Energía
Mar Martínez: "Las renovables deberían suponer en torno al 10% del beneficio de Endesa"
- "El perfil de la compañía cambiará solo si aparecen posibilidades de crecer a un ritmo mayor"
- "Se producirá una transformación del sector, pero hay que ver a qué ritmo y qué pasos hay que dar"
Dentro de un índice como el Ibex en el que los dividendos alcanzan gran protagonismo, la retribución estrella es la de Endesa, con una rentabilidad del 7,1 por ciento y un consejo de mantener. Mar Martínez, directora de relaciones con inversores, explica que la política de pagos no cambiará mientras la empresa no logre crecer "muy por encima" de lo que lo hace ahora. Además, destaca la necesidad de que la transición energética sea un proceso gradual y la oportunidad que puede encontrar Endesa para transformar su mix de negocio gracias a las renovables.
Si en algo coinciden analistas, inversores minoristas e institucionales es que el principal atractivo de Endesa reside en su política de dividendo. ¿Durante cuánto tiempo será sostenible repartir el cien por cien del beneficio al accionista?
Desde que en 2014 abordamos la transformación de la compañía y reposicionamos la nueva Endesa como un jugador netamente ibérico, se convirtió en una firma con una política de dividendo muy atractiva. Siempre hemos ofrecido una rentabilidad de más del 7 por ciento. Y el plan estratégico que hemos presentado el pasado mes de noviembre sigue ofreciendo una de las políticas de dividendos más interesantes del Ibex 35. Ofrecemos un pay-out del cien por cien y, además, decidimos fijar un dividendo mínimo en el año 2018. Esta política de dividendo la hemos comunicado hasta 2020, aunque cada año presentamos una actualización del plan estratégico en noviembre donde revisamos tanto las estimaciones de crecimiento como la retribución. Estamos en un mercado maduro como es España y eso, de momento, condiciona las posibilidades de crecimiento hoy. En el horizonte del plan no prevemos cambios radicales que transformen el perfil de la empresa. Eso llegará, en todo caso, cuando se produzcan las posibilidades de crecer a un ritmo mayor, y estamos seguros de que el desencadenante va a ser el nuevo ciclo inversor que ya se está apuntando en el sector.
La elevada rentabilidad por dividendo ha sido especialmente atractiva con los bajos tipos de interés, ¿están viendo algún cambio en el accionista institucional con la expectativa de un alza del precio del dinero?
Lo que estamos viendo es que valores como Endesa, que tienen un porcentaje del negocio regulado muy alto, han sido un refugio con los tipos muy bajos. Ahora que todo apunta a un repunte de los mismos pierden parte de su atractivo, aunque creemos que la retribución sigue siéndolo y lo va a ser durante un buen tiempo. La correlación con los tipos es altísima en las utilities en general y especialmente con las más reguladas.
Sin embargo, Endesa no está tan apalancada como otras firmas del sector... ¿sirve de protección en esos momentos?
Es un tema sectorial. El dinero es así y en los movimientos especulativos se va de las eléctricas a, por ejemplo, los bancos. Te puedes comparar con compañías que están mucho más apalancadas y el efecto es el mismo. No está relacionado con el apalancamiento, pero son movimientos de corto plazo. ¿Cuánto llevamos diciendo que va a haber subida de tipos que no llega nunca? En los últimos meses hemos vivido de todo.
Ese reducido nivel de apalancamiento deja margen hasta el objetivo de deuda/ebitda. ¿Qué espacio quedaría para invertir?
Ahora mismo estamos en 1,6 veces deuda/ebitda y llevamos mucho tiempo diciendo, desde 2014, que nuestra aspiración es movernos entre 2 y 2,5 veces. Con estos números, tendríamos unos 2.000 millones adicionales más o menos, pero esto es solo una referencia, no un objetivo.
Si algo tiene en común todo el sector en España es que está pendiente de la energía renovable y el proceso de descarbonización. ¿En qué punto se encuentra?
La transición energética y la descarbonización es un escenario que todos compartimos. El escenario final está claro, pero veremos a qué ritmo llegamos y qué pasos hay que dar. Lo que es evidente es que se va a producir una transformación absoluta en el sector y eso va a tener muchas consecuencias. El mix de generación va a ser renovable, pero no va a serlo mañana. Tenemos presencia nuclear, de carbón, hidráulica y de ciclos combinados. De aquí a 2025-2030 lo que no se puede hacer es sacrificar todo a la vez, si tienes unos compromisos de reducir CO2 ese el objetivo principal pero no puedes poner en riesgo la garantía de suministro. Los objetivos de reducción de CO2 fijados por la UE han sido asumidos por España con una gran ambición que Endesa comparte, pero debemos afrontarlos sin poner en riesgo la garantía de suministro ni perjudicar la competitividad de nuestra industria, ni poner en riesgo la cobertura de la demanda.
