Energía
La inversión necesaria para cambiar las calderas de gas de España duplica el gasto en Sanidad
- Según un estudio de Arthur D.Little, el consumidor tendrá que pagar una media de 18.000 euros para instalar estos equipos y 12.000 euros con la subvención máxima
Alba Pérez
Madrid,
La inversión necesaria para cambiar todas las calderas de gas de España por bombas de calor duplica el gasto público en Sanidad y más que triplica el gasto en Educación. Así lo estima un estudio de la consultora Arthur D.Little para la patronal gasista, Sedigas, presentada esta mañana.
El cambio de todas las calderas por bombas de calor requerirá un gasto de 201.314 millones de euros, mientras que el coste del cambio de las calderas atmosféricas por calderas de condensación de alta eficiencia sería de 13.421 millones, 15 veces menos que hacerlo a bombas de calor.
Según detalla el informe, el coste medio para el consumidor en los equipos de bomba de calor sería de 18.000 euros, 12.000 euros en el caso de acceder a la máxima subvención, frente a 1.500 de una caldera de condensación.
La directiva Directiva refundida de Eficiencia Energética (UE) indica que a partir del 1 de enero de 2026 no se permitirán nuevas medidas de eficiencia energética que contemplen el uso directo de combustibles fósiles, ni subsidios para su uso en edificios residenciales", recuerda la patronal gasista. Dicho de otro modo, limita cualquier tipo de subvención o ayuda directa en el ámbito de la eficiencia energética para la adquisición o renovación de calderas, pero no a su instalación.
El cálculo de la inversión de 18.000 euros incluye la bomba de calor (4.600 euros), el equipo integrador (500 euros), el sistema de regulación y control (250 euros), el depósito interacumulador (1.000 euros), el complemento de instalación hidráulica (1.950 euros), la instalación de suelo radiante (5.500 euros), la instalación restante y mano de obra (4.200 euros). Según Arthur D.Little, el coste total de la instalación podría ser incrementado con el coste asociado al autoconsumo fotovoltaica para el suministro renovable y los costes de materiales asociados al suelo radiante.
El despliegue de la bomba de calor "requiere, como poco, una inversión que supera el 90% de la renta media neta disponible", advierte la consultora. Además "la unidad interior de la aerotermia (hidrokit) no es adecuada para la amplia mayoría de hogares en España (con un tamaño inferior a 105 metros cuadrados)."Esto significa que existen más de 3.9 millones de viviendas donde el despliegue de las bombas de calor es técnicamente imposible y más de 5 millones donde resulta complicado e incómodo para el usuario realizar ese cambio, suponiendo además la existencia de una red eléctrica que sea capaz de dar servicio a esta enorme demanda adicional (a día de hoy insuficiente)", recoge.
Además, "las bombas de calor suponen incrementar el consumo por vivienda de 2kW a 4kW. "El incremento de 2kW por vivienda en la red eléctrica por la sustitución de las calderas por bombas de calor requiere doblar la red actual de suministro a los hogares".
Desde la patronal gasista defienden que el tipo de equipo (caldera o bomba de calor) no otorga el "color verde" a una solución tecnológica, sino el combustible que utiliza. "Las calderas son equipos eficientes y económicos y su carácter renovable dependerá del combustible que empleen". "Permitir el uso individualizado de calderas de condensación en casos específicos aumentaría la reducción de emisiones en comparación con las soluciones propuestas. Estos equipos están habilitados para usar biometano, bioGLP o mezclas de H2 que son combustibles clave para la descarbonización", argumenta Sedigas.