Especial Tecnología y Startups

Cómo ser innovador con el regulador a la espalda

  • La regulación protege los derechos de los consumidores...
  • ... pero en ocasiones supone también un freno a la innovación
  • Piden crear un 'banco de pruebas' para testar los nuevos proyectos
<i>Foto: Getty</i>.

Carlos Bueno

Los emprendedores que se proponen innovar en los sectores financieros y aseguradores corren serios riesgos de ser sancionados o expulsados del mercado si no tienen muy presente la exigente regulación a la que tienen que someterse. Como casi todo, esto tiene su lado bueno -en todo lo que atañe a la protección de los derechos de los consumidores-, y también su lado negativo: supone un freno continuo a la innovación. Por ello, para buscar el punto intermedio, la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) reclama la entrada en vigor de lo que llaman un sandbox o banco de pruebas.

Rodrigo García de la Cruz, presidente de esta asociación, nos hace un símil con el mundo sanitario para explicar en qué consiste esta iniciativa: "Igual que en el sector farmacéutico una compañía no puede diseñar un fármaco y ponerlo en circulación sin más y se realizan pruebas en un entorno restringido, en el sector financiero y asegurador, cuando se va a lanzar un producto o servicio, también debe de estar sujeto a la normativa vigente". En ese sandbox -que, como vemos, no es una aceleradora sin más- estarán representados los reguladores, que valorarán el proyecto, asesorarán a los emprendedores y, finalmente, después de seis meses, decidirán si esa actividad necesita de una nueva regulación o no.

La iniciativa, en la que lleva trabajando AEFI con el Gobierno desde los tiempos de Luis de Guindos como ministro de Economía, fue aprobado el pasado 22 de febrero y aún está pendiente de ser enviado a las Cortes para su tramitación parlamentaria. "Los cuatro principales partidos no han manifestado que están a favor de este proyecto de ley, aunque no sabemos si finalmente introducirían enmiendas", comenta el presidente de AEFI. Reclama que entre en vigor cuanto antes para evitar la fuga de más talento e inversión. Según sus cálculos, "este proyecto tendría un impacto de 5.000 empleos y 1.000 millones de euros de inversión en los dos primeros años en funcionamiento".

Fuga de proyectos y talento

"Fue en 2016 cuando fundamos la asociación, con el objetivo de frenar la salida de talento de España, que se marchaba a Reino Unido, sobre todo, porque allí encontraban un entorno regulador flexible", explica García de la Cruz. De hecho, en los tres primeros años en funcionamiento de este banco de pruebas en Reino Unido, "éste se ha convertido en el motor de la innovación financiera con 125 proyectos, que han logrado una media de seis millones de libras en sus rondas de financiación", explican desde AEFI.

E insisten en recordar que las fintech e insurtech son actividades restringidas que tienen que estar reguladas y autorizadas para poder funcionar. "De los cuatro factores que influyen en el establecimiento de una firma de este tipo -talento, tecnología, inversión y regulación- la regulación podemos asegurar que es el elemento más importante. Son esas normas las que permiten desarrollar los modelos de negocio", explica García de la Cruz. Añade que en esos sectores no se puede ir a ciegas, que "funcionar en un espacio gris te puede llevar a la cárcel y el sandbox supondría trabajar en el gris más claro que existe". De ahí que se muestren tan a favor de ofrecer seguridad jurídica a sus proyectos desde el principio, de trabajar con los organismos reguladores desde el germen, para evitar que caigan -como sucede con muchos por este motivo- en saco roto. "A menudo observamos cómo una plataforma fintech o una startup emprende un proyecto con un gran banco y después terminan descartándolo, porque no saben si todos los pasos atienden exactamente a lo que marca la legislación…". Preguntamos si trabajar con la policía desde ese momento no puede coartar la libertad y esa capacidad de innovación, de ir por delante del mercado. "Es preferible hacer las cosas así, que nos acompañe en ese camino". "Sería como quien emprende un viaje: se puede ir campo a través, en línea recta, con todo tipo de obstáculos, o se puede ir por la autopista, siguiendo todas las indicaciones… Preferimos la segunda opción", destaca Jaime Bofill, socio del despacho Hogan Lovells, que ha acompañado a AEFI en todo el trabajo de diseño del sandbox español.