En los últimos meses también se ha hablado mucho de la desnuclearización, ¿cuánto preocupa al inversor institucional?
El inversor institucional lo que quiere es una rentabilidad razonable. La nuclear le afecta en la medida en que no tenga claro hacia dónde vas. Para nosotros, las nucleares no pueden desaparecer mañana y los expertos coinciden: tenemos que hacer un cierre paulatino. No vemos un escenario de cierre antes de 50 años de vida. Los 40 años los empiezan a alcanzar entre 2023 y 2028 y nosotros decimos que tendrían que durar como mínimo 10 años más. Veremos a ver qué es lo que sucede el año que viene, que es cuando tenemos que solicitar la extensión de vida útil para las dos primeras centrales. Ahora la ministra debe decidir si es una potencia que necesita y cuándo puede prescindir de ella. Enresa no tiene fondos suficientes para desmantelar y tampoco tiene capacidad para afrontar todo este cierre a la vez, por lo que lo que necesitamos es orden a lo largo del proceso.
¿Cómo es de grande la oportunidad que existe en renovables?
La descarbonizacion de la energía prevé una masificación de las renovables. Ahora cubren el 40 por ciento de la generación. Prevemos que a 2030 vamos a necesitar 40 gigavatios de renovables, que es básicamente los 40 gigavatios que tenemos a día de hoy. Y eso supone un esfuerzo tremendo en muy poco tiempo. Además, para poder incorporar esa energía renovable necesitamos reforzar las redes y automatizarlas, meter más inteligencia... Según informes a los que hemos tenido acceso la red eléctrica española necesitaría una inversión de en torno a 40.000 millones de aquí a 2030. Y no olvidemos que la reducción de las emisiones de CO2 va a necesitar de otras medidas adicionales como el fomento de la electrificación de la demanda, especialmente del transporte.
¿Cuánto llegarán a pesar las renovables en Endesa al final del plan estratégico en 2020 y cuál es el objetivo a más largo plazo?
Nosotros empezamos el parque en España con 1.700 megavatios renovables en 2016. Nos hemos presentado a los dos últimas subastas y hemos logrado otros 900 megavatios, a los que hay que añadir la compra de instalaciones eólicas por unos 130 megavatios más. Ahora estamos centrados en desarrollar estos parques que tienen que entrar en funcionamiento en 2020. Adicionalmente, analizamos todas las ofertas que se nos presentan. Pero no vamos a pagar más por activos de segunda mano cuando podemos desarrollarlo nosotros. Cuando incorporemos la nueva capacidad que estamos desarrollando, las renovables deberían suponer unos 300 millones de ebitda, algo por debajo del 10 por ciento. A futuro debemos seguir creciendo y nuestra aspiración, aún por concretar, es capturar el 10-15 por ciento de la nueva capacidad renovable que sea necesaria hasta 2030.
Una de las formas de lograr un beneficio extra para la empresa es el 'trading' con la energía, ¿cómo funciona?
Tenemos una cartera de ventas superior a la de producción y parte de la demanda la cubrimos comprando energía en el pool. Tenemos un riesgo con el que estamos cómodos. Este año es cero porque a medida que cierras la cartera comercial con clientes y ves un nivel de precios razonables compras a futuro y garantizas tu margen. Esta posición corta solo nos ha dado un año resultados negativos, en 2017, cuando perdimos 100 millones. En años buenos hemos ganado 200 millones.
"En las quinielas hay más ruido que realidad"
Durante los últimos meses el ruido corporativo ha sido una constante en el sector. Sin embargo, Mar Martínez resta importancia a la posibilidad de que se produzca una ola de fusiones y adquisiciones. "Sí que ha habido algo de movimiento. Hay fondos que han entrado en el capital de una compañía y tienen una presencia más activa", relata. "Pero si de lo que se habla es de una reorganización del sector, con todos los rumores que hay en el mercado y con Endesa en todas las quinielas, yo creo que hay más rumores que realidades", explica. "El grupo Enel, al que pertenecemos, ha dejado muy clara su opinión al respecto en varias ocasiones en los últimos meses", concluye.
