El pueblo más bonito de Galicia (sobre todo en otoño) según los viajeros: un castillo medieval del siglo XIV rodeado por ríos

Los paisajes verdes y el entorno impresionante de Galicia la convierten en el lugar perfecto para una escapada, sobre todo antes de que empiece el invierno. En los últimos años muchos han sido los pueblos que se han popularizado entre turistas que llegan tanto de otras partes de España como del extranjero, pero siempre con cierta descentralización. Si bien es cierto que hay ciudades icónicas que todos quieren visitar como mínimo una vez en la vida, en el caso de los pueblos las opiniones están más divididas y cada uno tiene su lugar especial.

Es por esto que desde España Turismo se ha llevado a cabo el primer concurso para determinar cuál es el 'Pueblo más bonito de Galicia'. Con el cierre de la votación el 10 de noviembre y un total de 25.000 votos, ya se conoce el resultado.

Los usuarios han tenido que elegir entre un total de 27 pueblos cuál es el mejor respondiendo a la riqueza patrimonial que hay en sus cascos antiguos, la historia del lugar, el cuidado de su entorno natural y la gastronomía.

Los pueblos que optaron a ser el más bonito de Galicia

• A Guarda
• Allariz
• Baiona
• Betanzos
• Cambados
• Castro Caldelas
• Celanova-Vilanova dos Infantes
• Combarro
• Froxán
• Illa de Arousa
• Laxe
• Mondoñedo
• Monforte de Lemos
• Mugardos
• Muros
• Noia
• O Cebreiro
• Ortigueira
• Palas de Rei
• Piornedo
• Pontedeume
• Portomarín
• Redes
• Ribadavia
• Ribadeo
• Tui
• Viveiro

El pueblo favorito para los viajeros

El resultado ha sido claro: más de 7.000 votos a Palas de Rei, seguido de Froxán y Cambados.

En pleno corazón de Galicia, en la provincia de Lugo, se encuentra esta pequeña localidad cargada de historia, encanto y tradición. Conocida por ser una etapa esencial del Camino de Santiago Francés, este pueblo no solo es un punto de descanso para los peregrinos, sino también un destino muy atractivo para disfrutar de sus alrededores llenos de belleza natural y riqueza cultural. Más allá del tránsito constante de caminantes, Palas de Rei ofrece una conexión única con la historia medieval, el arte románico y el paisaje gallego, en el que los ríos desempeñan un papel fundamental.

¿Qué ver en Palas de Rei?

El núcleo de Palas de Rei tiene un aire acogedor, en el que con las calles empedradas y las casas de piedra se puede rememorar ese pasado histórico de la región. En el centro se alza la iglesia de San Tirso, uno de los puntos más representativos de esta localidad.

Además de este templo, el Castillo de Pambre, a pocos kilómetros del casco urbano, es otro de los puntos que más llama la atención. Fue construido en el siglo XIV y es uno de los pocos que sobrevivieron a las revueltas irmandiñas, un movimiento del pueblo que entre el siglo XV acabó con gran parte de las fortalezas gallegas. Está rodeado por el río que lleva su mismo nombre y un denso bosque que cubre todo el paisaje.

¿Qué ríos pasan por Palas de Rei?

El paisaje que rodea Palas de Rei es otro de sus grandes atractivos. Los ríos que atraviesan el municipio, como el Pambre y el Furelos forman un espectáculo único en el municipio. El río Pambre, en particular, serpentea por colinas cubiertas de bosques autóctonos, creando rincones ideales para el senderismo. Por su parte, el río Furelos, que también cruza las cercanías, es conocido por el puente medieval que lo atraviesa en la localidad de Melide, un punto emblemático del Camino de Santiago.

No son los únicos puntos que destacan en las proximidades de Palas de Rei. La cascada de Brañas ofrece una majestuosa estampa que pocos visitantes olvidan. Es el lugar perfecto para una escapada y pasar un día tranquilo.