Energía

El ex vicepresidente de SunEdison, Carlos Domenech, cobrará 34,5 millones por su despido improcedente

  • Denuncio un presunto falseamiento de cuentas antes de la quiebra de 2016
  • El directivo, que ha mantenido nueve años de pleitos, acusó a varios directivos de irregularidades financieras
  • SunEdison protagonizó la mayor quiebra no financiera de la década
Carlos Domenech

Rubén Esteller

El ex consejero delegado de TerraForm Power, Carlos Domenech, ha visto como la justicia estadounidense le ha dado la razón tras casi nueve años de pleitos. El directivo recibirá una indemnización de 34,5 millones de dólares (31,3 millones de euros) por despido improcedente tras denunciar al consejo de administración de SunEdison -de la que era vicepresidente- unas presuntas irregularidades en sus cuentas.

La demanda presentada por Domenech ante la Corte del Distrito de Maryland se dirige contra sus antiguos empleadores, TerraForm Global, TerraForm Power, ("TERP") y contra cuatro directivos específicos: Ahmad Chatila, Brian Wuebbels, Emmanuel Hernandez y Peter Blackmore. Domenech, quien fue presidente y CEO de GLBL y TERP, y vicepresidente ejecutivo de SunEdison ("SUNE"), matriz de las mencionadas empresas, reclamaba daños compensatorios superiores a 35 millones de dólares.

Según indica Domenech, en un comunicado enviado por su actual empresa, el despido se produjo tras haber denunciado internamente irregularidades financieras graves dentro de SUNE, tales como falsas representaciones sobre la liquidez real de la compañía y transacciones ilegales diseñadas para desviar dinero de sus subsidiarias hacia la matriz en problemas financieros.

Domenech expuso que, en 2015, los acusados promovieron transacciones interesadas para resolver la grave crisis de liquidez de SUNE. Estas acciones involucraron transacciones que perjudicaban a los accionistas minoritarios de GLBL y TERP, incluyendo pagos adelantados a SUNE sin garantías reales de que esta pudiera cumplir con sus obligaciones.

Domenech comunicó estos hechos al Consejo de Administración de SUNE, alertando sobre potenciales violaciones a las leyes de valores. En represalia por estas denuncias, Domenech fue despedido abruptamente sin causa justificada el 20 de noviembre de 2015, en un movimiento descrito en la demanda como la "Masacre del Viernes por la Noche". Tras esta acción, varios directivos independientes renunciaron por considerar que ya no podían proteger adecuadamente los intereses de los accionistas de GLBL y TERP.

Las consecuencias de estos actos llevaron al colapso financiero y la bancarrota de SUNE en abril de 2016, causando pérdidas multimillonarias a los accionistas. Las acciones denunciadas provocaron investigaciones por parte de la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) y del Departamento de Justicia, que continuaban abiertas en el momento de presentar la demanda.

Domenech sostiene que estas acciones constituyen violaciones a las protecciones federales para denunciantes ("whistleblowers") y una ruptura del pacto implícito de buena fe y trato justo.