Energía

España debe avanzar en legislación para poder luchar contra el fraude eléctrico

  • El aumento de plantaciones ilegales de marihuana en nuestro país pone de manifiesto la necesidad de endurecer el marco legal actual

Miguel Merino Rojo

El fraude eléctrico está creciendo exponencialmente en España al calor de las plantaciones ilegales de marihuana. Un problema que tiene varias dimensiones: desde la seguridad física de las personas, a la afectación en el suministro, pasando por el deterioro de la convivencia ciudadana en las zonas de mayor incidencia de este tipo de fraude, que suele llevar aparejado, en el caso de la marihuana, la relación con mafias de gran peligrosidad. Y a todo ello hay que sumar el impacto que conlleva en la factura de todos los consumidores. Estas son las principales conclusiones recogidas en el Observatorio de El Economista sobre fraude eléctrico, celebrado recientemente en Madrid.

Tal y como expuso José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa, "el fraude eléctrico en España se ha multiplicado durante los últimos años, coincidiendo, además, con un importante aumento de plantaciones ilegales de marihuana"

La Guardia Civil es una de las instituciones que se enfrentan a este problema día a día y no esconden su alarma ante la escalada del fraude eléctrico vinculado a la marihuana: "es un tema muy preocupante y alarmante por dos motivos, principalmente: por el problema policial y de seguridad que genera, y por el impacto social y sanitario que acarrea", destacó Javier Valdenebro, comandante de la Guardia Civil. "Antiguamente, los niveles de THC (siglas de Tetrahidrocannabinol, el componente psicoactivo de la marihuana) eran muy bajos, pero, actualmente, se están encontrando niveles mucho más altos y pueden afectar gravemente a la salud" advierte, tras advertir que "el tráfico de marihuana es uno de los que más actos violentos lleva asociados en el tráfico de drogas"

Cambios legislativos

El marco legal es uno de los aspectos en los que se incidió durante el Observatorio. Así, Revuelta enfatizó la necesidad de cambios en la legislación sobre fraude eléctrico, pues "las plantaciones ilegales de marihuana, están viniéndose a España porque nuestro marco legal es mucho más laxo que el de los países de nuestro entorno".

Otro de los participantes en la mesa fue Álvaro Romero, data science technical director en el área de Energía y Medio Ambiente en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), quien recalcó que "las plantaciones ilegales de marihuana, así como cualquier enganche ilegal a la red eléctrica, afectan directamente a la seguridad de las personas, porque no se cumplen los requisitos de seguridad necesarios. Y también a la calidad del suministro y de la red en su conjunto". Y, "para poder luchar contra estos aspectos, deben existir soluciones jurídicas, para que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado tengan las herramientas suficientes", añadió.

"Es cierto que va a ser cada vez más fácil detectar el fraude eléctrico", comentó Íñigo Segura chief executive officer (CEO) de Zigor. Por ello, "es necesario configurar un marco legislativo que ayude y dote de agilidad para intervenir estas plantaciones, y para dificultar que vuelvan a montarse", añadió.

Ya que, según Valdenebro, "se han podido ver plantaciones de marihuana que estaban volviendo a montarse tan solo cuatro o cinco horas después de haber sido desmanteladas".

En este aspecto, el comandante de la Guardia Civil también destacó la importancia de la colaboración de las compañías eléctricas, ya que en la mayoría de intervenciones de este tipo van acompañados de técnicos de las empresas para que elaboren un informe de fraude que facilite la imputación de los implicados por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.

"Un aspecto que suscitó consenso en la mesa de debate fue el que atajar este asunto es un trabajo que requiere la colaboración de todos: desde las compañías energéticas, hasta solucionadores tecnológicos, administraciones públicas, cuerpos y fuerzas de seguridad y legisladores". Pero, para ello, "es necesario cambiar el marco legal para que no permita montar otra vez las plantaciones con tanta rapidez", advirtió Revuelta.

Grupos criminales organizados

España se "ha convertido, debido al efecto llamada relacionado con nuestra legislación, en el primer productor de marihuana de Europa", destacó Valdenebro. También explicó cómo se trata de la droga más rentable en suelo europeo, con precio en el mercado de entre 8.000 y 10.000 euros por cada kilo. Además, también destacó la creciente preocupación en torno a este tipo de narcotráfico, dado el aumento de la violencia relacionada con los grupos criminales que se dedican a esta actividad.

Los participantes coincidieron en la necesidad de evitar llegar a un punto de no retorno, ya que en España ya existen zonas que están completamente tomadas por estos grupos criminales. Revuelta explicó que en estas zonas los trabajadores de la compañía deben ir con pasamontañas y en vehículos sin identificativos. "La integridad física de los trabajadores se ve comprometida porque estamos sobrepasando una masa crítica de delincuencia y permisividad que complica volver a la normalidad" añadió Revuelta. Asimismo, también explicó que las zonas en las que suelen estar estas plantaciones cuentan con las instalaciones más modernas que existen en la red, porque deben proteger a los demás usuarios de la zona y minimizar el efecto que pueda ocasionarles estas actividades.

