Energía
Madrid puede perder la sede de la Comisión Nacional de Energía
- El Gobierno ha retirado la referencia específica que había en los primeros borradores
- El Ejecutivo pretendía crear delegaciones con el foco puesto en Bilbao y Barcelona
- La nueva CNE nace con el foco puesto en reforzar la labor de inspección a las energéticas
Rubén Esteller
Madrid puede perder la sede de la Comisión Nacional de la Energía. El Gobierno ha retirado la referencia específica que existía en los primeros borradores de la propuesta que, finalmente, ha sometido a información pública. De este modo, tanto el Ministerio de Transición Ecológica como el de Economía dejan en el aire la futura ubicación de esta institución que dependerá orgánicamente de Teresa Ribera. Las miradas están puestas ahora en Bilbao y Barcelona que se postulaban para acoger alguna de las delegaciones que pretendía crear en un primer momento el Ejecutivo.
Otra de las opciones que hay sobre la mesa sería que la institución se quedara su antiguo edificio y que fuese Competencia la institución que se trasladara a la cercana calle Barquillo pero la decisión, al parecer, sigue todavía en el aire y todas las opciones permanecen abiertas.
El Gobierno inicia así hoy el proceso para trocear la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, que preside Cani Fernández, y desgajar las competencias en materia energética. De este modo, el Ejecutivo recuperará la antigua Comisión Nacional de la Energía y cumple así el compromiso alcanzado entre el PSOE y Sumar para la investidura. La formación de Yolanda Díaz reclamó a Pedro Sánchez la recuperación de la antigua CNE que ahora hace suya el Ministerio para la Transición Ecológica y del Ministerio de Economía.
Ambos departamentos han iniciado la tramitación legislativa con la próxima apertura a audiencia pública del Anteproyecto de ley de esta entidad que pretenden tramitar por "vía de urgencia".
La nueva CNE estará adscrita a Transición Ecológica y ejercerá sus funciones a través de dos figuras principales, el Consejo y el presidente. De ellos dependerán, además de la Secretaría General y la Secretaría del Consejo, tres direcciones de instrucción: la de Electricidad, la de Hidrocarburos y Nuevos combustibles y la de Inspección, de nuevo cuño, para reforzar su labor supervisora y, por ende, sancionadora.
Competencia en hidrógeno
La CNE, tendrá funciones de supervisión y control de los mercados eléctrico, de hidrocarburos líquidos, de gas natural, y asumirá las de hidrógeno verde y otros gases renovables que no tenía. También ejercerá las funciones de inspección y sanción, así como de arbitraje, información, atención y tramitación de las reclamaciones planteadas por agentes y consumidores. Igualmente, la institución liquidará los peajes, cargos, precios, cánones y retribuciones reguladas de los sectores a su cargo. En el caso de la supervisión de las tomas de participaciones empresariales en el sector energético, la CNE se encargará de instruir el expediente y de hacer una propuesta al Ministerio de Transición Ecológica, mientras que este resolverá y fijará las condiciones que considere oportunas.
El Consejo será el órgano colegiado de decisión -nombra al vicepresidente, aprueba el anteproyecto de presupuestos internos, la memoria anual y los planes de actuación, el reglamento de funcionamiento interno- y estará integrado por siete miembros: el presidente, el vicepresidente y cinco consejeros, que tendrán un mandato de seis años sin posibilidad de reelección.