30 proyectos en espera

"Sabemos que hay una treintena de proyectos de fintech e insurtech esperando a que entre en vigor y se lance la primera convocatoria. Pero la pena es que nos están tomando la delantera y en todo este proceso ya se han establecido otros bancos de pruebas similares en Holanda, Dinamarca y Polonia, aparte del inicial de Reino Unido", recuerda a su pesar el presidente de AEFI. Y es que, igual que el sandbox español estará abierto a cualquier proyecto de fintech que esté domiciliado en cualquier país de la Unión Europea, también los creados en Polonia, Holanda y Dinamarca pueden autorizar proyectos de cualquier país miembro. Después, una vez recibido el visto bueno de cualquier país, que lógicamente se acoge a la normativa de la UE, recibe la licencia para desarrollar su actividad en cualquier otro país de la UE.

Desde AEFI y Hogan Lovells confían en que este banco de pruebas se convierta también en el dinamizador de la innovación en los sectores financiero y asegurador y declaran contar, entre otros apoyos, con el respaldo de la patronal Unespa.

No hay que olvidar que los grandes bancos y aseguradoras tradicionales tienen sus departamentos de innovación trabajando en múltiples propuestas para avanzar en la digitalización", recuerda el presidente de AEFI.

Líderes en sistemas de identificación 'online'

Para la mejora en la prestación de servicios financieros digitales es clave garantizar la correcta y segura identificación de los clientes. Más aún después de las últimas normas sobre doble autentificación. Este es uno de los grandes retos para las empresas que utilizan los servicios del 'onboarding' digital o identificación de clientes de forma totalmente digital.

Sin embargo, es un campo en el que podemos sacar pecho. En un reciente foro de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), patrocinado por Experian, se discutió sobre cómo está cambiando el sector financiero en España. En este encuentro, Iván Navalón, CEO de Electronic ID, explicó que España es uno de los países pioneros en aplicar estos procesos de identificación. Y puso como ejemplo el caso de Selfbank, que utiliza un sistema de videoconferencias para sus procesos de identificación de clientes. "Este modelo de identificación tiene una alta confianza por los clientes y apoya evitar el blanqueo y fraude", explicó. Por su parte, Raúl Repiso, CEO de Talento Mobile, destacó que "el 'onboarding' digital ha creado soluciones para que las empresas puedan acceder a mercados donde antes no podían hacerlo".

Inspirado en Reino Unido, Australia y Singapur

El 'sandbox' español se propone ser el más completo al tomar lo mejor de otros ya puestos en marcha con el mismo fin en Singapur, Australia y Reino Unido. Entre sus novedades, contempla dos modalidades que lo convierten en único, de exención y no sujeción. Según leemos en el Libro Blanco de AEFI y Hogan Lovells, que ha servido de base al Gobierno para diseñar este banco de pruebas, la modalidad de exención "permitiría que las entidades 'fintech' e 'insurtech' disfruten de un periodo de pruebas en el que puedan ir alcanzando los requisitos de obtención ordinaria de una licencia, para operar, por ejemplo, en el mercado de valores, bancario, servicios de pago o asegurador.

De esta manera, no se les exigiría el cumplimiento de todos estos requisitos ad initio, lo que podría suponer un claro obstáculo para la viabilidad económica y la supervivencia de muchas de estas empresas, sino en sucesivos estadios graduales a medida que vayan alcanzando un cierto grado de maduración". En la modalidad de no sujeción, se establece que "las entidades fintech e insurtech que realicen actividades no expresamente reguladas hasta la fecha empiecen a probar sus productos en un espacio de pruebas seguro o controlado permitiendo así lanzar este tipo de productos y servicios innovadores al mercado con el respaldo de los reguladores y con el consiguiente beneficio para el cliente final y para el propio mercado, aportando una mayor seguridad jurídica y confianza".