Energía

Arranca la impresionante turbina china de gas de alta potencia que transformará sus buques de guerra

  • Esta turbina es capaz de generar electricidad para cientos de miles de hogares
  • Su principal uso será la mejora de los buques de guerra de la Armada china
  • Funciona con gas natural y puede resistir altísimas temperaturas en funcionamiento
La turbina china. Foto de Xinhua

elEconomista.es

La gran turbina de gas de alta potencia china funciona. Este monumento a la ingeniería ha pasado la primera prueba, levantando gran expectación en las autoridades del gigante asiático que llevaban tiempo buscando avances en este campo. Los ingenieros chinos han estado ocho años trabajando en este proyecto que parece estar a punto de culminar con éxito. La turbina de gas de alta potencia ha superado una prueba de ignición clave, por lo que pronto podría usarse a gran escala en el país. Aunque su uso puede ser civil (para generar electricidad para hogares o la industria), los expertos creen que el objetivo final de China es usar esta turbina para mejorar sus buques de guerra. La máquina de 300 megavatios, que está preparada para generar energía, es la primera turbina de gas de alta potencia que se ha construido en China.

La turbina de clase F (esto quiere decir que resiste altísimas temperaturas), que consta de cinco sistemas principales y más de 50.000 componentes, es considerada la más avanzada y de mayor capacidad generadora fabricada en China. Según Mo Jingfei, director del departamento de gestión de ciencia y tecnología de la empresa, esta máquina tiene la capacidad de generar cerca de 450.000 kilovatios por hora, suficiente para satisfacer un octavo de las necesidades eléctricas medias de Pekín, una ciudad de más de 20 millones de habitantes.

Jin Zhuanglong, Ministro de Industria y Tecnología de la Información de China, destacó que esta exitosa ignición es un resultado de más de ocho años de investigación y desarrollo intensivo. Este avance se produce tras el lanzamiento del primer prototipo en febrero, marcando así la transición del programa hacia pruebas y validaciones a gran escala. Pekín ya ha conseguido poner en funcionamiento una central nuclear que funciona con sales fundidas de torio, otro hito que revela la sofisticación que está alcanzando la industria y la ciencia del 'gigante asiático'.

Este proyecto no solo fortalece la capacidad energética de China, sino que también posiciona al país en la carrera global por la dominación en el mercado de turbinas de gas, que durante décadas ha sido dominado por potencias como Estados Unidos, Alemania y Japón. China ha estado luchando contra serios obstáculos relacionados con su condición de país en desarrollo que no había trabajo este tipo de tecnología. Pekín ha tenido que desarrollar esta máquina haciendo frente a la elevada complejidad del diseño y el acceso restringido a tecnologías extranjeras.

"Este encendido exitoso es otro hito después del lanzamiento del primer prototipo en febrero, lo que oficialmente hace avanzar el programa hacia la fase de prueba y validación de la máquina completa", asegura el ministro Jin Zhuanglong.

Una turbina para impulsar buques de guerra

La turbina no solo está destinada a la generación de energía, sino que también tiene aplicaciones militares, siendo utilizada para impulsar buques de guerra. Su capacidad para operar en condiciones de alta temperatura, alta corrosión y alta tensión la convierte en un componente vital para plantas de energía de gran envergadura.

Desde la agencia china Xinhua explican que Con este avance, China reafirma su compromiso con la innovación y el desarrollo de tecnología de punta en el ámbito energético, lo que no solo promete mejorar la eficiencia de sus plantas de energía, sino que también contribuirá a su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en las próximas décadas. Este hito simboliza una transformación en la capacidad tecnológica del país y su determinación para liderar en el sector energético global.

Así funciona la turbina

Las turbinas de gas generan energía quemando combustible como gas natural mezclado con aire para hacer girar las aspas de la turbina y generar con ello energía. Pueden funcionar de forma continua durante largos períodos en entornos de alta temperatura, alto estrés y altamente corrosivos. Según las temperaturas de funcionamiento, las unidades de servicio pesado se clasifican en las clases E, F, G/H y J, siendo la clase F la que representa el modelo global dominante.

En comparación con las centrales eléctricas tradicionales de carbón y petróleo, las turbinas de gas natural emiten niveles significativamente más bajos de contaminantes. Sus emisiones de dióxido de carbono son aproximadamente la mitad de las de las centrales eléctricas de carbón, lo que hace que esta tecnología más limpia y sostenible sea esencial para China y otras naciones que se esfuerzan por cumplir con los objetivos ambientales. Estas turbinas tienen aplicaciones generalizadas en la generación de energía terrestre y la reducción de picos para las redes eléctricas, señalan desde la agencia Xinhua.