Dentro del capital de la eléctrica, el 70% de la compañía está controlado por Enel. Esto deja una porcentaje limitado de free float y gran parte del mismo está concentrado en inversores institucionales. "Suponen en torno a un 22%", señala Martínez. Al mismo tiempo, dentro de ese porcentaje una gran parte del mismo es un inversor de largo plazo. "Desde 2014 monitorizamos bastante el perfil de los inversores de la compañía y la mayoría de estos son muy de largo plazo, que a día de hoy eso no quiere decir que vayan a estar contigo 20 años. Pero el perfil general es long only procedente de Estados Unidos y Londres. De ese 22% de institucionales, un 80 % es inversor a largo", resalta. Asimismo, apunta que la parte de los "hedge fund que están más al filo de la noticia es más marginal". Para explicar esta lealtad de los inversores institucionales, Mar Martínez asegura que "año tras año Endesa ha sido capaz de cumplir con los compromisos comunicados a los mercados, por lo que la relación de confianza con los inversores se ha ido fortaleciendo".
"La retribución regulada preocupa al inversor"
El 70% de los ingresos de Endesa procede del negocio regulado y uno de los grandes temblores que sufrió la compañía en el mercado llegó cuando empezó a planear la amenaza de un recorte sustancial en la retribución de la red. "Ha habido muchas polémicas con respecto a este tema. Desde principios de enero se han anunciado distintas medidas que no se han concretado. Nosotros siempre hemos defendido que la retribución de la red debe ser razonable y desde luego suficiente para cubrir los costes de capital, porque, en caso contrario, será imposible afrontar las inversiones necesarias para asegurar la extensión, modernización y digitalización de las redes que han de hacer posible la penetración de las renovables que es, a su vez, imprescindible para conseguir los objetivos de descarbonización. Por ello, estamos relativamente tranquilos, ya que, por lo que acabo de decir, los objetivos medioambientales son inseparables de una retribución razonable de las actividades de distribución", incide.
Con todo, esta ha sido una de las principales preocupaciones que han tenido los inversores durante los últimos meses y las firmas del sector se han movido en el parqué en función de las noticias que llegaban en este sentido. "El nivel de preocupación fue sin duda alto, porque nadie tenía en el radar algo así", razona Martínez.
Esta cifra se explica por el sistema empleado en la última revisión de la remuneración, por la cual se establecía la media de rentabilidad del bono español a 10 años durante los últimos 24 meses y se aplicaba un spread de 200 puntos básicos. Con esta fórmula, la retribución fijada hasta 2020 era del 6,5%, pero con las caídas del interés de la deuda soberana aplicar este mismo modelo implicaría un retorno del 3,5%.
"Las eficiencias vendrán de la digitalización"
Durante los últimos años la compañía ha realizado un importante esfuerzo de ahorro. Según resalta la directora de relaciones con inversores, la base de coste ha bajado en 400 millones de euros desde 2014 y ahora se sitúa en los 2.000 millones de euros. "En este sentido ya se ha hecho un esfuerzo muy grande. Las eficiencias son olas y siempre revisas procesos y eres capaz de sacar algo más, pero en el plan que hay encima de la mesa se estiman 250 millones de euros de eficiencias, pero estas vienen de la digitalización", señala Mar Martínez.
Y es que el mantra de la digitalización se repite a lo largo y ancho de todos los sectores y en el eléctrico también se destaca la importancia de este proceso. "Todos estamos hablando de los mismos. De digitalización de los servicios y los productos asociados a tu cliente tradicional", resalta Martínez. En este sentido, aunque se habla mucho de la digitalización todavía es muy difícil discernir cuánto supone sobre el valor total de una empresa: "No se valora por partes, a día de hoy se valora en la medida en la que se miden las eficiencias que va a traer este proceso", apunta.
Dentro de Endesa, este proceso cuenta con varias patas. "La etapa inicial ha sido la de los contadores inteligentes, que te permiten un mundo de posibilidades. Por ejemplo, puedes aislar incidencias y los cortes de suministros deberían ser menos, ya que los puedes acotar y no se ve impactada la red entera", explica la ejecutiva. Con todo, la segunda parte de este plan se centra en la digitalización de la relación con el cliente, que cada vez busca más recibir todo de manera online. Con todo, Martínez reconoce que "ahora se generan algunas duplicidades", ya que muchos clientes quieren recibir la información "tanto en papel como vía app".