Energía

Bruselas vetará la compra de gas ruso desde finales de este año y los contratos a largo plazo desde 2027

  • Limitará también las importaciones de uranio enriquecido para producir energía nuclear
  • También implementará medidas para evitar que el Kremlin esquive las sanciones al petróleo
El líder del Kremlin, Vladimir Putin

Lidia Montes
Bruselas,

Han transcurrido algo más de tres años desde que Rusia invadió Ucrania. Poco a poco, Europa se ha ido desconectando del suministro energético procedente de Moscú, sin embargo, no ha sido hasta este martes que la Comisión Europea ha presentado un plan para dejar de depender del gas y petróleo ruso en 2027, por el que prohibirá las importaciones de gas desde este mismo año para poner fin a los contratos a largo plazo en dos años. Además, limitará el suministro de uranio enriquecido desde Moscú y pondrá en marcha medidas para que el Kremlin no pueda esquivar las sanciones ya impuestas al petróleo.

Bautizado como hoja de ruta RePowerEU, similar nombre al primer plan para romper con la dependencia energética de Moscú, el Ejecutivo comunitario ha presentado este martes un plan para retirar las importaciones de energía nuclear, de petróleo y de gas del Kremlin al tiempo que se garantiza la seguridad de suministro en el bloque comunitario y se compromete con evitar una escalada de precios en los mercados.

"Hoy la UE manda un mensaje claro a Rusia. Nunca más. No permitiremos que Rusia utilice la energía como arma contra nosotros. No permitiremos más que los Estados miembros sean chantajeados", ha dicho el comisario de Energía, Dan Jørgensen, en rueda de prensa desde Estrasburgo. "El año pasado pagamos a Rusia 23.000 millones de euros por sus importaciones", ha cifrado el danés, que ha indicado que esta dinámica debe terminarse.

El plan plantea un total de nueve puntos a seguir, que vendrán acompañados de sus respectivas propuestas legislativas por parte del Ejecutivo comunitario. Por un lado, en lo que respecta al gas, Bruselas planteará medidas para mejorar la transparencia del aprovisionamiento de gas en la UE, de tal manera que se mejore su trazabilidad y se pueda evitar que se suministre desde Rusia.

Para ello, la Comisión Europea propondrá prohibir las importaciones de gas ruso, tanto por gasoducto como vía gas natural licuado. Afectará a los contratos desde 2025 y la idea es reducir ya un tercio del aprovisionamiento de Moscú este mismo año. Además, tratará de abordar las importaciones restantes de gas ruso con el fin de eliminarlas progresivamente a finales de 2027.

"Los contratos a corto plazo terminaran este año. Un tercio de las importaciones. Los dos tercios restantes, contratos a largo plazo, deben terminar a finales de 2027", ha indicado el comisario de Energía. Se hará en forma de una prohibición legal y las compañías no podrán ser objeto de responsabilidad de terminar estos contratos, ha aclarado el danés.

En lo que respecta a la energía nuclear, la Comisión Europea lanzará una propuesta para restringir las importaciones de uranio enriquecido, así como a los nuevos contratos firmados con Euratom que afectan a uranio, uranio enriquecido y otras materias primas procedentes de Rusia. Al tiempo se presentará una iniciativa garantizar el suministro de radioisótopos médicos e impulsar la producción nacional.

En lo que respecta al petróleo, la hoja de ruta plantea nuevas medidas para hacer frente a los mecanismos que permiten al Kremlin esquivar las sanciones que ya le impuso la UE y jugar con los precios del crudo, la conocida como flota fantasma para transportar petróleo. Para ello, la Comisión Europea intensificará sus esfuerzos diplomáticos y su cooperación con la Organización Marítima Internacional y empezará a trabajar en misiones marítimas en el marco de la Política Marítima Común de la UE.

Es así que, como parte de este plan, se pedirá a los Estados miembros que preparen planes nacionales para la eliminación progresiva del gas ruso en toda la UE, así como de bienes para producir energía nuclear y las importaciones de petróleo. Todo ello recurriendo a plazos concretos.

Las cifras a cierre de 2024 mostraban que la UE importó 52.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, repartidos en 32.000 metros cúbicos por gasoducto y 20.000 metros cúbicos a través de gas natural licuado. A ello se suman 13 millones de toneladas de petróleo crudo y más de 2.800 toneladas de uranio equivalente enriquecido o en forma de combustible.

El año pasado, diez Estados miembros importaron gas natural de Rusia, tres Estados miembros importaron petróleo ruso y seis Estados miembros importaron uranio enriquecido o en forma de combustible de Rusia. Lo que al final se convierte en una fuente de ingresos para que el Kremlin continúe su agresión contra Kiev. Hasta la fecha, Bruselas ya había impuesto sanciones al petróleo ruso y ha reducido las importaciones de gas considerablemente.