Energía

Brasil presiona a Iberdrola y Enel para reducir su deuda en 642 millones

  • La autoridad energética brasileña pide a varias distribuidoras un ajuste de 1.670 millones
  • La decisión final acumula ya dos aplazamientos, lo que bloquea la ejecución del pago
  • El regulador del país aún debe decidir si el plazo de ejecución del pago es de 90 o de 180 días
Unos operarios trabajan las líneas eléctricas en Brasil. EUROPA PRESS

Pepe García
Madrid,

La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de Brasil ha pedido a una serie de distribuidoras de electricidad locales una contribución de capital en conjunto de 10.250 millones de reales (1.670 millones de euros) para reducir sus deudas. Entre las compañías involucradas se encuentran firmas con raíces españolas, como Neoenergia Brasilia y Neoenergia Pernambuco —filiales de Iberdrola en el país—, así como Enel Río —del grupo propietario de Endesa—.

El saneamiento solicitado a estas dos empresas asciende a 2.800 millones de reales (443,24 millones de euros) y 1.124 millones de reales (casi 200 millones de euros), respectivamente, por un ajuste financiero que afecta a los años 2022 y 2023. Además, Energisa y Light —distribuidoras locales— también fueron incluidas en la lista de Aneel para que reduzcan su endeudamiento en 6.230 millones de reales (986 millones de euros).

La autoridad energética brasileña puso en marcha un proceso para ajustarse a los criterios de sostenibilidad financiera para las distribuidoras de energía, en el que se establece un baremo de deuda y capital que deben de formalizar. El incumplimiento de los criterios durante dos años consecutivos conlleva el inicio de un proceso que puede acarrear la cancelación de concesiones.

Además, también puede obligar a la recepción de aportaciones por parte de sus socios para ajustar los indicadores. Es decir, que para subsanar el incumplimiento de criterios financieros serán los accionistas quienes deberán tomar medidas para recortar su sobreendeudamiento. En el caso de Enel Río será tarea de Enel y en el de Neoenergía, mayoritariamente de Iberdrola, que suma el 53% de las acciones de la brasileña.

El incumplimiento de los criterios durante dos años consecutivos conlleva el inicio de un proceso que puede llevar a la cancelación de la concesión, y una alternativa que tienen los distribuidores es recibir aportaciones de sus socios para ajustar los indicadores. Es decir, que para subsanar el incumplimiento de criterios financieros serán los accionistas quienes deberán tomar medidas para recortar su sobrendeudamiento, en el caso de Enel Río será Enel y en el de Neoenergía mayoritariamente Iberdrola, que suma el 53% de las acciones de la compañía brasileña.

Hasta este septiembre, Neoenergía anotó unas ganancias de 440 millones de euros (2.783 millones de reales), un 20% menos interanual; mientras que Enel Río anotó 41,5 millones de euros (262,57 millones reales), lo que supone un descenso del 8,5% con respecto a los tres primeros trimestres de 2023.

En punto muerto

El seno de Aneel parece tener cierto consenso sobre la necesidad de emprender el saneamiento por parte de las distribuidoras de luz, pero no sobre los plazos en los que debe ser ejecutado. Esta situación ha provocado que el procedimiento permanezca desde principios de mes en punto muerto, ya que no hay visos de acuerdo sobre los plazos para obligar a las firmas eléctricas a efectuar las aportaciones de capital.

La semana pasada, por segunda vez, se aplazó la decisión por las desavenencias entre el equipo directivo de Aneel, en el que una de sus directoras, Agnes da Costa, abogaba por que el periodo de pago quedara fijado en 180 días, mientras que otros dos directivos del regulador, Fernando Mosna y Ricardo Tili, pedían que este quedara reducido a 90 jornadas, según informa la prensa local.

Al borde de la quiebra

Light es, con diferencia, la que más recursos debe de aportar a la Aneel —653 millones de euros— y, además, es también la firma que arrastra la situación más complicada. La distribuidora de electricidad del estado de Río de Janeiro Light, participada por Santander PB FIA 1 al 10,16%, un vehículo de inversor del Banco Santander en el cual la entidad de crédito española no cuenta con participación.

Además de ser la empresa más endeudada, Light atraviesa un proceso de reorganización judicial que ha reducido su valor de mercado. La concesionaria de Rio tiene un valor de mercado de 1.800 millones de reales. O sea, sólo la contribución para salvar la concesión es el doble de lo que vale la empresa.

No obstante, la justicia brasileña ha tirado un capote a Light, ya que la semana pasada se emitió una medida cautelar para que la empresa no se vea obligada a hacer la aportación de 650 millones al regulador hasta que el Gobierno decida sobre la renovación de una serie de concesiones a la distribuidora.