Evasión

El actor Josh Brolin recuerda a su madre alcohólica y su época de delincuente: memorias de un tipo no tan duro


    Evasión

    Josh Brolin (Santa Monica, California, 56 años) no siempre fue el rostro templado y seguro que conocemos hoy. Su aspecto de tipo duro se forjó en una infancia y juventud marcadas por el caos y los excesos. A los nueve años ya fumaba marihuana, a los 11 perdió la virginidad, y a los 13 experimentó con LSD. Su adolescencia transcurrió en el filo del peligro: pasó por la cárcel en nueve ocasiones, acumuló peleas de bar y borracheras públicas, y una vez fue apuñalado en Costa Rica. "Fue en el ombligo, el ligamento más denso del cuerpo. Por suerte, frenó el cuchillo antes de que me alcanzara los órganos vitales", cuenta el actor en sus memorias, From Under the Truck (Desde debajo del camión). "Muchos de mis amigos murieron, y no dejo de sentirme afortunado por haber sobrevivido."

    Por un tiempo, Brolin perteneció a los Cito Rats, una banda juvenil dedicada a pequeños delitos y cuyos integrantes, según el propio actor, "tenían sexo con ancianas ricas a cambio de cocaína". De los 50 miembros del grupo, calcula que 12 están en prisión y 37 han muerto. Es fácil entender su sensación de alivio al haber escapado de ese destino. "No siento culpa por haber sobrevivido, pero sí una gran responsabilidad de aprovechar la vida al máximo", reflexiona en su libro.

    El ascenso a Hollywood tras un inicio salvaje

    El destino de Brolin dio un giro inesperado a los 17 años, cuando consiguió su primer gran papel como Brand en Los Goonies (1985). Sin embargo, sus inicios en Hollywood no fueron fáciles. Durante más de dos décadas protagonizó películas que él mismo describe como "basura" hasta que, en 2007, llegó su redención con No es país para viejos, un filme que lo colocó en el centro de la escena junto a Javier Bardem y Tommy Lee Jones.

    La película marcó un hito en su carrera, pero no lo libró de su fama de juerguista, una reputación que quedó inmortalizada cuando el equipo del rodaje imprimió camisetas con la frase: "Yo culpo a Josh Brolin". Aun así, sus excesos no siempre despertaron risas. En sus memorias, Brolin habla de su madre, Jane Cameron Agee, alcohólica como él, quien lo arrastraba de bar en bar siendo apenas un niño. "Sabía perfectamente lo que hacía cuando bebía, y tomé esa decisión. Pero el alcohol se convirtió en algo que creí necesario para sentirme completo", confiesa.

    El peso de los lazos familiares

    Josh Brolin también relata su compleja relación con su padre, el actor James Brolin, casado con Barbra Streisand desde 1998. En el libro, menciona a Streisand de manera escueta, refiriéndose a ella como "Barbra, una cantante". En una ocasión, la artista le reprochó durante una cena que pidiera vino: "¿No eres alcohólico?", le espetó.

    Esa confrontación fue uno de los muchos momentos que empujaron a Brolin hacia un cambio de vida. Hoy lleva 11 años sobrio, pero el verdadero punto de inflexión ocurrió al aparecer borracho en el lecho de muerte de su abuela. "Ella me sonrió, y en ese instante sentí una vergüenza inmensa. Pensé: '¿Cómo me atrevo?'." Fue ahí cuando decidió dejar atrás el alcohol y reconstruir su vida.

    Ahora, casado con Kathryn Boyd, su tercera esposa, y padre de dos niñas pequeñas —además de otros dos hijos adultos de relaciones anteriores—, Brolin vive con más tranquilidad. Su evolución personal le valió una nominación al Oscar en 2009 por Milk, pero, según él, su mayor logro ha sido construir una vida sobria y plena para su familia.

    Memorias cargadas de sinceridad

    From Under the Truck no es la típica autobiografía de una estrella de Hollywood. Las reseñas destacan su brutal honestidad y un estilo más cercano a la poesía que a la cronología. El libro está salpicado de reflexiones sobre el sexo, incluyendo un encuentro con una prostituta en París, cuyo cabello rubio, según escribe, "aún puedo sentir descansando suavemente sobre mi mano".

    Brolin asegura que dejó que el libro cobrara vida propia y trató de interferir lo menos posible en el proceso. "¿Es lo más adecuado? No. Pero fui completamente honesto y seguí ciertas normas internas." Sin embargo, grabar la versión en audio de las memorias le hizo cuestionarse si había ido demasiado lejos: "Mientras lo leía, pensé: 'Oh, mierda. ¿Qué he hecho?'. Quise borrar cualquier evidencia de su existencia. Pero luego dejé de lado la vergüenza y decidí mantenerlo".

    Una lección de supervivencia

    En estas memorias, Brolin no busca exculparse ni embellecer su historia. Se presenta como un sobreviviente de su propio caos, un hombre marcado por errores y redenciones, que se abre paso hacia la calma tras años de tempestad. From Under the Truck no solo narra la vida de un tipo que parecía destinado al desastre, sino también la de un hombre que encontró la forma de reconciliarse consigo mismo y con el mundo.