Energía

Las refinerías, el arma secreta de la OPEP

  • Construye plantas para controlar el precio de los productos petrolíferos


"Quien sea el dueño del petróleo, será dueño del mundo", decía Henry Bérenger, comisionado del petróleo francés desde 1918 a 1920. Esta frase resume la importancia del "oro negro" ya que, desde el origen de la era del crudo ha sido considerado como uno de los bienes más preciados. Además, es la principal fuente de energía en los países desarrollados. De ahí que su producción mundial siga aumentando conforme pasan los años y se generen importantes tensiones geopolíticas por sus precios. El petróleo Brent cae a mínimos de cinco años, por debajo de los 70 dólares.

Si observamos los datos proporcionados por Cores del pasado año, la producción a nivel global de petróleo alcanzó los 87,30 millones de barriles al día, lo que se traduce en un incremento del 0,4% respecto al año anterior.

Por mercados, Oriente Medio ha sido tradicionalmente uno de los territorios más ricos. De hecho, Arabia Saudí se sitúa a la cabeza del ranking de la producción de petróleo -suma el 13% de la producción mundial- seguido por Rusia -con el 12,5%-.

La llegada de nuevos productores y la caída de demanda en algunos países (en España hasta un 25% en la crisis) ha provocado un descalabro en los precios y ha forzado a los países de la OPEP a buscar nuevas fórmulas para controlar el sector. Si no pueden mantener los precios del petróleo en el nivel adecuado para sostener sus presupuestos, al menos lo intentarán con los productos instalando sus propias refinerías: la nueva arma del cártel petrolero.

Oleada de construcción

Los estados petroleros de Oriente Medio se encuentran inmersos en una oleada de instalación de nueva capacidad lo que puede incrementar el peso de esta región hasta un tercio en los próximos cinco años. Según el director general de la patronal petrolera española (AOP), Álvaro Mazarrasa, esta tendencia está motivada porque "las exigencias medioambientales son menores que en Europa, al igual que los costes energéticos". "Además, la demanda de productos petrolíferos en general se ha desplazado hacia Asia y ellos están en una magnífica posición para suministrar tanto al mercado europeo como al asiático, unido a la creciente demanda local de los países del Golfo, lo que ha hecho que se estén construyendo unos enormes complejos petroquímicos y sean proveedores a nivel mundial", añadió Mazarrasa.

Esta nueva capacidad, diseñada para crear productos con las últimas especificaciones europeas, será la competencia directa de las refinerías de Asia y Estados Unidos. Y no sólo eso, también es probable que acelere el fin para muchas de las antiguas plantas del Viejo Continente.

No obstante, esta no es la primera vez que Oriente Medio experimenta un boom en la construcción de refinerías. La primera oleada llegó en la década de los años 80, pero el crecimiento de la demanda interna en esos momentos absorbió mucha de su capacidad.

Con todo, esta nueva oleada podría proporcionar, aproximadamente, unos tres millones de barriles al día, lo que reforzaría la tendencia de exportaciones a nivel mundial. No obstante, los ambiciosos planes podrían reducirse en el caso de que no se encontrara financiación suficiente o, por otro lado, como algunos proyectos están compitiendo entre ellos, el inicio de la construcción de uno podría significar el final de otro.

Según una encuesta elaborada por Petroleum Economist, Oriente Medio es la región que más refinerías pretende construir, arrebatándole el primer puesto a Asia. Así, los países de Oriente Medio están atrayendo un 34,7% de la nueva capacidad señalada en esta encuesta, mientras que la zona de Asia está atrayendo sólo un 31%.

La encuesta de este año revela que con las nuevas construcciones o con la expansión de refinerías a nivel mundial está previsto que se produzcan hasta 8,928 millones de barriles al día, objetivo que esperan que esté completado en los próximos cinco años. Sin embargo, este dato ha disminuido un 15,21%, desde los 10,530 millones de barriles al día previstos en la cuesta del año pasado. Esto es, en parte, un reflejo de los proyectos que han sido completados a lo largo de este año.

