Energía

El Gobierno repatriará a Vandellós 1 los residuos nucleares que tiene en Francia

  • España ha desembolsado ya 125 millones como penalización y puede alcanzar los 300 millones
  • Construirá un almacén en la central catalana para recibir los restos radioactivos de Orano Recyclage

Rubén Esteller

El Gobierno repatriará los residuos nucleares de Vandellós 1 a Cataluña. Enresa, la empresa nacional encargada de la gestión de este combustible nuclear, se prepara para la vuelta de estos restos radioactivos a la central de Vandellós I desde la planta francesa de Marcoule.

La intención del Ejecutivo es construir un nuevo almacén en las instalaciones de la antigua planta en Hospitalet de l'Infant para que entre en operación en 2027, tal y como figura en el VII Plan de gestión de residuos nucleares, y pueda albergar estos restos del combustible nuclear reprocesado.

En España se optó inicialmente por reprocesar el combustible gastado de las centrales de Vandellós I, José Cabrera y Santa María de Garoña, en instalaciones de Francia y Reino Unido. Esta práctica se interrumpió en 1982, salvo para la primera, que dejó de operar en 1989 y cuyo combustible, de tipo diferente al de las centrales de agua ligera, hubo de reprocesarse en su totalidad, por razones técnicas.

Vandellós I sufrió un incendió el 19 de octubre de 1989. Un fallo mecánico en una turbina afectó al sistema de refrigeración del reactor y al ordenador de control y provocó un incidente, clasificado como nivel 3 en la Escala INES, que obligó al cierre definitivo de la planta.

Desde el cierre de la instalación, la gestión de este combustible ha pasado por distintas fases, pero no ha logrado en ninguna de las fechas previstas volver definitivamente a España.

Ante esta situación, el antiguo operador francés Areva (hoy Orano Recyclage) pactó una penalización para prolongar el almacenamiento de estos residuos en el Protocolo de mayo de 2001 y en el acuerdo alcanzado entre Enresa y Areva, de fecha 22 de agosto de 2013, en el que se establecía que en caso de incumplimiento de la fecha de retorno de los residuos fijada el 30 de junio de 2017, se aplicaría desde entonces y sin carácter retroactivo un recargo diario.

Enresa ha tenido que desembolsar desde el 1 de julio de 2017 un total de 125 millones de euros por este motivo, Esta situación supone que, llegado el momento de retorno de los residuos nucleares, la compañía pública habrá tenido que aportar más de 320 millones de euros en concepto de penalización a Orano Recyclage. No obstante, una gran parte de este dinero volverá a las arcas estatales cuando se consume la devolución de los residuos.

Las penalizaciones finalizarán con el último transporte a España de los residuos radiactivos. En ese momento serán reembolsadas todas las cantidades abonadas y, por otra parte, será facturado el coste del almacenamiento en Francia y que desde el 1 de octubre de 2015 hasta 2021 tiene un importe devengado acumulado de 8,4 millones de euros y que podría alcanzar los 17 millones al finalizar el periodo.

El calendario para la devolución de estos residuos nucleares ha tenido ya varias fechas límite que se han ido incumpliendo de manera sistemática.

En 2012, Enresa firmó un acuerdo complementario de densificación de residuos con Areva NC (actualmente Orano Recyclage) por el que se intercambiaron tanto el tipo de residuos como el volumen de los residuos que volverán a España, estableciéndose además un nuevo plazo para el retorno de los mismos, el coste del acuerdo fue de 194 millones de euros.

En 2015 se abonaron también 23,7 millones de euros por el coste del transporte a España de residuos, que se estima se realizará en 2028.

La empresa Orano Recyclage suministró entonces cuatro contenedores para transportar los residuos de alta actividad del reproceso del combustible gastado de la central nuclear Vandellós I. Estos contenedores transportarán los residuos desde Francia a España para su almacenamiento temporal.

En diciembre de 2018 se formalizó otro contrato con Orano para el almacenamiento temporal de los contenedores vacíos y el equipamiento auxiliar en el emplazamiento de La Hague hasta su carga con un coste acumulado de 950.000 euros a 31 de diciembre de 2021.

Los resiudos de Vandellós I se esperaba que fueran al Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas, desde sus inicios en el año 2012 pero en julio de 2018, la Secretaría de Estado de Energía remitió sendas cartas al Consejo de Seguridad Nuclear y a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, solicitando la suspensión temporal de la emisión del informe sobre la apreciación favorable a la autorización de construcción y de la tramitación del procedimiento de evaluación ambiental. Esta medida ha provocado un cambio sobre el método elegido para almacenar residuos nucleares.