Energía
La ola de calor apaga centrales nucleares en Francia, duplica sus precios y compromete los de Europa… pero España apenas se ve afectada
- Una central se apagó por el calor... y varias han reducido producción
- La caída de la producción llega justo en un pico de demanda y con la caída eólica
- En España el calor no ha afectado a los siete reactores en absoluto
Álvaro Moreno
El cambio climático está generando el caos en el sistema eléctrico de Francia y Suiza y poniendo el foco en una contraindicación de las nucleares que pocas veces es advertida: los problemas de los reactores ante las olas de calor. El país galo, sede de la mayor parte del poderío de fisión del Viejo Continente, se ha encontrado con la necesidad de cerrar o reducir la producción de varias de sus plantas nucleares ante unas temperaturas que superan los 40 grados por momentos. También ha sucedido en Suiza, pero en España no se ha tenido que dar este paso. Volviendo al norte de los Pirineos, no se ha tratado de un problema menor, de hecho, los precios de la electricidad se han duplicado en cuestión de días y hay cierto temor de que esto pueda empezar a trasladarse a los precios del continente.
Actualmente los precios de Francia se han moderado ya hasta los 81 euros el megavatio hora pero durante esta semana han superado varias veces los 100 euros. Hace escasas dos semanas el coste energético en el país apenas superaba los 50 euros. Estos movimientos tan caóticos se producen después de que EDF anunciara el cierre del reactor número 1 de Golftech, en el suroeste de Francia, este mismo domingo.
El motivo son las altas temperaturas del río Garona, el encargado de suministrar el agua de refrigeración para la planta. Este solo ha sido el último de una serie de reducciones de producción por el calor del agua que suministraba la central. Aunque no han parado totalmente Bugey, Blayais y Cruas han tenido que matizar su producción. En Suiza han tenido también que parar uno de los dos reactores de la central nuclear de Beznau y reducir al 50% el segundo debido a las altas temperaturas del río Aar.
Pero, por qué ocurre esto. Las centrales nucleares necesitan grandes cantidades de agua para enfriar el reactor y esta agua procede de ríos. Cuando hay una ola de calor, la temperatura impide que hagan uso del agua habitual. A esto se le suman los límites ambientales que tienen para devolver agua al río, pues si la temperatura del agua descargada supera unos niveles esto puede dañar el ecosistema, una posibilidad más real cuando hay una ola de calor.
Alfredo García Fernández, ingeniero y supervisor en Ascó, conocido en redes como Operador Nuclear explicaba que es esto último lo que está afectando en Francia. "Es importante aclarar que cuando un reactor reduce su potencia o se detiene durante una ola de calor, no es por riesgo para el núcleo, cuya seguridad está garantizada en todo momento. Lo hace para proteger el ecosistema acuático, evitando liberar agua demasiado caliente al río.
Respecto a las implicaciones de los cierres y reducciones de producción. Según el último informe del London Stock Exchange Group (LSEG) la capacidad nuclear francesa ha disminuido en dos puntos porcentuales por las paradas hasta el 67%. Esto ha pillado a Francia, pero también a Alemania, el gran comprador de electricidad gala, en un momento tenso. El propio calor ha disparado la demanda eléctrica, mientras que el mercado estaba ya muy tenso por el parón que ha dado la eólica. Un cóctel al que hay que sumar los problemas en las nucleares por la refrigeración.
Estos factores han provocado que los precios en Alemania alcanzasen esta semana su punto más alto desde febrero y en Francia también se alcancen cifras máximas en tres meses. En el país centroeuropeo se llegó a ver el martes precios por encima de los 476 euros el megavatio hora. En otros también dependientes a la nuclear gala, como Bélgica y Países Bajos, la cifra escaló a las 20:00 por encima de los 516 euros. El motivo fundamental no es solo la nuclear, sino la demanda de refrigeración de estos países que ya está en máximos de 2022 según Atmospheric G2 debido a las temperaturas históricas.
Según la normativa francesa, EDF debe reducir o detener la producción nuclear cuando la temperatura de los ríos alcanza ciertos umbrales para garantizar que el agua utilizada para refrigerar las centrales no dañe el medio ambiente al ser devuelta a los cursos de agua.
Desde Tempos Energía comentan que lo que ocurre en Francia no es algo excepcional. "Los problemas en el Ródano o el Garona se suceden todos los años y el impacto en los precios de Europa de este problema se verá contenido". Comenta que los más expuestos serán Alemania y en menor medida Italia pero que España no se verá prácticamente afectado dado que "para bien y para mal, somos una isla energética". En ese sentido señalan que la única forma en que la península sentiría el impacto sería si hay una caída mucho más generalizada de la producción como pasó en 2022 por problemas de corrosión de los reactores. Esto se está viendo, precisamente en los precios actuales, con España pasando de unos 116 euros hace dos semanas a 91.
