Energía

Veolia amplía su capacidad para tratar residuos peligrosos con 500 millones en nuevas inversiones

Planta de tratamiento de residuos peligrosos de Courrières (Francia). / Veolia

Sergio Guinaldo
Courrières,

Veolia amplía su capacidad de tratamiento de residuos peligrosos a través de diferentes inversiones que suman un valor total de 500 millones de euros. Por un lado, el grupo francés ha culminado en el último semestre cinco nuevos activos que añaden 200 millones a su capex; por otro, la compañía ha firmado en el mismo intervalo de tiempo cinco adquisiciones tuck-in a cambio de 300 millones de euros.

Con todas estas operaciones, la capacidad de gestión de residuos peligrosos de Veolia aumenta en 385.000 toneladas al año, y una vez que los nuevos activos rindan al 100% de sus posibilidades en 2027, la cifra escalará hasta las 530.000 toneladas. De esta forma, la capacidad total de gestión de Veolia se situará en más de 9 millones de toneladas anualmente. Cabe señalar que esta rama —la gestión de residuos peligrosos— supuso en 2024 el 10% de los ingresos obtenidos. Es decir, de los 45.000 millones de euros obtenidos al cierre del año, 4.300 procedieron de este tipo de trabajos.

Se trata, según avanzó Estelle Brachlianoff, Directora General de Veolia, durante el análisis financiero llevado a cabo por la compañía en sus instalaciones de Courrières (Francia), de un segmento que pretenden impulsar en los próximos años.

"El tratamiento de residuos peligrosos se está convirtiendo en un cuello de botella estratégico para muchas industrias, especialmente aquellas que están transformando o reubicando su producción. Al reforzar nuestra presencia mediante inversiones orgánicas y adquisiciones, posicionamos a Veolia para mantenerse a la vanguardia. Nuestra presencia global, combinación de conocimientos técnicos, tecnologías innovadoras y capacidad de escalado rápido nos permite ofrecer servicios personalizados de alto valor añadido, acelerando el tiempo de lanzamiento al mercado de soluciones innovadoras de tratamiento de residuos", destacó Brachlianoff.

Los operarios clasifican y analizan los residuos para determinar su posterior tratamiento. / Veolia

De acuerdo con las previsiones que maneja la compañía, la demanda anual de este tipo de trabajos aumentará un 3,5% de forma anual hasta final de década, a medida que las regulaciones ambientales evolucionan y exigen soluciones más avanzadas. Además, la relocalización estratégica de actividades manufactureras está generando aumentos en los volúmenes de residuos peligrosos locales. Por esta razón, los nuevos activos adquiridos por Veolia están disgregados por diferentes zonas: las cinco nuevas adquisiciones se localizan en Estados Unidos, Brasil y Japón, mientras que los activos entregados en Alemania, Arabia Saudí, Estados Unidos, Reino Unido y Taiwán.

Con más de 300 activos en todo el mundo, los principales clientes de Veolia en términos económicos proceden del sector químico (21%), seguido del sector sanitario, farmacéutico y biotecnológico (18%) y de la fabricación (16%). Del mismo modo, también tiene un importante peso la gestión de residuos procedentes del petróleo y del gas, así como del sector de infraestructuras y servicios públicos (8%).

Nueva patente para PFAS

Para seguir consolidando su liderazgo en el sector, Brachlianoff también desveló ante los medios presentes en las instalaciones de la planta de Courrières una nueva patente destinada a la eliminación del 99,9999% de las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS). Para conseguirlo, la tecnología Drop permite degradarlos incinerándolos a más de 900ºC, sin corromper ni ensuciar las calderas y eliminando los gases derivados de la combustión.

Esta nueva tecnología será implementada en sus 20 líneas de incineración de residuos peligrosos en Francia, Alemania, España, Polonia, Reino Unido, Suiza y Hungría. Con ella, pretenden aumentar los ingresos en un 50%, con alrededor de 1.000 millones de euros para 2030.

En la sala de control se supervisa la temperatura del horno y el correcto funcionamiento de la planta. / Veolia

Conocidas como químicos eternos, los PFAS comenzaron a utilizarse en la década de 1940 en múltiples aplicaciones industriales y domésticas. Son extremadamente difíciles de tratar debido a sus fuerte enlaces carbono-flúor. Los daños que generan tanto en el entorno como en sobre la salud humana las convierten en un problema tanto sanitario como industrial.

"En un momento en que aumentan las exigencias sanitarias en Europa y las normativas se vuelven más estrictas, Veolia puede ahora ofrecer una amplia gama de tratamientos a medida, alineados con los principios de regeneración de recursos y los desafíos ambientales de la industria. Como líderes en Europa y en el mundo en tratamiento de residuos peligrosos, seguimos plenamente comprometidos con la innovación en este campo tan complejo como crucial para la salud y la industria", afirmó Catherine Ricou, Directora General de Veolia Hazardous Waste Europe.

Veolia es actualmente el actor del sector con mayor número de patentes sobre tratamiento de residuos peligrosos.