Energía

Así se recuperó el suministro eléctrico en la peor DANA del siglo en 72 horas

  • Iberdrola y EDP aprovecharon la digitalización de sus redes para localizar las averías
  • Se pusieron en marcha comités de crisis de forma rápida y con apoyo de otras comunidades
El suministro eléctrico se restableció en casi 72 horas

Rubén Esteller

El sector eléctrico ha dado una lección de preparación ante desastres. La DANA causó importantes estragos en centros de transformación, subestaciones eléctricas, líneas de alta y media tensión y complicó los accesos físicos a unos activos que, aún así, han podido volver a operar en apenas 72 horas gracias al trabajo llevado a cabo por las brigadas de operarios de Iberdrola y EDP.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, explicó durante la celebración del 40 aniversario del Instituto de Investigación Tecnológica, el tremendo valor que había aportado la digitalización de las redes eléctricas para recuperar el suministro en Valencia.

La inversión que su compañía, a través de su filial de distribución i-DE había llevado a cabo, facilitó la recuperación del 90% de suministro eléctrico en la zona afectada en un plazo de apenas 72 horas.

El paso de la Dana provocó la pérdida del abastecimiento a cerca de 155.000 clientes en diferentes puntos, especialmente en las zonas por las que discurre el barranco del Poyo, el río Magro y cabecera del río Turia en parte por lo problemas en la red de distribución pero también en la de transporte, que sufrió importantes daños.

Según indican fuentes de la eléctrica consultadas por elEconomista.es, la tipología de las incidencias ha sido muy variada, desde torres de alta tensión derribadas por los diferentes tornados en la zona de Carlet y Catadau, hasta el arrastre de apoyos de líneas de media tensión por el paso del agua y la inundación de dos subestaciones transformadoras así como de numerosos centros de transformación por el elevado nivel de agua y barro que se alcanzó en la mayoría de las poblaciones afectadas.

Desde un primer momento la compañía, en coordinación con las autoridades, movilizó entre personal propio y de empresas contratistas, a aproximadamente 500 personas tanto de la Comunidad Valenciana como de otras regiones del resto de España para reponer el suministro eléctrico lo más rápido posible.

Un grupo de 200 personas se desplazaron el primer día (propios y de empresas contratistas) desde fuera de Valencia para apoyar tanto en los trabajos a pie de campo como para reforzar y relevar al personal que opera los centros de control. Esta actuación permitió recuperar aproximadamente el 90% del suministro eléctrico afectado en apenas 48 horas y en poco más de 72 ya estaba prácticamente todo repuesto.

Los COD (Centro de Operación de Distribución), ubicados en Valencia y Alicante, han jugado un papel relevante en el restablecimiento del suministro eléctrico. La digitalización de la red de distribución ha permitido manejar información en tiempo real y realizar maniobras para la recuperación del servicio sin tener que acudir in situ al lugar de la incidencia.

En aquellas zonas en las que era necesario el trabajo en campo, los centros de control han llevado a cabo estudios para el reparto de la carga de suministro en la red de distribución para que desde unas zonas se diera soporte a otras más afectadas y para que se pudieran organizar los trabajos de reposición de forma que se priorizaran los puntos en los que se iba a lograr una mayor eficiencia en la recuperación de instalaciones y clientes afectados teniendo en cuenta la priorización a clientes especiales como centros de salud, colegios, residencias de ancianos, entre otros.

Iberdrola ha dispuesto durante la Dana más de 120 grupos electrógenos y ha llevado a cabo su conexión en más de 246 ubicaciones (se iban retirando en cuanto se recuperaba el suministro y se volvían a instalar donde eran necesarios). Además, ha reparado más de 2.500 incidencias de baja tensión y ha movilizado más de 25 camiones con material eléctrico.

Como parte de esta respuesta, la compañía también reforzó los diferentes canales de atención a los clientes, mantuvo la información actualizada en sus canales digitales, y procedió al envío de comunicaciones (correos electrónicos y mensajes de texto) a los clientes afectados.

La empresa estuvo en permanente contacto con las distintas administraciones públicas (estatal, autonómica y local) para informar de la situación y de su evolución y al formar parte del CECOPI, que está coordinando la emergencia.

