Energía
La biomasa reclama medidas para evitar el cierre de sus plantas
- El sector pide al Gobierno que reconozca los costes reales de esta tecnología
Concha Raso
El sector de la biomasa está muy preocupado. En los dos últimos años, los precios de los costes asociados a esta tecnología en España han subido de forma extraordinaria, un hecho que, sin embargo, el Ministerio no ha reflejado en las últimas órdenes publicadas por las que se actualizan los parámetros retributivos de las centrales correspondientes al segundo semestre de 2020 y los dos semestres de 2021. Según datos del informe encargado por APPA Biomasa a una consultora independiente, el precio de la biomasa se ha incrementado un 36,49% desde 2020 debido a la subida de los costes de las operaciones agrícolas, forestales y de transporte; a la evolución del precio de la biomasa en origen; a la repercusión que ha tenido en el mercado español la evolución de los mercados internacionales; así como a la subida del IPC y la inflación.
Más concretamente, el precio del gasóleo para las operaciones de extracción y transporte de biomasa se han incrementado un 55,5% y un 61,39%, respectivamente, respecto a 2020; los costes salariales han subido de media un 13,36% de 2020 a 2021; mientras que los productos forestales en origen han aumentado su precio entre un 9% y un 150% desde 2020. Como consecuencia de la evolución creciente de todas las variables que afectan al precio de la biomasa, el coste de la biomasa también se ha incrementado.
Los costes de explotación de las plantas de biomasa también han subido. Concretamente un 21% en el periodo 2020-2022 debido, entre otros motivos, al aumento de la inflación, de los costes salariales, y de los seguros y garantías bancarias por la situación de incertidumbre de mercado.
Con estos datos sobre la mesa, el Ministerio ha actualizado las órdenes de parámetros retributivos del sector, que contemplan que los costes de biomasa y otros costes de explotación sólo han aumentado un 1% en 2022 (actualización anual fijada por normativa), "lo que implica que la regulación no ha atendido la realidad del sector al no reconocer sus costes reales, a pesar de haber demostrado con informe técnico independiente y mediante alegaciones jurídicas al Ministerio y a la CNMC el importante incremento que han sufrido los mismos", afirma a elEconomista.es Energía Margarita de Gregorio, directora de APPA Biomasa.
Este supuesto de costes del que parte el Gobierno "está muy alejado de la realidad, lo que provoca que también lo esté la retribución que considera necesaria para alcanzar la rentabilidad razonable que había garantizado a esta tecnología", tal y como manifestaba APPA Renovables en un comunicado reciente, "de manera que son las empresas las que están asumiendo este incremento de costes al no haber sido reconocido en la retribución establecida", añade de Gregorio.
La situación se ha vuelto tan complicada que algunas empresas "están parando la producción, cerrando temporalmente sus instalaciones y, en algunos casos, aplicando expedientes de regulación de empleo entre sus trabajadores", añade de Gregorio.
Magnon Green Energy, filial de energías renovables del Grupo Ence, es una de las empresas afectadas. Dos de sus plantas de generación eléctrica con biomasa han tenido que detener su producción.
Peticiones del sector
Actualmente, el sector está pendiente de la publicación de los nuevos parámetros retributivos correspondiente al 2022 y de la nueva metodología para actualizar la retribución a la operación para empezar con ella en 2023. Este pide que las Órdenes de parámetros pendientes recojan la actualización de los costes de combustible y de explotación conforme a lo dictado en el RD 413/14, que se apruebe una nueva metodología para actualizar la retribución a la operación y la actualización de los parámetros retributivos.