El Gobierno mete presión a las eléctricas e inicia el trámite previo para desmantelar la central de Almaraz
- El Consejo de Ministros da luz verde a Enresa para iniciar los trámites de desmantelamiento
- Las eléctricas se preparan para solicitar una ampliación del cierre de la central nuclear de Almaraz
- La central nuclear de Almaraz parará este miércoles por los bajos precios de la electricidad
Sergio Guinaldo
El Consejo de Ministros ha acordado este martes autorizar a Enresa, la sociedad pública encargada de gestionar los residuos radiactivos y del desmantelamiento de los reactores españoles, iniciar el procedimiento para cerrar la central nuclear de Almaraz (Cáceres) a partir de 2027.
Mediante esta autorización, el Gobierno da luz verde a Enresa para lanzar la licitación de los trabajos de desmontaje de la planta nuclear extremeña. Concretamente, a través de la contratación del servicio de Ingeniería para el desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz, que incluye la preparación de la documentación reglamentaria para la futura solicitud de autorización correspondiente, y precisa de los servicios de ingeniería previstos en el contrato para cumplir el calendario establecido. Se trata de un trámite necesario para cumplir lo previsto en el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
De hecho, el Plan General de Residuos Radiactivos establece que "las labores previas [de desmantelamiento] se iniciarán entre tres y, preferentemente, cinco años antes de la fecha de cese definitivo". Teniendo en cuenta que la fecha de cierre contemplada actualmente para Almaraz I es noviembre de 2027, supone que los trabajos previos ya deberían haber comenzado. Del mismo modo, también encajarían con la hipotética prórroga de tres años propuesta por Francisco Reynés, presidente de Naturgy –que cuenta con una participación del 11,3% en Almaraz–.
El movimiento gubernamental se produce en pleno tira y afloja en torno a la fecha de cierre de las nucleares. Mientras que la postura oficial del Ejecutivo lleva meses sin alteraciones, las voces pronucleares no han parado de elevar el tono en sus reivindicaciones.
El último episodio tuvo lugar en plena Semana Santa, cuando varios reactores, entre ellos Almaraz I y II, cesaron su operación al no casar su oferta en el mercado mayorista como consecuencia del descenso de la demanda propia del periodo vacacional, la alta penetración renovable y la "desproporcionada carga tributaria que lastra sus costes".
"Una situación de precios muy bajos de forma sostenida en el mercado hace que las centrales nucleares no puedan ni siquiera cubrir los impuestos y tasas a las que están sometidas, a pesar de tener unos costes operativos reales muy competitivos", expresó Foro Nuclear en un comunicado el pasado 16 de abril. Y mientras que la central de Trillo está parada por recarga de combustible, tanto los de Almaraz como el de Cofrentes tardarán aún días en volver a funcionar.
A falta de movimientos imprevistos, el próximo capítulo debería tener lugar el próximo mes de mayo, cuando CNAT, la sociedad que gestiona las centrales de Almaraz y Trillo, ha convocado su junta de accionistas, a la que asistirán Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP. Allí deberían decidir si, como exigen desde Moncloa, solicitan formalmente la extensión del calendario de cierre para la central extremeña y, de hacerlo, durante cuántos años.
La central de Almaraz será, salvo sorpresa, la primera de las que operan actualmente en ser desmantelada, de acuerdo al calendario de cierre acordado en 2019. Este contemplaba la clausura del parque nuclear de manera ordenada entre los años 2027 y 2035.