Energía

Juan Luis Castillo (Aqualia): "Con la nueva ley de contratos hemos ido hacia atrás en la colaboración público-privada"

  • El dirigente pide a la administración promover los mecanismos para agilizar la colaboración con el sector privado
Juan Luis Castillo, director territorial de Aqualia. Alberto Paredes

elEconomista.es
Barcelona,

Si hay un sector que requiere de sinergias público-privadas es el del agua. En una industria que funciona a través de concesiones y que cuenta con la estricta supervisión de las administraciones, la relación entre instituciones y empresas se vuelve vital. Por ello, Juan Luis Castillo, director territorial en Aqualia, advierte de la necesidad de las administraciones de "promover los mecanismos de colaboración público-privada que nos permitan desplegar nuestra capacidad tecnológica e inversora".

El dirigente participó en el IV Foro Empresarial Catalunya, organizado por elEconomista.es, y tiene claro dónde están los deberes por hacer. Y en un marco de optimismo en el sector, no se muestra tan entusiasmado con la relación con las instituciones. "Últimamente hemos ido hacia atrás con la modificación de la ley de contratos, que limita el uso de mecanismos público-privados, que son claves para que las empresas puedan invertir, como es la limitación a cinco años de la duración de estas concesiones", ejemplifica el ejecutivo. Por ello, insta al regulador a modificar esta norma.

Y es que Castillo destaca que "el sector en general, y Aqualia especialmente, dispone de la capacidad tecnológica e inversora para aportar las soluciones a la modernización del ciclo del agua". Sin ir más lejos, el directivo sostiene que reutilizar el 100% del agua en los procedimientos industriales es posible.

El incremento del consumo de agua

Será más necesario que nunca en un mundo en el que está previsto que en 2030 se necesite un 56% más del agua que a día de hoy está disponible en el planeta, según los datos publicados por el World Resource Institute. "Tenemos la capacidad tecnológica, tanto para llevar agua de un lugar a otro como para generar agua", tranquiliza, el directivo.

Surge aquí el debate de la sostenibilidad de las desalinizadoras y su consumo tanto energético como de recursos autonómicos. "La desalinizadora es una solución. La toma de decisión compete a la administración y es cierto que tiene requerimientos energéticos y económicos importantes, pero no hay nada peor que carecer de agua", sostiene Castillo. Más cuando hay geografías, como puede ser Oriente Medio, en el que no hay otra alternativa.

"Actividades como pueden ser la agricultura, el turismo o la industria requieren de más cantidad de agua frente al descenso del consumo en los hogares", añade. Y la cifra se incrementa todavía más si se tienen en cuenta industrias emergentes como pueden ser los centros de datos, un campo en el que España aspira a ser un polo continental. Pese a ello, y los retos existentes, Castillo es optimista. Principalmente gracias a las soluciones tecnológicas de las que disponen las empresas del sector