza en la localidad de Vega de Río Palmas y recorre el barranco hasta llegar a la pequeña Ermita de la Virgen de la Peña, patrona de Fuerteventura, a la que muchos lugareños peregrinan cada año el tercer sábado de septiembre. Sin duda, no debería perderse su rincón más emblemático, el Arco de las Peñitas que, como su propio nombre indica, es un arco de piedra formado de manera natural que invita, de nuevo, a jugar con el objetivo y con la perspectiva para llevarse, en la retina y en la cámara, un bonito recuerdo de esta inusual Nochevieja.

Mirando al océano

Si es amante de las playas, tiene para elegir entre kilómetros y kilómetros de arenales a cuál más impresionante. Al sur, en Jandía, se desperdigan por doquier playas preciosas como la paradisíaca Sotavento que compite descaradamente, y sin despeinarse, con el afamado Caribe. Aquí, la marea dibuja lenguas de arena que forman lagunas cristalinas ideales para un baño al atardecer mientras contempla avezados deportistas cabalgando entre olas y nubes con sus cometas y velas de kitesurf y windsurf.

Más al sur, le espera una playa totalmente diferente: Cofete, un rincón salvaje custodiado por montañas, con el pico de Zarza a la cabeza, que brinda una experiencia de soledad y misterio inigualable. Llegar a Cofete no es fácil, pero a lomos de un 4x4 es más sencillo acceder a este inhóspito paraje costero a caballo entre lo hostil y lo hipnotizante donde sentirse privilegiado.

Al norte, la protagonista absoluta es la playa del Parque Natural de Dunas de Corralejo, con el sistema de dunas más grande de todas las Islas Canarias. Ante sus ojos, un mar de arena blanca y dorada cuya morfología va cambiando con el viento hasta morir sin remedio en el Atlántico, a lo largo de unos 8 kilómetros de playas impolutas que hechizan a quien las contempla. Un paraje muy especial que mira de frente a la vecina Lanzarote, no sin antes toparse con otro de los atractivos de Fuerteventura, Isla de Lobos, a solo dos kilómetros de la costa. Este diminuto islote protegido con un ecosistema increíble fue, siglos atrás, hogar de colonias de lobos marinos o focas monje.

Hoy en día es, sin duda, otro de los lugares donde rendirse al descanso y la reflexión durante los últimos días del año ya sea bañándose en sus calas turquesas, tomando el sol en la playa de la Concha o acercándose al Faro Martino para disfrutar las vistas.

Despida el 2024 con mimos

Precisamente en Corralejo se encuentra uno de los hoteles más exclusivos de Fuerteventura: el Secrets Bahía Real Resort & Spa, refugio perfecto para alojarse durante esta Nochevieja tan atípica pero relajante.

Habitación Secrets Bahía Real Resort & Spa

Las cinco estrellas de este alojamiento Adults Only, con siete restaurantes, son garantía del lujo que le espera en los últimos días del año; y su impresionante spa es la promesa de que empezará 2025 con el cuerpo renovado y sin rastro de estrés. Para lograrlo, nada mejor que dejarse mimar en las completísimas instalaciones de su spa, catalogado como el mejor de la isla, mientras contempla las siluetas de Isla de Lobos y de Lanzarote al fondo. Un purificador último baño de 2024 en la playa será clave para comenzar el día de Año Nuevo rebosante de energía.

Terraza exterior del hotel

Pero antes, sumérjase en el festín gastronómico que proponen a quienes se alojen con el régimen Unlimited Luxury. Y es que Gustavo Guerra, chef ejecutivo y majorero de nacimiento, ha diseñado un impresionante buffet de gala para la última cena del año donde los productos locales, como el pescado fresco de la zona, son los protagonistas. Además, por supuesto, podrá degustar multitud de platos navideños tradicionales, como cochinillo de Ávila, cordero lechal, consomé, carabineros o rodaballo al horno, pero siempre con un toque contemporáneo de nouvelle cuisine.

Para seguir con este festín gastronómico plagado de delicatessen, en esta cena de gala de Nochevieja habrá un rincón con bocados japoneses y un corner de chocolate para los más golosos.