INTEROVIC demuestra que la carne de cordero es sostenible
- El sector ovino y caprino representa cerca de un cuarto del total de la Unión Europea
elEconomista.es
Madrid,
Si hay un sector que se encuentra en el punto de mira por la sostenibilidad es, precisamente, la alimentación. Interovic es uno de los ejemplos de esas empresas que hacen que sea posible tener presente la sostenibilidad, tanto en el presente como en el futuro, tal y como indican los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. La carne de pastoreo, con más de 3.000 años de tradición, ha demostrado a lo largo de la historia que consumir carne de lechal, cordero y cabrito es sostenible, además de saludable. Gracias a su forma de producción natural, se trata de la opción perfecta para aquellos que buscan un buen producto que contribuya a preservar el medio ambiente para las generaciones futuras. De hecho, la carne de cordero se posiciona con diferencia como la carne más asociada a la sostenibilidad, según diversos estudios realizados, precisamente por INTEROVIC.
El sector ovino y caprino representa cerca de un cuarto del total de la Unión Europea. La supervivencia de esta actividad es esencial para garantizar un día de mañana en amplias regiones de la península en las que es la principal motora económica, medioambiental y social. En España, el Programa Europeo que se ha llevado a cabo por las respectivas interprofesionales del ovino-caprino, ha logrado posicionar al cordero como la carne más asociada a la sostenibilidad, consiguiendo un aumento de 14% respecto a la toma de datos del 2017. De hecho, la ganadería ovina y caprina hace un uso respetuoso de los recursos naturales, que se devuelven al entorno de forma orgánica gracias a los métodos de cría tradicionales. Es por ello por lo que la Unión Europea reconoce los beneficios medioambientales y sociales de la producción de ovino y caprino, por esa razón financiando programas como el de INTEROVIC. Esta carne, gracias al pastoreo, contribuye a limpiar el terreno, prevenir incendios, fomentar la biodiversidad y conservar pastizales. Además, genera riqueza económica y fijación de la población en las zonas rurales más desfavorecidas. El sector proporciona empleo a medio millón de personas, entre las que se está produciendo un relevo generacional.