BP se asegura el suministro de residuos de aceite vegetal para biocombustible y SAF por 10 años con Migasa
elEconomista.es
Valencia,
La multinacional energética BP se asegura una parte fundamental de la materia prima con la que busca convertir su refinería de Castellón en un nuevo polo de producción de biocombustibles y de hidrógeno. La filial española de BP ha firmado un acuerdo estratégico con el grupo agroalimentario español Migasa para el suministro anual de hasta 40.000 toneladas de residuos industriales no alimentarios del aceite vegetal durante una década.
La empresa energética utilizará estas materias primas biológicas junto con otras fósiles para coprocesar combustibles renovables en su refinería de Castellón, como HVO para el transporte pesado por carretera, o SAF para la descarbonización del sector de la aviación. Según explica la compañía, el coprocesamiento de materias primas biológicas en refinerías es la forma más rentable de producir combustibles derivados de fuentes renovables a gran escala y es un pilar de la estrategia de BP.
Este acuerdo, firmado por un periodo de 10 años y con posibilidad de ampliación, es clave porque permite a BP asegurar la disponibilidad de materias primas para producir combustibles renovables. Además, incluye la posibilidad de identificar en el futuro nuevas oportunidades para la reutilización de los residuos industriales no alimentarios de aceites vegetales.
Los residuos industriales no alimentarios procederán de la cadena de suministro de la industria del refino de aceites vegetales, por lo que la alianza contribuirá también a reforzar el modelo de economía circular del sector agroalimentario español. Uno de los subsectores más importantes de esta industria en España es el de aceites y grasas, con un volumen de ventas de 16.000 millones en 2023.
"Los combustibles renovables pueden desempeñar un papel clave en la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como la aviación, el transporte marítimo o el transporte pesado por carretera. Cuando se utilizan a gran escala, estos combustibles pueden ayudar a reducir las emisiones del ciclo de vida de estos sectores, por lo que estamos invirtiendo y colaborando con clientes y socios como Migasa para ampliar nuestra oferta de combustibles avanzados derivados de fuentes renovables", según Olvido Moraleda, presidenta de BP España.
Antonio J. Gallego, director general de Migasa, ha señalado: "Migasa es una empresa familiar muy ligada a la tierra y al trabajo de los agricultores. Nuestro compromiso con el entorno social y con el medio ambiente forma parte clave de la hoja de ruta de la compañía. Uno de nuestros objetivos es contribuir a la economía circular buscando alianzas como ésta con bp, que nos permitan generar materias primas útiles para la industria energética a partir de los desechos generados por los diferentes aceites que tratamos. La aplicación de esta hoja de ruta nos ha convertido en la primera empresa del sector oleícola en España en obtener el sello 'de Residuos a Recursos: Cero a Vertedero', que certifica que más del 95% de los restos de nuestros procesos se reintegran a la industria como materias primas secundarias".
Plan para transformar la refinería
Este es un paso más en la transformación de la refinería de Castellón en un hub de energía integrada que produzca no sólo combustibles convencionales sino también productos derivados de fuentes renovables. En la refinería se coprocesa materia prima biológica junto con materia prima fósil desde 2016, y fue la primera refinería del mundo en recibir la certificación Corsia, que la acredita como productora de SAF, combustible sostenible para aviación.
La multinacional prevé desarrollar en esa planta uno de los mayores proyectos de producción de hidrógeno verde en España. Para ello ha sellado con Iberdrola el acuerdo para iniciar la transformación de su refinería de Castellón en un gran polo de generación de esta energía con la creación de la empresa al 50% que levantará una planta electrolizadora con una capacidad de 25 MW.
Un proyecto que a largo plazo plantea una inversión de cerca de 2.000 millones de euros incluyendo varias fases para ampliar su capacidad y poder exportar el hidrógeno al centro de Europa.