Energía

El deshielo del Círculo Polar Ártico 'abre' una nueva ruta comercial

  • Las olas de calor de este verano han sido fuertes en la parte norte
  • Varios cargamentos de gas natural se han enviado sin rompehielos
  • Los ecologistas temen que el uso de esta ruta contamine el Ártico
Foto de Dreamstime

Bloomberg

Una nueva ruta comercial para la provisión de energía se está abriendo al norte del Círculo Polar Ártico. A medida que las temperaturas alcanzan niveles más elevados se derrite la capa de hielo que antes impedía la entrada de los buques a la zona.

La cantidad de hielo marino que se va a fundir este año en el Océano Ártico va a ser de las más grandes desde que se registran datos de este tipo. Las olas de calor que han asolado todo el hemisferio norte este verano han incrementado el deshielo.

Aunque esta situación es alarmante para los ciudadanos comprometidos con el medio ambiente y los ecologistas preocupados por el calentamiento global, los buques que transportan gas natural licuado y otros productos lo ven como una oportunidad. Sus cargas este año atravesaron la región por primera vez sin la necesidad de usar rompehielos, eliminando varios días del tiempo de transporte y liberando suministros de yacimientos difíciles de alcanzar en Siberia.

El que haya más aguas navegables da impulso al esfuerzo del presidente de Rusia, Vladimir Putin, por ampliar el alcance de su país en el mercado del gas. También será muy beneficioso para compañías energéticas como Total y Novatek, que son líderes en los la extracción de hidrocarburos en el Ártico. También contribuye a reducir los costes de transporte del GNL, beneficiando a los compradores y a los comercializadores de ese combustible, que van desde PetroChina a Gunvor Group.

"Hay una tendencia de crecimiento de los volúmenes transportados por la Ruta Marítima del Norte este año", asegura Sergei Balmasov, responsable de la Oficina de Información de Logística del Ártico, consultora de Murmansk, Rusia. "Están aumentando las exportaciones de GNL".

Aunque los viajes de los buques ahora son más cortos y, por ende, se reducen las emisiones, a los ecologistas les preocupa que un mayor tráfico a través del Ártico eleve la cantidad de partículas de carbono puro que se depositan en la nieve provenientes de las chimeneas de los buques. Cuando ese hollín oscurece la superficie del hielo, acelera el proceso de calentamiento al absorber más energía solar.

Y como la temporada de transporte a través del Ártico comienza antes y termina más tarde, los buques pasarán más tiempo en la zona y arrojarán más partículas de carbono sobre el hielo.

Preocupaciones medioambientales

Por otro lado, los vientos y las turbulencias meteorológicas en la zona también agitan los mares, haciendo casi imposible limpiar cualquier derrame que se pueda producir. La Organización Marítima Internacional está analizando normas que prohibirían quemar petróleo pesado en las aguas árticas, extendiendo las restricciones ya en vigencia en la Antártida.

"Es una gran preocupación para nosotros porque, a medida que el hielo se funde, vemos más y más transporte marítimo", comenta Sian Prior, principal asesor de Clean Artic Alliance, una agrupación de defensa del medio ambiente.

Los científicos advierten del rápido cambio en el Ártico. El Mar de Bering entre Alaska y Rusia ha perdido una parte importante de su cubierta de hielo en tan solo dos semanas en febrero, mientras que la estación meteorológica más septentrional de Groenlandia registró temperaturas superiores a las que requiere el hielo para permanecer congelado durante 60 horas en el mes. El registro récord anterior fue de 16 horas a finales de abril de 2011. El termómetro superó los 30 grados el 30 de julio, una temperatura sin precedentes para el Círculo Ártico. En concreto, esta temperatura se registro en Banak, Noruega.

"El hielo ha estado retrocediendo unos 10 centímetros cada década durante los últimos 30 años", comenta Miguel Ángel Morales, profesor de oceanografía en la Universidad de Newcastle. "No existe otra explicación posible que el cambio climático. Si no es el cambio climático no tenemos ni la más remota idea de lo que puede ser".

En julio, China recibió dos cargamentos de la planta de Yamal (en el norte de Siberia) con los primeros buques de GNL que han cruzado el Ártico sin la ayuda de rompehielos. El tiempo de viaje desde el puerto de Sabetta a través de la ruta del mar del Norte hasta el puerto chino de Jiangsu Rudong fue completado en 19 días, en comparación con los 35 días de la ruta oriental tradicional a través del canal de Suez y el estrecho de Malaca.

Rutas como esa pueden ahorrar a Yamal 46 millones de dólares en costes de envio durante el resto del año. El tráfico está mejorando. Según la Agencia Federal Rusa para el Transporte Marítimo y Fluvial, en 2017 la Ruta del Mar del Norte transportó 9,7 millones de toneladas. Por ahora, en lo que va de año la cifra ya ha igualado a la de todo el 2017, según Sergei Balmasov de Arctic Logistics.