Una vez repuesto gran parte del suministro, la distribuidora contactó con las diferentes administraciones correspondientes y con asociaciones de instaladores para ayudar en la medida de lo posible en la coordinación de los trabajos de reposición de servicio a clientes en sus instalaciones particulares.

En la misma línea actuó también EDP, que con su distribuidora E-Redes, tuvo que acceder a algunas de las zonas más complicadas. Los equipos tardaron en algún caso hasta 20 horas en poder llegar a las zonas de avería.

EDP opera como compañía de distribución de energía a través de E-Redes y presta servicio en la zona a más de 8.000 clientes. Desde el primer momento, E-Redes estuvo volcada de forma ininterrumpida en devolver el suministro eléctrico en las zonas afectadas de su red (principalmente Aldaia, Paterna, Manises, Ribaroja del Turia, Godella y Loriguilla) a todos sus clientes, siempre bajo la premisa de garantizar la máxima seguridad para las personas.

Comité de crisis

Consciente de la importancia para las personas afectadas de contar con electricidad en estas complicadísimas circunstancias, la compañía puso rápidamente en marcha un comité de crisis dirigido por el CEO de EDP Redes España, Francisco Rodríguez, e involucrando a todas las áreas.

Este comité, siempre en contacto y coordinación con las autoridades valencianas, los servicios de emergencia y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, cuadriplicó el número de efectivos en campo, trasladando personal técnico propio y externo desde otras provincias de España como Asturias o Zaragoza, y puso a su disposición los vehículos y el equipamiento necesario, como grupos electrógenos, material eléctrico y teléfonos por satélite.

La elevada capacidad de digitalización, a través de telemando de la red de E-Redes permitió al centro de control ver la red y ejecutar órdenes en remoto, para lo cual es necesario que haya comunicaciones y también que las instalaciones estén operativas.

La DANA provocó la pérdida de comunicaciones entre el centro de control de E-Redes en Asturias y algunos equipos averiados en Valencia, además de afectar al telemando en instalaciones como la subestación de Quart de Poblet, lo que obligó al personal de campo a revisar sobre el terreno el estado real de los equipos, visitando las instalaciones y coordinándose con los centros de control.

En un primer momento, el personal en campo tuvo que superar las dificultades de circulación en las zonas afectadas, para después encontrar numerosos obstáculos a la hora de acceder a las instalaciones. Sin embargo, poco a poco logró abrirse paso y desplegar en tiempo récord soluciones de emergencia, como circuitos eléctricos provisionales. Y conforme se recuperaban las comunicaciones, también se restablecía el telemando.

El característico mallado de la red de distribución de E-Redes, con múltiples conexiones y caminos alternativos para distribuir la energía hasta los diferentes puntos, resultó clave a la hora de avanzar por las líneas y lograr alimentar progresivamente la red.

El hecho de que la mayoría de las redes de media tensión de E-Redes en la zona se encuentran soterradas también ayudó a contener los daños, puesto que los apoyos de líneas aéreas suelen verse especialmente afectados por la meteorología adversa (por ejemplo, solo en la zona de Catadau cayeron 21 apoyos de la red de transporte).

Los problemas persisten

La subestación de Quart de Poblet se vio también severamente afectada por inundación, hasta el punto de que Red Eléctrica aún no ha logrado recuperar el suministro en 220 kV por los daños en sus equipos.

La aparamenta de E-Redes, que opera las líneas de 20 kV de esta subestación, también se vio afectada. Sin embargo, el mallado permitió que, una vez saneados y limpios los equipos, se lograra auxiliar la subestación de Quart de Poblet desviando energía desde otro punto, en este caso desde la subestación de Aldaia.

Esta fue una de las actuaciones clave, puesto que permitió recuperar la línea del Hospital de Manises, uno de los puntos más críticos, y posteriormente restablecer el servicio de los suministros domésticos de baja tensión, principalmente en la zona de Loriguilla.

Gracias a este esfuerzo, en apenas 48 horas se logró restablecer el servicio en los suministros domésticos de baja tensión. Actualmente, todos los clientes de E-Redes cuyas instalaciones se encuentran operativas tienen ya suministro y se trabaja para buscar soluciones a medida para aquellos con equipos aún afectados.

En cualquier caso, los equipos de E-Redes siguen trabajando en la zona, pues hay numerosas instalaciones dañadas que deberán adecuarse para devolver la normalidad a la red de distribución de la zona y robustecerla.