La nueva capacidad planeada -que supondría un incremento equivalente al 9,4% respecto a la capacidad que existe en todo el mundo- señala la necesidad de cerrar aquellas refinerías que sean menos eficientes a nivel mundial.

Al mismo tiempo, las nuevas refinerías de Oriente Medio no sólo tienen la ventaja de poder abastecer de petróleo a todas las regiones, sino que contarán con una capacidad tecnológica y mejoras que arrebatarán el liderazgo a las antiguas plantas del Viejo Continente.

Esta tendencia ya se comienza a apreciar: la capacidad de refino en Arabia Saudí se incrementó en 2013 un 18,9% respecto a 2012 -fomentado, en parte, por la puesta en marcha de la refinería de Jubail que tiene una capacidad de 400.000Bbl/día-.

Frente a este dato, llama la atención el descenso de la capacidad de refino en Europa. Por ejemplo, según la estadística de Cores, en Francia ha disminuido un 7,2% y en Italia un 6,3%.

En esta misma línea, el director general de la AOP explicó a este diario que "en Europa se han producido varios cierres y esta tendencia seguirá. Ya se ha perdido más del 10% de la producción con el cierre de unas dieciséis refinerías, el equivalente a 1,8 barriles al día". Gráfico: Las refinerías cerradas desde 2010.

En cuanto a los motivos por los que muchas refinerías europeas han echado el cierre a sus instalaciones en los últimos años destacan: la capacidad de sacar del crudo un producto de mayor valor, la capacidad de procesar a bajo coste, las condiciones impuestas por los mercados locales y el coste de las operaciones de refinería.

Sobre la dependencia, el máximo representante de la patronal petrolera explicó que es "importante la búsqueda de recursos autóctonos, ya que la producción de petróleo está cayendo". Concretamente, Mazarrasa señaló que "los campos del Mar del Norte (principalmente Reino Unido y Noruega) están registrando una caída en su producción del 5-6% anual".

Despegue estadounidense

El caso de Estados Unidos es diferente al de Europa. Pese a que en los últimos años se experimentó cierto temor a que el gigante norteamericano cerrara algunas de sus instalaciones petroleras -como fue el caso de algunas refinerías de la Costa Este-, estos fueron resultando de sucesos puntuales.

De hecho, según el director general de AOP, "EEUU está viviendo la edad de oro de su refino". "Se prevé que su capacidad aumente notablemente en los próximos años", añadió Mazarrasa.

En cuanto a los motivos, el máximo representante de la patronal petrolera señaló que aprovecharán "tener una materia prima barata, lo que les sitúa en una posición competitiva muy ventajosa". Además, "probablemente se produzcan varias aperturas en los próximos años", explicó Mazarrasa.

En cuanto a otros países que también impulsarán sus refinerías está China que, según el director general de AOP, "va a crecer en los últimos años". Sin embargo, su objetivo es satisfacer su demanda interna, no exportar.

España en buen camino

Frente al mal momento que atraviesan las refinerías en el Viejo Continente, en nuestro país la tendencia va en sentido contrario.

En palabras de Mazarrasa, "España ha hecho los deberes, las refinerías de nuestro país se han actualizado". Además, nuestra situación geográfica también propicia que España sea una exportadora neta desde el año 2012. En particular, tenemos grandes posibilidades de acceder al mercado de América del Sur y al africano.

No obstante, es importante que los costes medioambientales sean para todos igual, para no estar en desventaja frente al resto y las normativas que se están impulsando desde Bruselas pueden abrir la puerta a la llegada de carburantes.

La capacidad de refino en la UE es de 778 millones de toneladas al año, lo que supone 15 millones de barriles al día, el equivalente al 17% de la capacidad total.

El volumen de ventas de las refinerías europeas en 2012 se estima en unos 419.000 millones de euros. El número de empleados que trabajan en las 101 refinerías de la UE asciende a 190.000.

De la cifra total, 49 se encuentran en el noroeste de Europa, 37 en la zona del Mediterráneo y otras 37 en el centro y el este del continente. Italia, Alemania, Francia y Reino Unido son los Estados miembros que tienen más capacidad.