"El consumo del fraude eléctrico relacionado con las plantaciones de marihuana es 80 veces más alto que el normal, lo que genera tensión en la red y una sobrecarga que satura los nudos y genera cortes y deficiencias en el suministro". Para asegurarse de mantener un suministro suficiente y de calidad en esas zonas, "debemos aumentar la disponibilidad de electricidad para que los vecinos no sufran, pero esto atrae a más plantadores de marihuana y vuelve a funcionar como efecto llamada para la llegada de más organizaciones criminales", señala

En este sentido, Romero recalcó la necesidad de evitar que sigan aumentando estos comportamientos, para que no se replique lo que ocurre en algunas zonas de Latinoamérica, en las que, aunque se notifique la existencia de enganches ilegales a la red eléctrica, el control de los grupos criminales es tal que no se atreven a realizar intervenciones.

Aunque los productores locales de menor volumen son menos peligrosos, las organizaciones que se asientan en España para la posterior exportación de la marihuana a Europa sí son un grave problema.

De hecho, estas organizaciones vienen a España a montar estas plantaciones de marihuana para luego venderla en Europa y costear la importación de otras drogas menos rentables para su fabricación en nuestro país. Valdenebro subrayó que una planta puede llegar a generar hasta medio kilo cada tres meses, unos 1.000 euros en el mercado nacional, y entre 4.000 y 5.000 si se vende en el norte de Europa. Y añadió que "las organizaciones criminales funcionan como cualquier empresa, vienen a España a invertir y mejorar sus márgenes, gracias a que aquí se ahorran el coste energético de las plantaciones en su totalidad".

En definitiva, "el principal problema relacionado con estos grupos criminales, es como afecta su actividad a la población en general, dado que suponen un daño importante a la infraestructura y la seguridad de las redes,", indicó Íñigo Segura, "porque la red está interconectada, por lo tanto, el uso ilícito de la red eléctrica por parte de unos, nos afecta a todos. Pero existen soluciones tecnológicas para minimizar el impacto y estamos trabajando en ello, pero, lógicamente, la principal preocupación es conseguir detectar estos casos para facilitar la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado".

La tecnología como solución

"El papel de la tecnología en la detección del fraude eléctrico es fundamental", comentó el data science technical director del área de energía y Medio Ambiente en el IIC, "el IoT (siglas en inglés para El Internet de las Cosas) y las redes inteligentes son otro de los pilares fundamentales para seguir avanzando en la lucha contra el fraude eléctrico".

De hecho, Valdenebro comentó como la Comisión Europea está financiando un proyecto que persigue la utilización de la inteligencia artificial para la detección de plantaciones ilegales de marihuana.

El CEO de Zigor subrayó que ya "existe tecnología para abordar el tema del fraude de plantaciones ilegales de marihuana y para otro tipo de fraudes y explicó como uno de los grandes saltos tecnológicos fue la llegada de los contadores digitales, que pueden ofrecer información y datos que faciliten la detección del fraude eléctrico".

Un aspecto clave si tenemos en cuenta que, para poder aplicar las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el machine learning, para detectar las curvas de consumo que salgan de las métricas normales, es necesario que las redes aporten datos que consumo para que estas nuevas técnicas sean efectivas, subrayó Romero.

Según comentó Segura, "estos nuevos sistemas de medición electrónica pueden servir para detectar el consumo fraudulento, por lo tanto, la evolución tecnológica y la digitalización de la red eléctrica se plantea fundamental para reducir el fraude eléctrico".

Revuelta, por su parte, quiso destacar que existen dos tipos de fraudes, "uno con contrato, mucho más fácil de identificar; y uno sin él, bastante más difícil de detectar".

En este sentido, el director general de Redes de Endesa explicó cómo, en estos casos, se está abordando la sensorización de los centros de transformación para conocer la cantidad de energía que se mueve por ellos e identificar indicios de fraude.

Además, Romero añadió "que existe otro tipo de estafa más, y está relacionada con los instaladores de contadores, que los montan transformados y modificados para falsear las métricas, lo que dificulta aún más la detección".

De nuevo, las nuevas tecnologías están siendo el gran aliado contra el fraude porque están permitiendo ya "identificar datos de consumo anormales y, sumadas el uso de técnicas relacionadas con el big data, seremos capaces de mejorar la precisión en la detección de los enganches ilegales a la red", expuso Romero. "Cuantas más medidas tecnológicas tengamos en la red, mejor será la gestión que de ella se va a realizar, con datos e información sobre el consumo, nos permitirá reentrenar los modelos predictivos" para, de esta manera, poder adaptarse a los cambios de las organizaciones criminales, porque igual que la tecnología ayuda a detectar el fraude, también ayuda a ocultarlo.

Por ello, "estamos avanzando ya no sólo en la identificación de los centros de transformación afectados por fraude", indicó Valdenebro, "sino que además somos capaces de detectar la línea de fluido que están usando, la capacidad de la plantación e, incluso, el momento del crecimiento de las plantas", aspectos de gran importancia a la hora de tener que imputar a los delincuentes ante el juez, destacó el comandante de la Guardia Civil.

Pero, para poder lograr todo esto, hace falta en primer lugar una red eléctrica inteligente, dotada de un alto nivel de tecnología y digitalización, para realizar detallados análisis de consumo y poder detectar el fraude con una mayor precisión. Y, sobre todo, una legislación equiparable a la de nuestro entorno y que permita perseguir a este tipo de fraude y frenar su expansión.