La reduccion de dos puntos de capacidad nuclear llega en un pico de demanda y con la caída de la eólica alemana
Volviendo a Francia los precios duplicados "vienen de esa caída de la nuclear" pero explica que "no eran normales esos precios de 50 euros el megavatio hora que venían precisamente, de la buena salud de su suministro nuclear. Ahora se encuentran en unos precios mucho más razonables". En cualquier caso cabe destacar que la generación nuclear tiene un impacto clave en Europa siendo responsable de cerca del 15% de todo el suministro eléctrico de Europa. La energía de fisión supone el 74% de toda la producción gala y el 40% de todo el mix energético.
A falta de datos concretos, el viento está parando en centroeuropa limitando justo el suministro, como es habitual en estas épocas del año. Sin embargo, esto, sumado a la mayor demanda de refrigeración está generando un contexto de estrechez en el mercado. Cabe destacar que cerca del 27% de la electricidad de Alemania viene del viento.
Esto también se ha visto afectado por los mayores precios de la hidráulica, al menos en el caso de Francia. Esta subida no se debe a problemas en los embalses sino a las dinámicas habituales del mercado. Tanto en España como en el país galo, la hidráulica en estas fechas del año actúa como energía de apoyo y entra en el mix con el sistema de fijación de precio que suele marcar el gas natural. "La hidráulica siempre hace uso de su coste de oportunidad cobre el agua turbinada como si fuera gas, en estas épocas del año suele haber un gran switch en el pool eléctrico".
¿Por qué en España la nuclear no para?
Pero, si hay centrales parándose en Francia y Suiza… ¿por qué no paran en España donde las temperaturas son mucho mayores?. Desde Foro Nuclear confirman que no ha habido ninguna amenaza de reducir producción en todas las unidades operativas en España o de pararla. Remarcan que las pausas que se hayan podido producir son solo las que ya estaban sobre la mesa por otros motivos totalmente alternativos. "Los siete reactores nucleares en operación en nuestro país están en funcionamiento".
El motivo es que España, dada su temperatura más seca, ya habilitó hace tiempo sus centrales para que puedan funcionar en situación de calor. A diferencia de Francia en el país ibérico no se recurre generalmente a ríos para su refrigeración. En particular destaca el caso de Trillo, donde este problema se enfrenta con Torres de Refrigeración. Algo que ya están planteando desde Francia. Con este sistema el agua pasa por un proceso en enfriamiento antes de volver al río/mar.
En un informe del Consejo de Seguridad Nuclear explican que en el caso de Trillo "las torres de refrigeración permiten que mantengan la temperatura del agua dentro de límites ambientales estrictos, incluso durante olas de calor, evitando la necesidad de reducir la potencia o parar los reactores". Desde la Agencia Internacional de la Energía afirman que "las centrales equipadas con estas torres pueden resistir eventos climáticos extremos y dependen menos de las condiciones térmicas de los cuerpos de agua naturales".
"El uso de grandes embalses para el suministro de agua en centrales nucleares proporciona un efecto regulador sobre la temperatura"
Eso sí, aunque Trillo sí tiene este equipo clave, otras centrales como Almaraz, Vandellós o Ascó no cuentan con él pero no tienen problemas frente a las olas de calor. A diferencia de los casos que ocurren regularmente en Francia, estos no encuentran problema por la naturaleza de sus ríos, el Ebro y el Tajo, que cuentan con embalses que garantizan una menor temperatura y tienen menos problemas con el medio ambiente.
El Consejo de Seguridad Nuclear explicaba que "las centrales nucleares españolas situadas en ríos con embalses cuentan con una gestión eficaz del caudal y la temperatura del agua que les permite mantener la seguridad y producción durante periodos de altas temperaturas sin depender de sistemas evaporativos". En un informe de 2022, Red Eléctrica comentaba que "el uso de grandes embalses para el suministro de agua en centrales nucleares proporciona un efecto regulador sobre la temperatura del agua utilizada en el enfriamiento, permitiendo mantener la producción incluso en olas de calor prolongadas."
Por lo tanto la situación de Francia viene de una falta de medios adecuados para adaptarse a un mundo de más calor por el cambio climático. Por lo tanto, no es tanto que su modelo pueda quedar en entredicho y que afecta de forma permanente de los precios en verano, sino que podrán verse cada vez más paradas hasta que adopten la infraestructura hídrica o tecnológica necesaria para superar este problema. Sin embargo, habrá que esperar a los próximos años para ver si las noticias de los reactores franceses y el calor se convierten en cosa del pasado.